Infimos ingresos por privatizaciones
Patricia Muñoz y Roberto González El cambio en el proceso de venta de la petroquímica y el desinterés de los inversionistas propiciaron que la captación gubernamental por privatizaciones alcanzara a septiembre de este año un monto de 283 millones de dólares, cuando se estimaba que ingresarían por este concepto 13 mil 500 millones de dólares a las arcas gubernamentales durante 1996.
Los indicadores económicos a octubre de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) revelan lo anterior, y precisan que apenas se ha captado el 2 por ciento de los ingresos estimados por privatizaciones para el presente año.
Se apunta en el documento que si bien el desarrollo de la infraestructura forma parte del programa gubernamental, la inversión privada nacional y extranjera hacia este sector ``no está fluyendo''.
El proyecto para crear una estructura física moderna y eficiente se ha visto limitado por diversos factores, entre los que destaca la disposición oficial de que en la privatización de la petroquímica el sector privado sólo podría participar con el 49 por ciento del capital total. A consecuencia de esta disposición, se dejarán de percibir ingresos por 5 mil 500 millones de dólares, estimó este organismo.
En lo que se refiere a carreteras, el problema financiero que se originó en el sexenio pasado disuadió de participar a concesionarios e inversionistas privados. Además, el desarrollo de nuevas fórmulas de crédito para la infraestructura carretera no ha tenido el éxito esperado, ya que al no resolverse los problemas financieros del sector ``no se garantiza la viabilidad de las carreteras, por lo tanto, no se despierta el interés privado para participar en su adjudicación'', añade.
Aunado a lo anterior, la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México se ha visto detenido por la disputa entre los grupos que buscan su sede; por un lado, los que desean la concesión para el estado de Hidalgo y, por otro, los que esperan que se construya en Texcoco. Este proceso se enrarece más por las evidencias de fraude en algunas empresas interesadas, factor que ha ocasionado que la licitación se vea frustrada, añade la Concamin.
Agrega que a un año y medio de su privatización, la industria naviera no ha arrojado los resultados esperados en la construcción de naves, a pesar de ser la única que no ha tenido problemas para su venta y a que ha registrado ingresos importantes.
Acerca de la privatización de la red ferroviaria comenta que la licitación de la ruta Chihuahua-Pacífico se declaró desierta debido a que dos de los tres grupos participantes se retiraron y sólo quedó el Grupo México como único licitante; sin embargo, como ello no respondió a las mínimas expectativas de participación, no se llevó a cabo la venta.
No obstante, se espera concretar la licitación de la ruta noroeste México-Laredo, para la cual hay 25 grupos interesados en adquirirla, y se promueven proyectos ambiciosos en la materia a nivel regional en los estados de Tabasco con empresarios de Chicago, y otros impulsados por el gobierno de Durango.
El documento de la Concamin establece que la desincorporación debe completarse para mejorar las condiciones de la infraestructura física, pues ``la modernización de estos sectores no puede ya provenir de préstamos o ahorros externos que comprometan al país financieramente''.
Añade que no es posible suspender las acciones de privatización, porque de lo contrario los cambios que se gestan a nivel internacional irán desplazando al país y con ello se retrasarían las oportunidades de desarrollo. Es decir, ``entre más se demore el proceso privatizador, el rezago en productividad y competitividad irá en aumento'', precisa el análisis de la representación del sector productivo mexicano