Francisco Santiago
¿La tercera es la vencida?

Por más entusiasmo y buena voluntad que acompañen a un proyecto no son elementos suficientes mientras estos no cristalicen en aciertos. El pasado agosto comenzó a circular por distintas universidades de la ciudad de México una nueva revista mensual de historietas, nueva porque era el número cero y porque era hecha por y para universitarios. Todo parecía indicar que por fin el comic encontraría la aprobación de los académicos, pero lamentablemente los resultados demuestran que no es así.

La revista en cuestión es Comunicando Graficando, título cacofónico y carente de atractivo que se acompaña del subtítulo Comic Universitario. Hoy circula el número dos (en realidad el tercer ejemplar) correspondiente al mes de octubre y lo mejor de Comunicando Graficando sigue siendo la idea. Mauricio Rodríguez Ucha, editor y director de la publicación, y al mismo tiempo mecenas y creador del proyecto --la revista se publica por Impresores Armo, de su propiedad y es gratuita-- presentó su iniciativa a diferentes instituciones académicas: crear una revista de historieta mexicana dibujada y escrita en colaboración entre los estudiantes de las licenciaturas de diseño gráfico y de comunicación, para estimular desde la universidad la interrelación entre los profesionales, y que a su vez, éstos tuvieran un primer acercamiento a las condiciones reales que implican la publicación de un trabajo. Pero una vez aprobado el proyecto, como buen desconocedor del comic --situación que él mismo reconoce--, Rodríguez Ucha delegó a los directores de las universidades o de las respectivas carreras, ser ellos quienes seleccionaran el material que habría de publicarse.

Hasta ahora son doce las universidades participantes en el proyecto: la Salle, la Anáhuac, del Tepeyac, del Pedregal, Simón Bolívar, Nuevo Mundo, Iberoamericana, Intercontinental, del Valle, UAM, UNAM y de las Américas (de Puebla). Sin embargo, la aprobación de los académicos no se tradujo en la calidad esperada. ¿Acaso no existe en ninguna de estas 12 universidades un estudiante que tenga algo importante que decir y que tenga la capacidad de expresarlo gráficamente con una mínima estética y la narrativa adecuada?

Los tristes resultados de lo publicado hasta ahora pueden tener dos lecturas, a partir de sus principales actores: universidades y estudiantes. Aparentemente, las escuelas decidieron apoyar esta iniciativa sin mayor compromiso que aportar el material necesario para cubrir determinado número de páginas, demostrando aún su desdén hacia el comic como manifestación cultural y medio de expresión, pero si su interés y compromiso es verdadero, entonces resulta que el nivel de los estudiantes es demasiado deficiente, ¿pero acaso ese nivel no depende también de las escuelas? Lo peor que puede pasar es que sean los estudiantes quienes no se comprometen con el proyecto y quienes al mismo tiempo desdeñan la riqueza de la historieta. No se sabe qué es peor.

Comunicando Graficando es un proyecto valioso que merece reconocimiento y permanencia --no existe o al menos no se ha hecho público ni siquiera en Internet un proyecto similar en el mundo. Sin embargo, su única garantía de sobrevivencia radica en que se enriquezca su contenido.

Ojalá que en la mira de su creador nazca un interés verdadero por la historieta, más allá de utilizarla como mero pretexto para la iniciación profesional de estudiantes de diseño y comunicación, que se traduzca en el reconocimiento de su valor intrínseco como instrumento de comunicación y como obra artística.

Esta vez no se cumplió la regla de que la tercera es la vencida.

Esperemos no llegar a decir que no hay quinto malo