La Jornada 4 de noviembre de 1996

Embate final de Clinton; Dole, por un milagro

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 3 de noviembre ``Al llegar más y más cerca a la elección, el trabajo pasa de mis manos a las suyas'', afirmó el presidente Bill Clinton a su público en una iglesia afroamericana en Tampa, Florida, y, en 48 horas, esas manos decidirán si el candidato demócrata ganará este estado clave, el cual durante los últimos 20 años ha sido republicano en su voto presidencial. Mientras, su contrincante Bob Dole

siguió casi sin dormir para continuar su maratónica gira por unos 15 estados, día y noche, para crear lo que muchos analistas ya caracterizan como un milagro: una victoria este martes.

Clinton viajó al sureño estado de Florida, donde está empatado con Dole, y viajó también al noreste, con el propósito de promover el voto nacional tanto para él como para candidatos demócratas al Congreso y hacer una última ofensiva en estados donde aún esta cerrada la competencia con Dole.

A Nueva Jersey pasó a fin de apoyar la candidatura para el Senado de Robert Torricelli y se presentó en Massachusetts para hacer lo mismo con el senador John Kerry, y de ahí estará en la medianoche en un evento en Maine (estados donde en general el propio presidente tiene una cómoda ventaja). Al parecer, compitiendo con Dole por el premio de quién puede desvelarse más, Clinton tiene programada su llegada a New Hampshire, donde dormirá, a las 3:30 de la madrugada.

A su vez, Dole dedicó gran parte de esta jornada dominical a dar la batalla crítica y, según las últimas encuestas, cada día menos positiva, por California y pasando por otros estados más. Continuando sus constantes ataques al manejo ético de la Casa Blanca por parte del presidente, Dole una y otra vez hizo énfasis en el tema de la ``confiabilidad'' del primer mandatario.

``Hemos tenido suficiente de Bill Clinton, no es un cuate malo, pero es tiempo de que regrese a Arkansas'', dijo hoy en Nebraska. Advirtió que si los estadunidenses lo mantienen en la Casa Blanca por otros cuatro años, Clinton se va pasar ``la mitad de su tiempo con las investigaciones''.

En California aseveró que ``la Casa Blanca no está a la venta'', en alusión a la percepción de que se vende el acceso a esa mansión. El mensaje fue repetido en los nueve estados que visitó sólo este fin de semana antes de llegar hoy a California.

Pero algunos líderes republicanos ya casi han cedido el triunfo de la elección presidencial a Clinton y, por lo tanto, enfocan todo su esfuerzo para mantener su mayoría en el Congreso. El líder de la mayoría del Senado, Trent Lott, comentó hoy que ``hay grandes problemas adelante para este presidente'', haciendo eco de lo que muchos esperan si los republicanos mantienen el control del Congreso: ampliar las investigaciones sobre las controversias que siguen volando alrededor de la Casa Blanca.

Su colega en la Cámara, Dick Armey, reiteró hoy el mensaje republicano: ``hay cuestiones reales de comportamiento ilegal por parte del presidente y todo su partido'', refiriéndose a las cuestionables contribuciones por parte de empresarios sudcoreanos y de Indonesia, entre otros.

Algunos analistas señalan ahora que estos ``escándalos'' empiezan a tener un impacto sobre el nivel de apoyo del presidente en las últimas horas de esta campaña, el objetivo del ataque republicano.

Las últimas encuestas nacionales indican que la ventaja de Clinton sobre Dole continúa reduciéndose, pero aún ésta mantiene la diferencia de unos 10 puntos, margen bastante decisivo a estas alturas, según los analistas. La encuesta de ABC News de hoy registra un apoyo de 51 por ciento para Clinton, 40 para Dole y 8 para Perot. La encuesta Pew reporta sus resultados con 49 por ciento para el presidente, 36 por ciento para Dole y 8 para Perot.

Aunque los demócratas no podrían haber esperado un ciclo electoral mejor para ellos, hay señales de que tampoco cuentan con un apoyo tan profundo ni tan amplio como se esperaría dada la constante ventaja de Clinton sobre sus retadores. El presidente ha logrado consolidar el apoyo de los diversos sectores de su partido, pero no es necesariamente apasionado ni convencido, más bien resultado de una opción limitada entre candidatos viables. La mayoría de los encuestados dice no confiar o considerar ``honesto'' a este presidente, según la cadena CNN, sin embargo votarán por él, porque el republicano no ha convencido de que representa una opción mejor.

Como resultado, esta recta final podría ser no tan dulce como esperaba Clinton, ya que dependiendo del nivel de participación en la elección y el afán de sus bases, el presidente podría no recibir el premio que tanto desea: una mayoría absoluta del voto popular (en la última elección, gano con 43 por ciento del voto popular, y ahora deseaba ganar más de 50 por ciento).

Mientras tanto, el candidato del Partido de la Reforma, Ross Perot, se paso el día terminando la grabación de un programa que será transmitido este lunes en la noche por cuatro canales de televisión nacional en los cuales el multimillonario ha comprado media hora en cada uno. Según algunas encuestas, Perot, y no Dole, es el beneficiario de la reducción de apoyo para Clinton en las encuestas, algo que en algunos estados donde la batalla electoral está muy cerrada, podría convertir al multimillonario tejano en un factor decisivo.

Las campañas para las elecciones legislativas también están concluyendo con intensa actividad entre los candidatos para los 435 curules de la Cámara de Representantes y los 34 (de 99) para el Senado. Esta es la competencia más observada desde hace un par de semanas, ya que la ventaja de Clinton en las encuestas se mantenía a niveles donde todo indicaba una elevadoa probabilidad de su triunfo.

El enfoque, por lo tanto, es quién se quedará con el control de la legislatura. Los demócratas necesitan agregar 18 curules a su número actual para retomar el control de la Cámara baja, y tres más en el Senado para hacer lo propio ahí. Aunque hay menos expectativa sobre las posibilidades de los demócratas en el Senado, sus dirigentes aún expresan su optimismo sobre la Cámara, a pesar de que recientes encuestas han señalado que esto será más difícil de lo pensado. Por cierto, el Washington Post y el Centro de Investigaciones Pew pronosticaron hoy que el Partido Republicano mantendrá su mayoría en ambas cámaras del Congreso