Albor: sobre Ruiz Massieu, Chapa repite los errores del caso Colosio
Juan Manuel Venegas y Ciro Pérez Silva En el caso Colosio, Pablo Chapa Bezanilla puso todo su empeño en demostrar la culpabilidad de Othón Cortés Vázquez. Fracasó y sus testigos, según determinaron un juez y un magistrado federales, no fueron idóneos e incluso los calificaron de ``aleccionados''.
En el caso Ruiz Massieu, en opinión del especialista en derecho penal, Mariano Albor, el fiscal Chapa Bezanilla corre el mismo peligro: ningún juez que se respete podrá juzgar como idóneos a testigos como María Bernal, la vidente Paca ni incluso al propio mayor Antonio Chávez Ramírez, en su causa contra Raúl Salinas de Gortari.
Lo que sucede y que ha provocado tanto ``escándalo'', según el penalista, es que la Procuraduría General de la República (PGR) se ha ``empeñado en anticiparse y tanto el procurador Antonio Lozano Gracia como el fiscal Chapa, frente a los medios, manifiestan haber probado la existencia de algún delito, pero eso sólo lo determina un juez''.
Incluso, agregó que esa ``anticipación'' de la PGR en los casos célebres ``es francamente inmoral, porque es un perjuicio y una presión que se ejerce de manera desmedida contra el juzgador''.
Por su parte, el diputado del Partido Acción Nacional, Alejandro Zapata Perogordo, consideró que las investigaciones por el homicidio de Luis Donaldo Colosio se han complicado ``porque el complot para asesinarlo se ha transformado en muchos complots chiquitos que han alcanzado, incluso, al Poder Judicial, como lo muestran las sentencias que han tomado los jueces dejando en libertad a todos los acusados''.
Según el panista, durante su experiencia como abogado litigante no conoció a un solo juez que, teniendo dudas sobre la culpabilidad de algún acusado, lo deje libre. Lo que hacen los jueces es declararlo culpable y en todo caso el sentenciado es el que apela en segunda instancia.
``Yo conozco a los jueces -insistió Zapata Perogordo-, normalmente no lo hacen (dejar libre al acusado). En todo caso, se lavan las manos y dejan que el sentenciado apele en una segunda instancia.''
El diputado panista consideró que el procurador Lozano Gracia ha trabajado adecuadamente, ``pero hay un grupo político muy fuerte que está interesado en que esto no se esclarezca, y esto afecta evidentemente a la PGR, pero no sólo en México sino en su imagen hacia el exterior, porque hay gente que actúa todavía por encima de la ley''.
Sin embargo, para Mariano Albor tanto en el caso Colosio como en el de Ruiz Massieu, ``la Procuraduría de Antonio Lozano Gracia lo único que ha demostrado es su incapacidad para acreditar una acusación, encarar un juicio y presentar un expediente''.
El especialista señaló en relación con esos casos: ``En México se vive el síndrome de la actividad de la autoridad, que no se sabe para dónde nos ha querido traer. Nos han sembrado dudas, se han señalado los unos a los otros, generan desconfianzas y fiscales van y fiscales vienen y nada se resuelve; lo único que vemos los observadores es poca seriedad''.
Las investigaciones van ``de tumbo tras tumbo, traspié tras traspié'', indicó. ``El trabajo ha sido de tan mala calidad en manos de Pablo Chapa, que yo diría incluso que en esta confusión, estos hechos de modernidad criminal rebasaron por mucho las capacidades de la autoridad que está investigando el asunto, y todo lo ha querido subsanar a través de un manejo de la realidad que tiene hacia la sociedad y hacia los precedimientos'', agregó.
Todo esto se debe a las ``necedades'' de Chapa Bezanilla y de Lozano Gracia. ``Ellos son abogados y deberían entender que un caso no se resuelve en los medios, sino en los juzgados, donde los jueces califican todo, incluyendo la idoneidad de los testigos'', explicó.
Por eso, añadió Albor, la PGR corre el mismo peligro de fracaso en el caso de Ruiz Massieu, porque Pablo Chapa sigue en la creencia de que los casos se ganan ``atizando el fuego de la opinión pública'' a través de los escándalos en los medios de comunicación.
Al respecto, Mariano Albor resaltó un ``aspecto elemental que a todos se les olvida'': nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, aun cuando la PGR pretenda ``anticiparse''.
En este detalle, identificó Albor, radica ``el gravísimo problema'' de la fiscalía, ya que el Ministerio Público está obligado constitucionalmente a acreditar el ejercicio de la acción penal.
``El Ministerio Público debe ganarse a pulso la condena de quien acusa. Y por eso la autoridad debe ser muy cuidadosa, porque para el juzgador son importantes todos los elementos, desde el primero hasta el último, y a él no le interesan los escándalos en la calle'', expuso.
Por ello, advirtió el riesgo de que la fiscalía considere en el caso Ruiz Massieu como sus testigos ``de oro'' a personas como María Bernal -ex amante de Raúl Salinas- o Francisca Zetina, La Paca, vidente que trabajaba también para el hermano mayor del ex presidente.
-¿Dónde está la moralidad, imparcialidad e idoneidad de estas personas como testigos? -se preguntó Albor