La Jornada 5 de noviembre de 1996

Matan en Puebla a siete miembros de una familia por practicar brujería

La Jornada de Oriente, Puebla, Pue., 4 de noviembre En la junta auxiliar de Duraznotla, siete miembros de una familia -cuatro adultos y tres menores de edad- fueron asesinados a machetazos y balazos por practicar presuntamente la brujería y haber causado la muerte de dos infantes mediante un hechizo.

Los hechos ocurrieron la noche del sábado pasado en Duraznotla, comunidad indígena de 400 habitantes del municipio de Vicente Guerrero, en la Sierra Negra de Puebla.

Los vecinos reportaron que al escuchar gritos en la casa de Eduardo Quiahua Maxistle se dirigieron a ella y detuvieron a Florencio Chipahua Hernández, Amador Cuacuixtle y Constantino Chicahua Hernández, quienes intentaban matar al último miembro de la familia victimada.

Florencio Chipahua admitió ante el Ministerio Público haber dado muerte a los siete miembros de la familia de Eduardo Quiahua, y que junto con los otros dos detenidos primero asesinó a machetazos y luego dieron dos tiros de gracia a cada una de sus víctimas.

Tanto Florencio Chipahua como su esposa, Sebastiana Calihua, justificaron el homicidio indicando que Eduardo Quiahua mató a sus hijas Zelerina y Zeferina, al haberlas hechizado. Agregaron, que los demás miembros de la familia ultimada también practicaban la brujería.

La única sobreviviente de la matanza fue Verónica Quiahua Temoxtle, de 15 años de edad, quien sufre lesiones provocadas por un machetazo.

La joven relató que al ser herida fingió estar muerta, y cuando los vecinos del lugar llegaron hasta donde se cometió el homicidio múltiple, los asesinos revisaron si la adolescente aún vivía.

La averiguación 029/96/1a. de la agencia del Ministerio Público de Tehuacán indica que las personas asesinadas son Eduardo Quiahua, el padre, de 60 años de edad; su esposa, Andrea Temoxtle Panzo, de 45 años; Francisco y Filemón Quiahua de 20 años; Tranquilino Quiahua de 16 años; Jovita Quiahua, de 12 años, y Patricia Quiahua, de 8 años.

Por la tarde de este lunes, vecinos de Duraznotla exigieron en la Procuraduría General de Justicia del Estado que se castigue a los homicidas.

Pidieron asimismo la exhumación de los restos de Zelerina y Zeferina Chipahua, con el fin de demostrar que no murieron por brujería