La Jornada 7 de noviembre de 1996

Para sustituir a Christopher suenan George Mitchell y Sam Nunn El presidente preferiría a Colin Powell: analistas

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 6 de noviembre Un día después de la reelección de Bill Clinton, tres de sus secretarios más poderosos y su jefe de gabinete han anunciado su retiro del gobierno, y se esperan cambios aún más extensos en la conformación del gabinete del segundo mandato de esta administración.

El retiro de los secretarios de Defensa, William Perry, de Estado, Warren Christopher, y Comercio, Mickey Kantor, podría crear un vacío político durante unos meses, y aunque no es inusual una transición de esta magnitud entre el primer y segundo periodo de una presidencia, hay un intenso escrutinio sobre quienes conformarán el poder Ejecutivo y su impacto en la política nacional e internacional.

Al parecer, Clinton actuará pronto, especialmente para nombrar al sustituto de su actual jefe de gabinete, Leon Panetta, lo que podría ocurrir este viernes. El mandatario indicó a los periodistas que viajaban a bordo del avión presidencial que lo trasladó de Little Rock a esta capital que pensaba convocar a una conferencia de prensa ``en los próximos dos o tres días'', para discutir asuntos de personal.

Pero su llegada a Washington estuvo dedicada a la celebración. ``Inicio este nuevo periodo con alto optimismo, energía renovada y con una gratitud profunda al pueblo estadunidense'', dijo Clinton durante un emotivo acto celebrado en la Casa Blanca esta tarde. Prometió llevar a su conclusión la agenda iniciada en sus primeros cuatro años y exhortó a su equipo a ``negarse a ser distraído'' por otros temas, referencia indirecta a las controversias que han circulado en torno a esta administración.

Pero el vicepresidente Al Gore casi se robó el acto cuando, al presentar a Clinton, aludió a su bien conocido pero nunca declarado deseo de ser el sucesor de Clinton. ``Primero Clinton, después Gore'', dijo bromeando, en lo que rápidamente calificó como un ``malentendido'', aunque el público partidista respondió con una ovación aprobatoria.

Sin embargo, la primera tarea que deberá enfrentar la Casa Blanca es manejar las esperadas renuncias de Panetta, jefe del gabinete, de Christopher, secretario de Estado, de Perry en el Pentágono y de Kantor en Comercio, así como la George Stephanopoulos, consejero presidencial.

Ya circula una lista de posibles candidatos a estos y otros cargos, y en ella figuran algunos republicanos. Desde hace tiempo se ha dejado conocer el deseo de incorporar a un republicano ``moderado'' en el gabinete, con dos propósitos: proyectar el mensaje de cooperación bipartidista y defender la Casa Blanca, en cierta medida, de los ataques del Congreso republicano al negociarse las iniciativas de gobierno.

Relevos bajo consideración para Christopher, quien ha indicado su deseo de abandonar el gabinete en unas semanas, incluyen al senador demócrata retirado George Mitchell, al senador Sam Nunn, a la actual embajadora ante la ONU Madeleine Albright, y a Anthony Lake asistente del Consejo Nacional de Seguridad de la presidencia. Para este puesto también están bajo consideración los senadores republicanos Richard Lugar o William Cohen. Algunos analistas indican que la preferencia de Clinton por sobre todos ellos es el ex general Colin Powell, pero esta se considera como una opción poco probable por el momento.

Perry ha aceptado quedarse en su puesto hasta que se encuentre a su relevo, y para Defensa, la Casa Blanca estaría considerando al senador Nunn, quien fuera influyente miembro del Comité de Fuerzas Armadas y es respetado en el Pentágono, o al actual director de la CIA, John Deutch.

No se ha hablado mucho sobre quién tomaría el mando en Comercio al retirarse Mickey Kantor, uno de los asesores políticos más cercanos del presidente Clinton en su primera elección, y principal negociador del Tratado de Libre Comercio y de otros más.

Los dos únicos secretarios importantes que aparentemente formarán parte del próximo gabinete de Clinton son el del Tesoro, Robert Rubin y la procuradora federal, Janet Reno.

Entre otros titulares de secretarías menos importantes que, se señala, estarían por abandonar el gobierno, se incluye a Henry Cisneros en Vivienda, Hazel O'Leary, en Energía, y Federico Peña, en Transporte.