La Jornada 4 de noviembre de 1996

Niega Irak que un caza de EU haya disparado un misil sobre su territorio

Afp, Ap, Efe y Reuter, Bagdad, 3 de noviembre El Pentágono reconoció hoy que un caza F-16 estadunidense que disparó el sábado contra una presunta batería de misiles durante una misión de rutina al sur de Irak no fue iluminado por radar alguno, como se aseguró inicialmente. Horas antes, Bagdad rechazó que hubieran disparado contra una batería suya, y acusó a Washington de divulgar una ``noticia falsa'' para favorecer la reelección del presidente Bill Clinton en los comicios de este martes.

El Pentágono defendió en un comunicado el ataque del piloto al argumentar que instrumentos de su cabina le habían indicado que era seguido por un radar, y subrayó que bajo las reglas de enfrentamiento estaba autorizado a responder a lo que consideraba un acto hostil.

Aseveró que los análisis respaldaban los indicios iniciales de que hubo actividad de radar, pero señaló que estudios posteriores encontraron que no había indicios de radar por parte de los iraquíes. El Pentágono no precisó los daños que causó el cohete lanzado, del tipo HARM, y se limitó a señalar que continúa evaluando el ataque, ocurrido en la zona sur de exclusión aérea sobre Irak.

El vocero de la Casa Blanca, Mike McCurry, confirmó que el Pentágono realizaba un análisis sobre las circunstancias en que sucedió el incidente, y resaltó que el mismo era un hecho aislado y no una provocación del régimen de Bagdad.

Barry Toiv, otro vocero de la Casa Blanca, dijo que el F-16 efectuaba una misión de rutina en la zona de exclusión aérea cuando creyó haber sido iluminado por el radar de una batería de misiles tierra-aire, por lo que el piloto disparó un misil de alta velocidad antirradiación y luego regresó a sus base en Arabia Saudita.

La cancillería iraquí negó por su parte incidente alguno en el espacio aéreo del sur de Irak, y acusó a Washington de divulgar noticias falsas para ayudar a la reelección de Clinton. En una declaración difundida por la agencia INA, la cancillería sostuvo que Bagdad está comprometido con la decisión de no atacar los aviones de Washington Unidos y de sus aliados que patrullan las dos zonas de exclusión aérea impuestas tras el fin de la Guerra del Golfo, en 1991, una al norte del paralelo 36, para proteger a la población kurda, y otra al sur del 32, donde se concentra la minoría chiíta.

Irak se comprometió a no atacar a los aviones aliados luego de que Clinton ordenó en septiembre dos bombardeos contra la zona sur iraquí, después que tropas de Saddam Hussein incursionaron en la principal ciudad del norte de Irak, donde se encuentra la minoría kurda. Clinton decidió luego ampliar la zona de exclusión sur al paralelo 33, aunque la legalidad de ambas delimitaciones no ha sido aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU.

``Tales alegaciones carecen de base, ningún incidente de ningún tipo ha ocurrido en el espacio aéreo iraquí'', apunto la cancillería este domingo, y añadió que fabricar ese tipo de ``información falsa'' es parte del estilo electoral de ese país.

En otro orden, la directora ejecutiva de la Agencia Central de Inteligencia, Nora Slatkin, anunció una investigación de las acusaciones de dos ex analistas, hechas el miércoles pasado, en el sentido de que la CIA encubrió evidencias de que las tropas estadunidenses habrían sido expuestas a armas químicas durante la Guerra del Golfo. Sin embargo, rechazó de antemano que la CIA haya encubierto datos y calificó la disputa de distinta interpretación de informes de inteligencia.