Jorge Alberto Manrique
Edmundo O'Gorman y José Gaos: al año

Acaba de aparecer el volumen VIII de las Obras completas de José Gaos, que viene cuidando Fernando Salmerón (``Nueva Biblioteca Mexicana, UNAM). Este contiene dos libros publicados por Gaos en 1952 y 1954: En torno a la filosofía mexicana, y Filosofía mexicana de nuestros días, así como una gran cantidad de estudios sueltos, muchos nada fáciles de conseguir, amén de no pocos inéditos encontrados en el archivo del filósofo. En ellos se ocupa de filosófos, historiadores o literatos, y muy preponderantemente --con Antonio Caso, Eduardo García Máynez y Alfonso Reyes--, de Edmundo O'Gorman en varios escritos de diverso carácter. Ha pasado un año de la muerte de Edmundo O'Gorman y me parece buena ocasión para recordarlo el traer a cuento la relación escrita entre éste y Gaos, que fue maestro, amigo, y con quien cultivó la relación de las ideas, cercanas en mucho, a veces sin embargo con cierta tensión.

Recuerdo, estudiante en la Facultad, que O'Gorman, Gaos y Justino Fernández se esperaban un día a la semana, a las 20 horas, para cenar juntos ya fuera en el Playa Bruja, a una cuadra de la casa de don Justino, en camino hacia la de don José, que vivía aún en la Cuauhtémoc, y no tan lejos de la de don Edmundo, que fue siempre sanangelino; o bien a la casa de este último: de uno de esos convivios salió La cena de los aforismos.

El volumen trae un prólogo de Leopoldo Zea, quizá su discípulo más cercano en el tema de la filosofía de lo mexicano. Digamos que casi le correspondía a él por derecho abrir el tomo que se refiere a un modo de filosofar que Gaos apoyó y casi prohijó. El prólogo de Zea responde a la expectativa, combinando las ideas del maestro con la justificación de las propias.

En su ``Nota del coordinador de la edición'' Salmerón no sólo da razón de la estructura del volumen y su contenido, sino que es más analítico y penetra en las ideas mismas del autor. Así lo hace al tratar sus opiniones sobre O'Gorman, deslindando incluso las propias variaciones que fue teniendo Gaos a este respecto a lo largo de los años.

El primer texto importante de Gaos sobre O'Gorman, se refiere al primer libro teórico de éste, quien se lo dedicó: Crisis y porvenir de la ciencia histórica. Es una ``Carta abierta...'' publicada en 1947. En él se felicita por la crítica que ahí se hace de la historiografía tradicional vigente, positivista o cientificista, que pretende una verdad absoluta alcanzable en el manejo de los hechos históricos, y que considera a ésos dotados de una entidad ajena al sujeto que los predica. Así como de la forma en que ``ha beneficiado'' las enseñanzas de Heidegger y aun lo ha ``superado'' al historizarlo. Y previene de un malentendido posible en los lectores, que tomarían quizá el libro como la propuesta de una ``historia filosófica'', y se da a explicitar él mismo el texto a su modo (lo que hará en otras ocasiones), para concluir que sólo un verdadero historiador, como O'Gorman, podía levantar la tapa de la crisis de los fundamentos del historiar, a partir de su propia crisis lógica y vital.

El comentario más extenso y más entusiasta de Gaos es el que hizo a La idea del descubrimiento de América... También aquí da su propia explicación de las ideas del historiador O'Gorman, y especialmente celebra la concepción del hecho histórico y la justificación de las concepciones o ideas como verdaderos hechos. Si Crisis y porvenir... es el planteamiento, La idea del descubrimiento... es la puesta en acto, en la crítica a la concepción histórica del ``descubrimiento'', como al cuidadoso análisis de cómo se estableció éste, desde Colón y su hijo Fernando hasta Alejandro von Humboldt y su Cosmos, y cómo degenera en la historiografía posterior. Alaba tanto su fundamento filosófico como su rigor metodológico e incluso su condición artística en la factura, para proponerlo como la obra más importante sobre América después de Humboldt y, en este siglo, como historia de las ideas superior a las obras de Dilthey.

Curiosamente, Gaos no escribió sobre el libro quizá cumbre de don Edmundo, La invención de América, pero sí sobre un texto suyo, ``América'', que resume éste y La idea... En ``Historia y ontología'', enriquecido por notas inéditas que saca Salmerón del archivo, toma una cierta distancia en lo que refiere a la estructura conceptual del hecho histórico. Conservando su admiración, otro tanto pasa en el complejo texto de homenaje ``O'Gorman y la idea del descubrimiento de América'', libro que hicimos, encabezados por Juan A. Ortega y Medina, para celebrarle sus 60 años. El proceso del pensamiento de Gaos había producido esta distancia.

En otros textos se ocupa de la polémica con Marcel Bataillon acerca del descubrimiento o hace referencia a la edición aumentada, en inglés, de La invención. Desde luego ya no conoció la obra posterior de O'Gorman. Salmerón recoge un texto inédito, ``Ofrecimiento de un banquete a...'' escrito en ocasión de su ingreso en 1964 a la Academia Mexicana de la Historia (de la que después sería director largos años); en él --genio y figura...-- no deja de filosofar sobre la figura de O'Gorman, alabando su vitalismo como parte integrante de su quehacer, pero también bromeando con que estuvo a un pelo de que la frivolidad pudiera empañar su obra.