Miguel Angel Rivera El financiamiento público anual a los partidos políticos por sus actividades ordinarias permanentes se distribuirá de la siguiente manera: 30 por ciento de la cantidad que resulte se entregará en forma igualitaria a los representados en el Congreso de la Unión, y el 70 por ciento restante se repartirá según el porcentaje de la votación recibida por cada instituto político.

Lo anterior es el resumen de lo que propone la iniciativa del Ejecutivo federal, entregada ayer a la Cámara de Diputados, en materia de financiamiento público, uno de los puntos de la reforma electoral en el que no hubo consenso.

Esta repartición no le gusta a los partidos de oposición, porque podría significar un mayor fortalecimiento priísta. Esta es una de las consecuencias de la reforma electoral que prácticamente nadie había previsto: un PRI con importantes reservas de capital, que no tiene que negociar con nadie. Por ley, como los otros partidos, recibiría mensualmente sus participaciones.

Despacio que voy de prisa

Por supuesto, para que esa forma de reparto tenga efecto, primero se tendrán que aprobar las reformas al Código Electoral (Cofipe) y a otras leyes reglamentarias en la materia, las cuales forman parte del grueso legajo recibido ayer por la Cámara de Diputados.

Como es de rigor, la iniciativa se envió a comisiones y luego de su revisión y dictamen regresará al pleno.

Ya se advirtió en medios legislativos que ese proceso no se violentará --es decir, no habrá fast track--, pues de por sí la revisión de más de 400 artículos representa una tarea prolongada. Pero, además, los legisladores de todos los partidos tienen el propósito de revisarlos meticulosamente para no llevarse sorpresas en el proceso electoral.

En los priístas, además, prevalece el propósito de no aprobar concesiones que puedan resultar ruinosas para su partido y el gobierno. En último de los casos, utilizarán su mayoría para aprobar las disposiciones en que no estén dispuestos a ceder más. En lo que respecta a dinero, el presidente del PRI, Santiago Oñate Laborde, precisó ayer mismo que la cantidad para financiamiento no la determinó su organización, sino el IFE mediante estudios que sancionaron en su momento, en enero de 1995, todos los partidos.

La cosecha

Muy a pesar de las protestas de quienes han calificado de ``inmorales'' los elevados gastos para elecciones, el proceso del año venidero significará un alto costo para el país. Por ejemplo, en su presentación como presidente del Consejo General del IFE, José Woldenberg planteó una propuesta de presupuesto para ese organismo electoral que ascenderá a más de 4 mil 648 millones de pesos... El Congreso local de Chihuahua, donde tiene mayoría el PRI, se ha negado a aprobar el ejercicio del presupuesto correspondiente a 1995 del ayuntamiento de Ciudad Juárez, gobernado por el PAN. Los primeros meses de ese año estuvo al frente del cabildo el combativo Leopoldo Villarreal, quien falleció durante su ejercicio y fue sustituido por Ramón Galindo... En forma paralela, el PRI organizó un programa de capacitación de todos sus regidores en los 67 municipios del estado --55 en su poder y el resto gobernados por la oposición--, con el fin de que puedan vigilar el ejercicio presupuestal y eviten caer en errores que se les puedan revertir... Los ``profesores'' serán los ex gobernadores Saúl González Herrera, Oscar Ornelas y Fernando Baeza, así como el senador Artemio Iglesias