La Jornada 5 de noviembre de 1996

El huevo, hasta $11.50 el kilo; quieren aumentar 30% a la carne

Patricia Muñoz y Laura Gómez El mercado del huevo se encuentra desquiciado. El básico se vendió ayer hasta 11.50 pesos el kilogramo, es decir, 1.50 pesos más que durante el pasado fin de semana; en tanto, productores agropecuarios anunciaron un probable incremento del 30 por ciento en el precio de la carne, y los distribuidores de sorgo pidieron a las autoridades fijar un precio base a este grano para frenar el coyotaje que afecta su comercialización.

A pesar de las ``exhortaciones'' que la semana pasada hicieran las autoridades de Comercio a los avicultores para que regresaran a los 8 pesos por kilogramo, el huevo no sólo no bajó, sino que en diversos establecimientos se elevó más.

En la Central de Abastos y grandes centros distribuidores de esta ciudad el huevo rojo se comercializó al mayoreo a entre 9 o 9.5 pesos el kilogramo, por lo que los distribuidores al menudeo lo ofrecen a entre 10.5 y 11.5 pesos.

En el caso del huevo blanco y el llamado ``semisucio'', que es de menor calidad, el kilogramo al mayoreo se vendió en esta misma Central a un precio de 8 y 8.5 pesos kilo, y los consumidores lo pagan uno o dos pesos más caro.

En tanto, en las tiendas de autoservicio las doceneras de huevo se ofrecieron a entre 6.5 y 8 pesos, sólo que cada paquete contiene entre 750 y 800 gramos. Prácticamente no se encontraron los kilos a 8 pesos como lo prometió la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial.

Los propietarios de hueverías reconocieron ``no saber'' a qué precio dar el producto, porque tienen la indicación de la Secofi de ofrecerlo a 8 pesos el kilogramo, pero lo están adquiriendo al mayoreo 50 centavos más caro, y no lo pueden vender más barato de lo que lo compran, ya que en ese caso preferirían cerrar o no vender.

Por su parte, en el Sistema de Información al Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la dependencia reconoce que hay ``disparidad'' de precios, ya que el producto se vende desde 8.50 hasta 11.50 el kilogramo.

Sostuvo que no se pueden cerrar ni sancionar establecimientos, así como tampoco fijar multas porque el precio del producto está totalmente liberado, no está controlado y no hay sustentos legales para aplicar castigos a los comerciantes.

Otro aumento a la carne

También se anunció que la Unión Nacional de Ganadería Ejidal (UNGE) de la CNC solicitará a las autoridades de Comercio un incremento de 10 por ciento en los precios al productor, debido al aumento de sus insumos. Sin embargo, como este porcentaje es aplicado por diversos intermediarios, convierte en un incremento del 30 por ciento para los consumidores.

El dirigente de la UNGE-CNC, Francisco Guereca Luna, advirtió que de no darse esta alza el sector social ganadero podría desaparecer. Estimó que unos 18 millones de mexicanos, que representan el 20 por ciento de la población, dejaron de consumir carne en los dos últimos años debido a la contracción de los salarios.

Explicó que el aumento al precio de la carne para el consumidor será, cuando menos, de 30 por ciento, ya que corresponderá a los intermediarios y a los tablajeros determinarla. ``La mayoría de las veces piden más de lo que se debe. Su voracidad no tiene medida, pero nosotros nada podemos hacer'', agregó.

Mencionó que de respetarse esos parámetros, el kilo de bistec pasaría de 30 a 39 pesos, la carne molida costaría 28.60, y el retazo de res 26 pesos en los mercados, mientras en las tiendas de autoservicios los precios serían mayores.

Por otra parte, el Consejo Mexicano del Sorgo informó que se reunirá la próxima semana con funcionarios de las secretarías de Agricultura y Comercio para determinar un precio base de mil pesos para la tonelada del grano de mil pesos, a fin de evitar el coyotaje que se presenta en entidades como Guanajuato, Jalisco y Michoacán.

Asimismo, indicó, se les exigirá poner un alto a las importaciones procedentes de Estados Unidos y otorgar un lugar a los productores en el Comité de Cupos, para regular las compras en el exterior.

Urbano Ortiz Carranza, presidente del Consejo, advirtió que de continuar esta política ``malinchista'', miles de productores estarían en peligro de perder su fuente de trabajo, debido a que de 25 mil sorgueros sólo 8 mil son de alta productividad.