Bob Dole apostó casi todo a California y va a perder, revela una encuesta
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 31 de octubre Bill Clinton hizo campaña hoy en un estado en el que ningún candidato demócrata a la presidencia ha ganado desde 1948, mientras la estrategia electoral de Bob Dole, de invertir casi todo por un triunfo en California, sufrió un serio revés luego que una encuesta reveló que ahora está muy por debajo del demócrata, quien tiene una ventaja de 18 puntos, ocho más que cuando el republicano decidió centrar su campaña en ese estado.
En gira por Florida este jueves, Dole informó que se dedicará a viajar durante las últimas 96 horas de la campaña, en una gira que pasará por 15 estados y podría incluir hasta actos electorales programados a la media-noche. ``No descansaré hasta haber presentado mi caso a cada trabajador, cada familia, cada americano'', aseveró.
``La última vez que luché a toda hora por mi país fue en 1945 en Italia'', declaró Dole al referirse a su participación en la Segunda Guerra Mundial. ``Empezando al mediodía de mañana, una vez más lucharé a toda hora por el futuro de Estados Unidos''.
La valiente retórica, sin embargo, no pudo despejar el ambiente sombrío que prevalece desde hoy entre republicanos, provocado con la difusión de una nueva encuesta en California. Hace tres semanas las campañas de Dole y el Partido Republicano comenzaron a desviar tiempo y fondos a California, luego que una encuesta de la respetada Field Company indicó que Dole había disminuido su desventaja frente a Clinton a sólo 10 puntos en el estado más importante en términos electorales, ya que aporta el mayor número de votos del Colegio Electoral.
Pero hoy la misma Field presentó los resultados de su nueva encuesta que señala que Dole ahora tiene una desventaja de 18 puntos. La misma encuesta también demuestra que la oposición a una iniciativa de referéndum estatal en la boleta, para prohibir preferencias raciales en el empleo, educación y contratos (medidas diseñadas para contrarrestar la discriminación) se ha incrementado en nueve puntos desde que el candidato republicano comenzó a respaldar la propuesta.
Dole siguió hoy su campaña en Tampa y Miami, antes de viajar a Georgia y Ohio. Su campaña recibió ayuda con la presencia del ex presidente George Bush, quien acompañó a Bob Dole en Tampa. ``Bob Dole --aseguró Bush-- es la persona adecuada para llevar a este país hacia el próximo milenio. De lo que se trata es de liderazgo... Necesitamos a alguien que recupere el respeto para Estados Unidos en el mundo''.
El candidato republicano intensificó de nuevo sus criticas al presidente Bill Clinton, al comentar a la televisión que estaba convencido de que el mandatario ``tenía conocimiento'' de las contribuciones indebidas hechas por extranjeros a su campaña. ``No sé cuántas cosas ilegales ocurrieron, pero pienso que hay indicios bastante buenos de que algunas (de estas actividades) lo fueron (ilegales)'', dijo.
Durante la misma entrevista, el republicano solicitó a los seguidores de Ross Perot su respaldo en las urnas el próximo martes, porque ``está en juego el país''. Sin embargo, hace unas semanas, el candidato texano se negó a abandonar la carrera para impulsar la campaña de Dole.
Mientras, la Casa Blanca estaba centrada en nuevos estados que antes eran considerados como poco probables escenarios de una batalla electoral. Clinton visitó Arizona, bastión del ultraconservador Barry Gold-water, y un estado que no ha votado por un candidato presidencial del Partido Demócrata desde 1948.
``Podemos hacer más seguras nuestras calles para nuestros hijos y su futuro si todos trabajamos juntos'', declaró Clinton, apegándose a uno de los temas que los encuestadores han identificado como claves para el electorado, y evitando hacer toda mención de las controversias sobre el financiamiento de su campaña que han dominado las noticias en Washington.
Encuestadores de la cadena CNN dicen que la educación, la economía y el crimen --en ese orden-- son las tres prioridades del electorado estadunidense. Pero otra encuesta dada a conocer este jueves, también encontró que un 67 por ciento de los consultados apoya una amplia reforma del financiamiento de campañas electorales, el nivel más alto de apoyo para este tipo de reforma desde los días del escándalo Watergate, en los 70.
El equipo del presidente Clinton mantuvo hoy apartado al candidato de los periodistas en sus actos de Arizona, Nevada y California, y el mandatario no mencionó estas controversias. Pero la campaña informó que el candidato demócrata presentará mañana lo que sus asesores consideran como un ``discurso importante'' sobre el tema de la reforma de financiamiento de campañas. No obstante, el tema sigue al centro del debate político en este país.
Anoche, en un programa pagado de media hora, Ross Perot retó a que Clinton se presente con él en un programa de una hora el día antes de la elección para discutir los temas del dinero y la política. ``El pueblo estadunidense merece saber la verdad'', dijo Perot. El multimillonario texano ya ha gastado un millón de dólares para comprar esa hora de televisión la noche del lunes en la cadena nacional ABC.
``Quiero pasar una hora discutiendo cándidamente con el presidente las acusaciones criminales y de moral pendientes en su contra, su esposa, sus asociados y otros miembros de su administración'', afirmó el también candidato presidencial independiente. Preguntado sobre este ofrecimiento, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Mike McCurry, respondió hoy: ``Estaremos haciendo nuestros propios actos de campaña, no los del señor Perot''.
Estas controversias sobre el financiamiento no parecen estar afectando en gran medida la campaña de Clinton, pero si están alimentando comentarios y análisis sobre sus implicaciones para el futuro entre los expertos y comentaristas. Un ex investigador legislativo del caso Watergate declaró esta noche, a la cadena televisiva ABC, que es-tos escándalos de la administración Clinton estaban llegando a tener una magnitud comparable con la famosa controversia de los 70 que llevó finalmente a la renuncia del presidente Richard Nixon.
El comentarista de la ABC, Jeff Greenfield, advirtió que estos escándalos, junto con el caso de los archivos confidenciales del FBI sobre varios connotados políticos republicanos, obtenidos indebidamente por la Casa Blanca, y el no aclarando asunto de Whitewater, entre otros, podrían generar una ``nube gigantesca'' de dudas y sospechas sobre un posible segundo mandato de Bill Clinton.