Nosotros los mexicanos conquistamos las islas Filipinas y durante 200 años mantuvimos un intenso comercio con China. El galeón salía de Acapulco cargado de plata y de frailes y llegaba a Manila. De Manila salía a Acapulco cargado de sedas preciosas, tibores, porcelanas, biombos y muebles extraordinarios.
Desde el tiempo de Hernán Córtes salían naves a las islas de la especiería sin encontrar el camino de la tornavuelta, hasta que el gran marino fray Andrés de Urdaneta pudo regresar al puerto de Acapulco.
El arte chino influyó en el arte de la colonia. El galeón de la China se interrumpió con la Independencia, y ahora China es una gran potencia dueña de bombas atómicas.
Hoy viajará el presidente Ernesto Zedillo a la China y es posible reanudar un comercio que nos será muy benéfico.