Mantendré mi línea de opinión crítica, dice el consejero Zebadúa
Estimada Carmen: El 31 de octubre pasado, a propuesta de los partidos políticos, la Cámara de Diputados me designó consejero electoral del Consejo General del Instituto Federal Electoral. Esto me obliga, legal y moralmente, a asumir una posición con respecto a las labores que he venido desempeñando hasta ahora y a las que realizaré en un futuro. Las colaboraciones que cada semana publico en este diario desde agosto de 1985 tienen un valor especial para mí. Durante este tiempo he opinado sobre una diversidad de temas de carácter internacional, económico y político, una tarea que ha significado para mí un compromiso permanente con la realidad de nuestro país.
Primero bajo la dirección de Carlos Payán y ahora bajo tu conducción en esta nueva etapa del periódico, he encontrado en La Jornada un ambiente intelectual y político libre y estimulante que ha enriquecido mi trabajo durante más de diez años. La calidad y dedicación profesional de mis compañeros reporteros, editores y colaboradores de este diario ha sido una fuente permanente de inspiración.
En el artículo 41 de la Constitución Política se me impide, en mi calidad de consejero electoral, obtener remuneración alguna proveniente de fuente distinta a la del cargo mismo, pero no se me prohíbe continuar expresando opiniones sobre el acontecer político del país. Creo, al contrario, que es natural y necesario que continúe haciéndolo en estricto apego a lo establecido por la ley y las normas que rigen mi actividad como consejero electoral. Seguiré, por lo tanto, opinando y siendo crítico en los temas de la política nacional y el proceso electoral.
Al aceptar formar parte del Consejo General del IFE me comprometí a contribuir activamente al proceso de democratización de México: pienso hacerlo a través de mis ideas y mis acciones. Dejaré de colaborar semanalmente en La Jornada, pero lo haré de manera ocasional en relación a aquellos asuntos específicos de la agenda electoral y política del país sobre los que considere indispensable expresar mi posición. Te agradezco de antemano la posibilidad de seguir colaborando en La Jornada.
Afectuosamente
Emilio Zebadúa