Fácil reelección de Clinton
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 5 de noviembre Bill Clinton ganó hoy fácilmente su reelección como presidente de Estados Unidos con una propuesta política que, en gran medida, fue más conservadora que la de Richard Nixon en los setentas. Pero al mismo tiempo, esta elección ofreció otro dato: una mayoría del electorado confesó en los sondeos de salida de casillas haber emitido su voto ``con reservas''.
Los primeros resultados de esta noche indicaron que Bill Clinton probablemente recibirá un 50 por ciento del voto popular. Si Clinton alcanza esa cifra mágica, finalmente podrá declarar que obtuvo un mandato claro, algo que le fue negado en 1992, cuando sólo recibió el 43 por ciento del voto.
Pero el presidente demócrata puede consolarse pensando que, mientras que el margen del voto popular está relativamente cerrado, él ha logrado una victoria abrumadora en el importante Colegio Electoral, donde las proyecciones esta noche indican que Clinton ganará por lo menos 375 de los 538 votos electorales en total. Hasta el momento contaba con 361 votos electorales.
Con cuatro estados aún sin decidirse al cierre de esta edición, Bill Clinton ganó mayorías en 31 estados y en el Distrito de Columbia, mientras que Bob Dole ganó 15 estados. Pero según la cadena ABC, las primeras proyecciones muestran que este año, menos de la mitad de los ciudadanos con derecho a voto, un 49 por ciento, decidió ejercerlo.
Al aceptar su triunfo esta noche, Clinton proclamó que ``esta noche, el centro vital americano está vivo y en buen estado''. Su mensaje subrayó sobre todo la unidad entre los políticos en Washington y una invitación a la cooperación bipartidista con el Congreso.
``Es hora de poner al país por delante del partido'', aseguró ante cientos de sus seguidores en Little Rock, y declaró que el mensaje del electorado esta noche es ``trabajen juntos''. Y concluyó: ``nuestros mejores días aún están por adelante''.
``El pueblo estadunidense ha hablado esta noche y nos ha dicho que tenemos que avanzar'', sostuvo Clinton ante miles de entusiastas partidarios frente la mansión del gobernador en la capital de su estado natal, Arkansas.
``Nuestro viaje no ha concluido, tenemos trabajo que hacer'', añadió, y pidió la unidad del país para asegurar ``el futuro de America''. Expresó su gratitud a su familia y a su equipo de gobierno, a todos, incluida su escolta del Servicio Secreto, y claro, a la dirigencia y a las bases de su partido, a casi todo mundo en el gobierno, hasta a su ministro religioso y a su contrincante, Bob Dole, ``por su servicio'' a este país.
``Hace cuatro años procedimos para cambiar el curso de Estados Unidos... para mantener el sueño americano para todos aquellos dispuestos a trabajar por él.... Para mantener a America como la fuerza más poderosa por la paz y prosperidad'', dijo el presidente. Invito a entrar con optimismo al nuevo siglo, y reiteró sus promesas de trabajar para elevar el nivel educativo, crear empleos, trasladar a los pobres ``del welfare a la dignidad de un empleo'' y de enfrentar el crimen.
``¿Me ayudarán a hacerlo? Tenemos que hacerlo juntos'', afirmó. Propuso trabajar y tomar decisiones para reformar el financiamiento de campañas. También planteó una agenda internacional ``para terminar los asuntos no finalizados de la guerra fría'' y promover un mundo más seguro. Y retomó el lema de su campaña: ``tenemos que construir el puente al siglo 21''.
Pero al final, la competencia presidencial fue más cerrada en el voto popular de lo que los analistas y las encuestas habían pronosticado. Los datos iniciales sugieren que Bob Dole podría ganar el 42 por ciento del voto popular, y que Ross Perot obtendría el 7 por ciento.
``Esta retórica de los republicanos sobre el carácter nos ha costado'', comentó un estratega del Partido Demócrata. ``Esta última semana nos mató''. La constante crítica de Dole en el tema de ``carácter'' y ``confianza'' y su gira maratónica de 96 horas por 15 estados al final de su campaña aparentemente convenció a algunos votantes de que las controversias vinculadas con la Casa Blanca ofrecían una razón suficiente para rechazar a Clinton.
Pero a pesar de este esfuerzo de última hora ya estaba claro, aun para Dole, que probablemente no sería coronado esta noche. ``Pase lo que pase, se va a sentir bien'', dijo Dole al emitir su voto en Russell, Kansas, antes de abordar un avión para regresar a Washington esta noche y esperar los resultados. ``Qué gran finale ha sido esto''.
Aún en la derrota, la campaña de Dole siguió sufriendo el mismo tipo de errores de descoordinación que afectó el esfuerzo proselitista desde un inicio. Antes de que cerraran las casillas en California, un comunicado del secretario de prensa admitiendo la conclusión de esta elección fue ``accidentalmente'' difundido a la prensa más de una hora antes de que Dole presentara su discurso para admitir que había sido vencido.
Y finalmente, a las 21:25 horas locales, el presidente Clinton recibió la tradicional llamada telefónica de su contrincante para felicitarlo por su triunfo, según informó el vocero de la Casa Blanca Michael McCurry.
A las 22:30, Dole se presentó en sus cuarteles de campaña en Washington para reconocer su derrota y dar las gracias a su equipo y a sus partidarios. ``Gracias, Bob, gracias Bob'', corearon sus seguidores.
