PRIMER ROUND
Miriam Posada García Agremiados de la lideresa Alejandra Barrios fueron motivo de conflicto, por segunda ocasión en la semana, al enfrentarse contra ambulantes de la dirigente Benita Chavarría en el Zócalo de la ciudad; en los hechos resultaron lesionados decenas de vendedores y transeúntes, de los cuales siete fueron atendidos por elementos de la Cruz Roja.
En lo que fue la primera gran batalla por las calles y banquetas del Centro Histórico en las proximidades de la temporada navideña, participaron alrededor de 400 vendedores armados con palos, fierros, piedras, botellas, palomas de pólvora y cualquier otro objeto que sirviera para atacar, muchos de los cuales fueron transportados hasta la Plaza de la Constitución en una camioneta Datsun roja con placas 830 HTT.
Choque entre ambulantes de distintas organizaciones
del Centro Histórico. Foto: Alfredo Estrella
El enfrentamiento tuvo dos etapas, una que inició alrededor de las 14:20 horas y la segunda a las 14:50, cuando un contingente de golpeadores, identificados como gente de Alejandra Barrios y encabezados por Rubén Jiménez, hijo de la dirigente, se avalanzó sobre los vendedores de Benita Chavarría que estaban ubicados sobre 20 de Noviembre.
En cuestión de minutos esa avenida se convirtió en un campo de batalla que se extendió hasta las calles de Venustiano Carranza, Pino Suárez, 5 de Febrero, Madero y Palma. Los invasores argumentaban que la delegación Cuauhtémoc les había otorgado permisos para ocupar las calles en conflicto.
Sin embargo, los ambulantes de Benita Chavarría dijeron que Alejandra Barrios pretendía ocupar todas las banquetas posibles y violar el acuerdo de respetar las calles asignadas a cada dirigente.
Por lo anterior, responsabilizaron a la delegación Cuauhtémoc de las lesiones provocadas a por lo menos 30 personas, de las cuales sólo siete fueron atendidas por elementos de la Cruz Roja, entre ellos dos transeúntes que se identificaron como Ricardo Meneses y José Montaño, así como el vendedor Manuel Ponce.
Los comercios ubicados sobre 20 de Noviembre cerraron sus cortinas y los compradores y transeúntes se resguardaron en las tiendas que quedaron abiertas.
Después de la segunda arremetida ambos bandos de comerciantes empezaron a retirarse de la zona.
La violencia que se generó hizo necesaria la presencia de aproximadamente 300 elementos del Agrupamiento de Granaderos, qienes también recibieron botellazos, pedradas y golpes.
Los policías, armados con escudos, toletes, gas lacrimógeno y mascarillas, después de un rato rodearon a los vendedores que todavía permanecían sobre 20 de Noviembre y los replegaron para reabrir la circulación en esa avenida.
El contingente se replegó hasta 5 de Febrero y minutos más tarde se dispersaron. La calma regresó al Centro Histórico cerca de las 18:00 horas; no obstante, el resguardo policiaco continuó.
Como en otros enfrentamientos, las dirigentes no estuvieron en el lugar de los golpes, pero esta vez tampoco acudieron de inmediato a la delegación para entablar las tradicionales negociaciones que suceden a cada conflicto por las calles.
En este sentido, el subdirector de Vía Pública, Antonio Romero, señaló que en cuanto bajara la tensión Alejandra Barrios y Benita Chavarría serían citadas a la delegación para aclararles que podrían regresar a ocupar las calles del Centro Histórico el 12 de diciembre, fecha en que iniciará la temporada navideña.
Al Zócalo capitalino llegó una unidad móvil de la séptima agencia del Ministerio Público para determinar si se iniciaría una averiguación previa; mientras tanto, los toreros y banqueteros reiniciaron sus actividades