Son eliminadas sin control 550 toneladas al día de desechos infecciosos
Los hospitales del país generan diariamente 550 toneladas de desechos infecciosos y carecen de infraestructura para su tratamiento. A pesar de que el sistema nacional de salud cuenta con incineradores para su manejo, menos del 1 por ciento opera adecuadamente, por lo que el déficit para su eliminación total es casi de cien por ciento.
Estas cifras no consideran la generación de los residuos de clínicas veterinarias ni de instalaciones aduanales, que según el Instituto Nacional de Ecología (INE), representan 50 por ciento adicional.
En promedio, cada cama genera un kilogramo de residuos hospitalarios y el costo para su tratamiento es de nueve pesos, en tanto que la inversión anual necesaria para adquirir tecnologías más limpias para su eliminación suma 969 mil pesos, informó el organismo.
Puesto que las instituciones de salud carecen de la tecnología adecuada para el tratamiento de esos residuos, han emprendido la búsqueda de mecanismos para cumplir con la norma que entrará en vigor el próximo 3 de diciembre y que establece los requisitos básicos para el tratamiento y disposición final de los residuos.
La norma oficial señala como residuos biológico infecciosos la sangre -plasma, suero y paquete globular-, tejidos, órganos, partes y fluidos corporales que se remueven durante las necropsias y cirugías, y muestras biológicas para análisis clínicos y microbiológicos.
Entre las tecnologías autorizadas por la norma para el tratamiento de los desechos están la inactivación térmica, esterilización por irradiación, por microondas, con gas/vapor, con vapor, desinfección química e incineración.
En pocas instalaciones se da tratamiento adecuado a estos desechos, pues tan sólo en una visita que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente realizó a 249 instalaciones hospitalarias, encontró que éstas cumplen parcialmente con los requerimientos legales correspondientes.
Entre las irregularidades más frecuentes que se cometen en esos sitios están la falta de envasado adecuado de los residuos en función de sus características, almacenamiento inapropiado e inexistencia de contenedores adecuados, así como la falta de etiquetado y registro como generadores de desechos peligrosos.
Tan sólo en el Distrito Federal hay 32 incineradores en hospitales oficiales que no son utilizados pues esta tecnología genera dioxinas cuyos efectos cancerígenos son más dañinos para la población, indicó el director de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud, Gustavo Olaiz.
Explicó que el Sistema Nacional de Salud cuenta con 900 hospitales y hay cerca de 2 mil 500 privados. De éstos últimos la mitad no trata adecuadamente los residuos sólidos. La mayoría son hospitales pequeños de zonas suburbanas o rurales.
Explicó en entrevista que las instituciones nacionales de salud generan diariamente un kilo de desechos hospitalarios por cama, y las unidades rurales cerca de medio kilo.
Algunos hospitales de comunidades muy pequeñas tienen más problemas para hacer un tratamiento adecuado, porque el municipio no cuenta con relleno sanitario ni instalaciones cercanas para realizar ese proceso, agregó.
Antes de ser confinado el residuo, explicó, se busca neutralizarlo para evitar que en su proceso natural de descomposición llegue a los mantos acuíferos. El problema es que cuando no se confinan adecuadamente estos residuos y se tiran en cualquier lado, pueden ser un factor para la dispersión de enfermedades, lo cual ocurre también con hospitales del sector oficial, dijo.
Aunque 30 por ciento de los residuos están en estado líquido, el sector salud nunca los descarga en el drenaje, dijo. No descartó, sin embargo, que pueda darse un mal manejo de los mismos.
A pesar de que no todos los residuos llegan a los confinamientos, sólo hay tres en el país y se ubican en Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal.
De los residuos que se generan en una ciudad 3 por ciento son hospitalarios y de ellos 40 por ciento son peligrosos, mientras de las 550 toneladas de residuos biológicos que se vierten diariamente en el país, 300 corresponden al Distrito Federal. (Angélica Enciso y Alma Muñoz).