La Jornada 1 de noviembre de 1996

Zedillo: 25% más fondos a infraestructura en 97

Roberto Garduño E. El sector público invertirá el año próximo 122 mil millones de pesos en proyectos de infraestructura, y mediante una nueva modalidad licitará al capital privado obras prioritarias, informó el presidente Ernesto Zedillo.

En la inauguración del vigésimo Congreso Interamericano de la Industria de la Construcción, el mandatario adujo que es indispensable ``expandir rápidamente'' la infraestructura en comunicaciones.

``Estamos convencidos de que para ello es preciso abrir posibilidades a la inversión privada, nacional y extranjera, pues la inversión pública es insuficiente frente a las condiciones de competencia y las graves carencias sociales'' que deben enfrentar los países de la región.

Ante destacados ingenieros y arquitectos de América Latina, el Ejecutivo Federal adelantó que, en el presupuesto de 1997, propondrá a la Cámara de Diputados dar ``la mayor atención posible'' a los programas de desarrollo social e impulsar la inversión en infraestructura para consolidar la reactivación económica.

``En conjunto, se prevé que la inversión física impulsada por el sector público para el próximo año será de más de 122 mil millones de pesos; esta cifra representa un incremento de más de 25 por ciento en términos reales respecto de este año, y es equivalente a casi cuatro por ciento del PIB estimado para 1997, el porcentaje más alto de los últimos diez años''.

Se calcula que en 1997 el PIB será de aproximadamente tres billones 50 mil millones de pesos (alrededor de 381 mil millones de dólares).

La iniciativa presidencial que se enviará en noviembre incluirá por primera vez la previsión de la inversión pública en dos modalidades:

Primera, conforme al esquema tradicional de la inversión pública, que consiste en realizar proyectos de infraestructura con recursos públicos.

La segunda consiste en contratar con empresas particulares, mediante licitación pública en los términos de la ley, la realización de proyectos prioritarios de infraestructura, con financiamiento privado obtenido por las mismas empresas.

En el encuentro, realizado en un hotel de Chapultepec, el presidente Zedillo abundó sobre la nueva fórmula de participación de los capitales privados:

``Se trata de proyectos con los que se producirán bienes y servicios; una vez terminadas las obras generarán un ingreso por la venta. Con ese ingreso, el sector público pagará anualmente las obligaciones contraídas con las empresas hasta amortizar completamente los proyectos, momento en que las obras podrán regresar a ser del dominio público.

''Esta modalidad tiene la enorme ventaja de evitar al sector público tomar recursos fiscales para la realización de esas obras, lo que nos permitirá dedicar los recursos a otros proyectos de alta rentabilidad social, pero que no generarán un ingreso propio'', expuso el mandatario.

Con la segunda modalidad de inversión, explicó Zedillo, se promoverá la inversión privada en proyectos de hidrocarburos, electricidad y construcción, conservación y modernización de carreteras. En el terreno de los hidrocarburos, dijo, se estima un aumento de la inversión cercano a 60 por ciento en términos reales; en carreteras y agua el incremento estimado será cercano a 15 por ciento real en relación con el presente año.

También reveló que se fortalecerá el programa de empleos temporales para generar aproximadamente un millón de trabajos en las zonas rurales ``de muy bajos ingresos, con recursos que se aplicarán a proyectos para la construcción de infraestructura productiva, especialmente caminos e infraestructura de servicios especiales''.

``Hoy sabemos que una economía de mercado, en un marco de libertad internacional para el intercambio de bienes, servicios e información, impulsa el desarrollo de nuestras naciones; un desarrollo que quiere decir crecimiento económico, mejor distribución de la riqueza y un régimen político de libertades y democracia'', dijo.

El Presidente aseguró que en México se ha intensificado un cambio estructural que ahora permite unir esfuerzos privados y públicos para ampliar la infraestructura. ``Este cambio implica dejar atrás el concepto de Estado omnipresente, absolutamente dominante de la economía...''.

Por lo tanto, añadió, se transformó la legislación que impedía la participación social en el desarrollo de la infraestructura. ``Contamos con nuevas normas en materia de ferrocarriles, aeropuertos y aviación civil; además de una nueva ley en materia de telecomunicaciones''.

Zedillo sostuvo que México ya se encuentra en ``franca recuperación'' y que la industria de la construcción es muestra de ello, pues 67.5 por ciento de las empresas afiliadas a la cámara nacional del ramo reportaron haber tenido actividad durante ese periodo; la utilización acumulada de la capacidad instalada en la primera mitad del año fue de casi 66 por ciento. En términos globales la industria de la construcción registró en agosto un aumento de 19 por ciento respecto del mismo mes de 1995.

Durante la inauguración del congreso, el mandatario entregó los premios Lieberman a los ingenieros Juan Antonio Bali y Crescencio Ballesteros y a Jorge Rolando Zárate.