``Al bajar aquí estaba pensando que mañana será la primera vez en mi vida que no tendré que hacer'', declaró Dole. Celebró el hecho de que su partido mantendrá su mayoría en las dos Cámaras del Congreso y concluyo su breve discurso invitando a los jóvenes a involucrarse en la política. Dijo que habló con Clinton ``a quien dije que le deseo bien, y comprometo mi apoyo... Lo felicité y le dije algo que le he dicho siempre: que él era mi rival político, no mi enemigo''. Insistió en que ``aún soy el hombre mas optimista de Estados Unidos''.
Sin embargo, la noche fue de Clinton, quien hoy se convirtió en el primer presidente demócrata reelegido para un segundo periodo desde Franklin Delano Roosevelt, en 1936, y el segundo demócrata reelegido para la Casa Blanca desde Woodrow Wilson en este siglo.
La reelección de Clinton era casi segura desde las 20:00 horas locales. Una hora y media después, las principales cadenas de televisión indicaban que había ganado ya 24 estados, con un total de 284 votos electorales, más que suficientes para permanecer en la Casa Blanca por otros cuatro años.
El presidente logró vencer a Dole en los importantes estados de la faja industrial del medio-oeste y arrebató Florida a los republicanos. Y cuando apenas cuatro estados occidentales estaban por cerrar urnas, entre ellos California, las principales cadenas televisivas coronaron a Bill Clinton, de 50 años. Poco después se anunció el triunfo del presidente en California, donde consiguió 54 votos electorales.
``Esta es la última campaña de mi vida'', declaró hoy un Clinton claramente satisfecho, mientras sus asesores ya estaban discutiendo los cambios de personal en la Casa Blanca.
Entre los altos funcionarios y miembros del gabinete que esperan retirarse próximamente se encuentran el jefe de gabinete, Leon Panetta, el secretario de Estado, Warren Christopher, el asesor presidencial, George Stephanopoulos, el secretario de Vivienda, Henry Cisneros, y se rumora que también partirán el secretario de Defensa, William Perry, y la procuradora general, Janet Reno.
No obstante, las celebraciones de esta noche en Little Rock fueron algo moderadas, pues los asesores del presidente todavía estaban preocupados tanto por un último incremento del apoyo para Dole, que aparentemente ha robado una mayoría absoluta para el presidente, como por la incertidumbre en torno a la conformación del Congreso.
Pero aunque Clinton podrá no haber logrado una victoria arrolladora en el voto popular, el muy importante voto del Colegio Electoral, constituido estado por estado, le ha otorgado un voto abrumador. Dos de los estados electoralmente clave, Florida y Ohio --ningún republicano ha ganado jamás la presidencia sin triunfar en este último estado--, estuvieron entre los primeros en ser declarados a favor de Clinton, según los primeros resultados. El presidente, según se informó, estaba particularmente feliz por su triunfo en Florida, estado donde ningún candidato presidencial demócrata había logrado ganar en 20 años y proverbial bastión republicano.
En Florida, la estrategia de los demócratas de proyectar a los republicanos como amenaza para los programas de salud para los ancianos fue clave para su victoria, y líderes de la comunidad cubana reconocieron que Clinton ganó casi un 30 por ciento en dicha comunidad, mucho mejor desempeño que el 18 por ciento de ese voto que Clinton obtuvo en 1992.
Sondeos efectuados entre votantes indicaron este martes que Clinton ganó esta elección en parte por la percepción del buen estado de la economía, en parte por temores de que los republicanos podrían ser demasiado radicales en sus propuestas para recortar los beneficios sociales, especialmente los relacionados con los jubilados y los ancianos.
De acuerdo con la cadena televisiva ABC, el voto femenino también fue importante para Clinton, ya que según sondeos, recibió un 55 por ciento del voto de las mujeres, comparado con sólo el 45 por ciento de los hombres.
También Clinton habría obtenido el 78 por ciento del voto de origen latino, según datos de la cadena Univisión.
Casi seguramente los demócratas empezarán a pronosticar mañana que el fuerte apoyo de Clinton registrado en el sur de la unión americana es el primer indicio de que su partido podría revertir la creciente fuerza del Partido Republicano en esa región.
Pero el analista político y escritor Michael Lind advirtió esta semana en la revista New Yorker que la victoria de Clinton ``no cambiará el hecho de que en este tercio final del siglo 20 la Casa Blanca habrá sido ganada por sólo dos demócratas, y que ambos fueron ex gobernadores bautistas del sur, moderadamente conservadores, que basaron sus carreras en distanciarse de su partido norteño secular y liberal''.
De hecho, existe un consenso en torno a que esta victoria demócrata de Clinton se debió a un cambio de estrategia luego de la derrota de su partido en las elecciones legislativas de 1994, y que dicha estrategia implicó una derechización de la posición política de este líder y de su equipo en la Casa Blanca.
Ahora, estos mismos estrategas tendrán el privilegio de responder a los críticos al interior de su partido de que, como se ha visto, el triunfo fue conquistado gracias a un corrimiento al ``centro'', esto es, a la derecha.
Desde el comienzo del día, Wall Street ya demostraba su tranquilidad ante los resultados de esta noche, y terminó el día con optimismo, con el promedio Dow Jones disparándose en 40 puntos.
¿Y Ross Perot?
A pesar de una campaña en la que gastó 2 millones de dólares durante el último día de su esfuerzo, el multimillonario texano Ross Perot no fue capaz de generar el mismo nivel de entusiasmo que hace cuatro años, y aparentemente conseguirá un 8 por ciento del voto popular, cifra bastante inferior al 19 por ciento que obtuvo en los comicios de 1992.
No obstante, este nivel de apoyo asegura a su partido una continuidad dentro de la política de este país, y esta noche aseguró a sus partidarios que no se retirará. ``Debemos conseguir una reforma de (el financiamiento de) campañas'', declaró en Dallas. ``Tendremos que pararnos en la puerta y mantener la presión''.