No se legislará en este periodo para autorizar casinos; faltó consenso
Ismael Romero, Roberto Garduño y Patricia Muñoz La iniciativa de reformas para autorizar la instalación de casinos no entrará al Congreso de la Unión en este periodo ordinario de sesiones por la falta de consenso, incluso entre diputados y senadores del PRI, se informó ayer en el Senado de la República.
En un intento por llegar a un acuerdo con sus compañeros de partido, la secretaria de Turismo, Silvia Hernández, ordenó que se distribuyera entre los legisladores y a diversos medios de información un legajo de documentos para ``sensibilizarlos'' sobre los supuestos beneficios que traería aprobar la instalación de los centros de juego.
La estrategia falló. Ayer en el Senado, varios legisladores del PRI consultados al respecto dieron por hecho que la iniciativa no entrará en este periodo de sesiones e incluso pusieron en duda su viabilidad en este sexenio.
Entre quienes han defendido los casinos está el diputado panista Rodolfo Elizondo, presidente de la Comisión de Turismo. La semana pasada el legislador dio a conocer un estudio que su comisión ordenó hacer para justificar la aprobación del proyecto.
Entre sus conclusiones destaca que diez por ciento de los jugadores de Estados Unidos vendrían a México, y que de los 350 mil millones de dólares que se obtienen por las apuestas en casinos estadunidenses la décima parte se derramaría aquí.
La Secretaría de Turismo también defiende la autorización de los ``centros de entretenimiento'' y argumenta que la prostitución, la violencia y el lavado de dinero no están directamente relacionados con el juego legalizado.
En días recientes, un grupo de 126 diputados del PRI, PAN, PRD y PT suscribieron una carta para rechazar la instalación de casinos. Desde entonces, la intención de Silvia Hernández se vio mermada. Asimismo, legisladores del PRI, invitados a un desayuno con la funcionaria, acordaron no asistir. Sólo convivió con ella un grupo de 15.
Los casinos, espejismo económico: Coparmex
Los casinos son un ``espejismo económico'', pues la mayoría de las ganancias que generan se va al extranjero; se instalan con una mínima inversión y la mayor parte del empleo que crean es temporal, sostuvo ayer la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Según este organismo, son ``pobres'' los argumentos a favor de la instalación de este tipo de negocios en el país, contra los ``enormes'' perjuicios que conllevan.
Se habla de ``grandes inversiones en construcción de locales'', pero si bien inicialmente se pueden mencionar sumas cuantiosas para construir hoteles-casinos, es probable que, una vez dada la aprobación inicial, se ejerza una presión para instalar casas de juego en hoteles ya existentes, con una mínima inversión.
No se toma en cuenta, advierte la Coparmex, que el interés de los operadores de casinos por entrar a México es ser los primeros en explotar un nuevo mercado que genera grandes rendimientos al inicio de su operación, sobre todo cuando son los primeros y tienen pocos competidores.
Añade que la estrategia es recuperar rápidamente los recursos que se inviertan y toda inversión posterior saldrá del dinero que generen los casinos.
Además, los operadores con posibilidades de inversión y experiencia son extranjeros que, al recuperar su capital y generar utilidades seguramente se llevarán este dinero al extranjero.
En opinión de la Coparmex, los casinos son pobres generadores de empleo, como ha quedado demostrado en la reciente proliferación de estos negocios en Estados Unidos.
Las cifras de empleos presentadas se refieren al periodo de construcción de los casinos (que son trabajos temporales y por una sola vez) o en el rubro de hotelería, lo cual es engañoso, pues en un centro turístico puede significar simplemente la transferencia de empleos ya existentes.