La videoteledetección útil para evaluar los recursos naturales

Juan Carlos Villa Soto ``Las cámaras de video tienen diversas aplicaciones. Incluso las de tipo industrial o doméstico empezaron a ser utilizadas en la evaluación de recursos naturales''.

El doctor José Luis Palacio Prieto, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, nos dice que lo anterior se debe a que la percepción remota convencional, basada en fotografías áreas tomadas desde aviones o en imágenes de satélites, presenta algunas desventajas respecto a la video teledetección: el tiempo que transcurre desde que es tomada la imagen hasta que el científico tiene acceso a ella es tan grande que esta información pierde su valor. Además las imágenes de satélite no detectan detalles muy finos.

La técnica de videoteledetección, continúa diciendo el entrevistado, permite obtener imágenes de la superficie terrestre a bajo costo, con una gran resolución y en lo que se denomina tiempo real, es decir, inmediatamente se puede hacer uso de ellas.

``Esta técnica, que ha cobrado un gran auge a partir de los noventa, se basa esencialmente en la utilización de cámaras de video colocadas en la plataforma de un helicóptero o una avioneta. La información que se graba al recorrer el área de interés puede ser evaluada inmediatamente después del aterrizaje'', acotó el investigador.

``Seguramente quienes diseñaron ciertos aparatos de video para analizar la reproducción celular en el área de la biomedicina no se imaginaron que instalándolos en una avioneta serviría para evaluar diversos problemas del territorio nacional, tales como la erosión acelerada de suelos o los daños ocasionados por un huracán''.

El doctor Palacio Prieto señaló que en el caso de los huracanes, como el Roxana que azotó las costas del Golfo de México en octubre del año pasado, se evalúan los cambios en la vegetación y en la fauna, así como los daños a la infraestructura. En el caso referido, dijo, tenemos imágenes de sectores en donde la carretera desapareció totalmente.

``Nuestro papel como investigadores universitarios es realizar propuestas, con base en nuestros estudios, para la solución de problemas concretos. En los últimos años, dijo, hemos ido más allá de las publicaciones en revistas nacionales e internacionales y hemos empezado a trabajar con agencias gubernamentales y con empresas privadas.

En este sentido, comentó que están celebrando un convenio con la gerencia del Lago de Texcoco para evaluar zonas degradas en todo ese sitio y para monitorear cómo están funcionando las obras de recuperación de recursos, especificamente de suelo y vegetación.

``Además de mantener relaciones con el gobierno y con empresas empieza a darse una relación muy interesante al interior de la universidad''. El geógrafo advirtió que siempre que se trabaja sobre recursos naturales se establecen vínculos con especialistas de diversas áreas. ``En este momento, por ejemplo, estamos organizando una reunión académica sobre geomorfología en la que se va a examinar la relación que hay entre la geografía física y la ecología''. La geomorfología, que es la ciencia que estudia las formas del relieve, fue durante muchos años una disciplina exclusiva de los geógrafos.

``Empero, en los últimos quince años empezó a ser descubierta por investigadores de otras áreas interesados en entender aspectos de suelo, vegetación e incluso del comportamiento humano''.

``Esta interrelación no es nueva para el Instituto de Geografía, pues en él participan científicos en geografía social, económica y física, lo que nos permite tener un enfoque más completo de los problemas'', afirmó el investigador.