Relevo sin injerencias, pide Sarukhán
Elena Gallegos Cuando le preguntaron si era posible evitar que se politizara el proceso de sucesión en la UNAM, José Sarukhán admitió que es ``muy difícil'' conseguirlo porque a la Universidad, campo abierto y permeable por naturaleza, no se le puede poner ``una valla de acero impenetrable''; pero deseó que no se caiga en ``tentaciones externas'' y la institución pueda vivir el relevo sin injerencias.
Luego, y ante la insistencia de los reporteros, Sarukhán aseguró que no tiene favoritos en el proceso -se barajan 21 nombres de quienes podrían sucederlo en la Rectoría a partir de enero de 1997-, y dijo que la comunidad está tranquila, sabe muy bien cómo conducirse en una situación como ésta y tiene plena conciencia de lo que la casa de estudios necesita.
El rector concedió una entrevista en Los Pinos luego del acto en que el presidente Ernesto Zedillo inauguró la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Ahí comentó también que no sabe si la Junta de Gobierno lo consulte sobre los retos y las necesidades de la Universidad. ``En el proceso pasado a mí se me citó como candidato'', recordó.
-¿Cómo evalúa su gestión? -preguntaron los reporteros.
-Eso le toca hacerlo a la comunidad universitaria -respondió-. Yo ya he presentado un informe muy objetivo (la semana pasada). En él está lo que se hizo, sus efectos.
-¿El principal reto para su sucesor?
-Seguir considerando que la Universidad es una institución eminentemente académica que debe normarse, por lo mismo, por principios y valores estrictamente académicos, teniendo en cuenta que el motivo y el objetivo de su funcionamiento son los profesores, investigadores y alumnos.
-¿Está la UNAM a la altura de los desa-
fíos que enfrenta el desarrollo de México?
-Siempre he dicho que las instituciones universitarias en todo el mundo se han movido al ritmo de las necesidades de su sociedad, si no, no hubieran perdurado. No tengo duda que es el caso de la UNAM. Ninguna otra institución en el país hace la investigación que se hace en la Universidad Nacional, ni destina la cantidad de recursos humanos y económicos que nosotros destinamos. Es quizá éste el mejor ejemplo del contacto que la Universidad tiene con las necesidades del país.
En cuanto al posgrado, tema que se trató especialmente en el acto con el Presidente, el rector sostuvo que en los últimos años en la UNAM se ha duplicado el número de doctorados y señaló que esa institución ``por el número de posgrados que ofrece'' será central en el esfuerzo que minutos antes se había anunciado para lograr que la mayor parte de los profesores de tiempo completo de las universidades del país cuente con estudios posteriores a la licenciatura.
Finalmente, se le preguntó sobre el pase automático y la posibilidad de que éste desaparezca. Sólo dijo que es un tema en el que la comunidad reflexiona y que será ésta, a través de sus órganos, la que decida.
Se negó a hacer llamados para que no se permita la injerencia externa en el proceso de sucesión. Convino tajante: ``la comunidad no los necesita, está muy clara de lo que quiere hacer. El clima interno es muy saludable y la gente tiene una idea muy clara de cómo participar en un proceso como el que vivimos. Ahí no tengo preocupaciones. Ojalá no haya tentaciones externas''.