La Jornada 9 de noviembre de 1996

Aún cabildea la Sectur por los casinos; es ahora o nunca, insiste

Si la ley de casinos no se discute y aprueba en el actual periodo de sesiones, para la Secretaría de Turismo (Sectur) significaría ``echar abajo el proyecto'', indicaron fuentes de la dependencia. Aseguraron que los inversionistas ``rechazan'' negociar las casas de juego después de 1999, pues podría coincidir con las elecciones del año 2000.

En busca de apoyo, Silvia Hernández, titular de la Sectur, entregó durante esta semana a hoteleros mexicanos tres documentos que sintetizan su propuesta y presenta una aproximación del monto de inversión para desarrollar seis ``centros turísticos integrales'', que incluirían casas de juego. El total, considerando cuatro ``requerimientos'' para el destino, suma 583 millones 593 mil 400 pesos (73 millones 746 mil dólares).

De esta manera, la construcción de hoteles de cinco estrellas con 300 cuartos cada uno implicaría invertir 355 millones 500 mil pesos (45 millones de dólares); 50 villas y departamentos, de tres recámaras cada uno, 92 millones 840 mil 800 pesos (11 millones 752 mil dólares); campos de golf, en terrenos de 60 hectáreas, 63 millones 152 mil 600 pesos (siete millones 994 mil dólares); y 600 posiciones de marinas, 71 millones cien mil pesos (nueve millones de dólares). En los estudios las cifras se manejan en dólares.

Para la Sectur, cada centro turístico debe ofrecer hospedaje, alimentación, entretenimiento, cultura, deporte, juego, espectáculos, centro de convenciones y casino.

Por ello, se requeriría reformar la Ley Federal de Turismo con la finalidad de establecer los ``centros turísticos integrales'' y elaborar la Ley Federal para el Control y Vigilancia de Casinos, a fin de definir la ``normatividad de control del juego con apuesta''.

Silvia Hernández ha reiterado en reuniones con empresarios y legisladores de diferentes partidos las supuestas ventajas de ``aprovechar el interés actual de empresarios del exterior de invertir en casinos para atraer inversiones en otros campos de entretenimiento, indispensables para hacer los destinos turísticos más competitivos, y atraer en el corto plazo inversión extranjera directa en volumen suficiente para diversificar los servicios turísticos en los destinos existentes y mejorar su presencia en el mercado internacional''.

Asimismo, plantea ``hacer de los proyectos y de los volúmenes de inversión de los centros turísticos integrales una palanca para otras inversiones derivadas de la expectativa que los acompañaría'' porque, sostiene, estos polos de desarrollo complementa y diversifica la oferta turística nacional existente, ``no la desplaza''.

Por lo anterior, la funcionaria insiste en desarrollar los centros en un número muy reducido de destinos turísticos de playa o fronterizos (sólo seis) y limitar su fase de inicio para reducir riesgos, ofrecer certidumbre y asegurar inversiones integrales. Además, propone mantener ``rigor'' en la selección de inversionistas ``a efecto de asegurar calidad moral, experiencia e integración de capital nacional y externo''.

Impacto económico

En su propuesta, Silvia Hernández no menciona sólo la inversión que requerirían los centros turísticos integrales. También presenta a los empresarios mexicanos una aproximación sobre los empleos directos e indirectos que se generarían en la fase de construcción y operación: un hotel de cinco estrellas, dos mil 580; 235 villas y departamentos, mil 443; campos de golf (18 hoyos en 60 hectáreas), 554, y 600 posiciones de marinas, 423.

Con la instalación de seis centros en destinos preseleccionados (de playa y fronterizos) se estima que el número de visitantes en la frontera se incrementaría siete por ciento, al pasar de 65 millones a 69.5 millones; el turismo nacional aumentaría diez por ciento, de 7.8 millones a casi 8.6 millones, y la captación de divisas crecería 19 por ciento, de 48 millones 685 mil pesos (seis mil 164 millones de dólares) a 57 millones 946 mil pesos (siete mil 335 millones de dólares).

Siguen las divergencias

Mientras el subsecretario de Turismo, Sigfrido Paz Paredes, rechazó en Durango que la Sectur pretenda impulsar la instalación de casinos, el diputado panista Raúl Ríos Magaña reafirmó en Chetumal, Quintana Roo, que existe interés de la Sectur y de algunos gobernadores --entre ellos Mario Villanueva Madrid-- en instalar casas de juego, cuyos principales beneficiarios serían los grupos políticos, entre los que destaca el de Carlos Hank González.

En tanto, el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Juan José García Lourdes, explicó que en esta agrupación, integrada por 228 hoteles, existe consenso para unir capitales e iniciar la construcción de un centro turístico integral.

``Se habla de que nosotros invertiríamos con empresarios extranjeros, política que aprobamos porque estamos seguros de que con los casinos el gobierno saldría del problema de la deuda externa y que, a la vuelta de 20 años, nuestros hijos tendrían un país sin deudas''.

Sigfrido Paz Paredes consideró que los casinos son un instrumento complementario para la actividad turística de México y dijo que su principal obstáculo es la idea que se tiene sobre ellos. ``Los casinos, como todas las actividades, tienen sus problemas, pero no están directamente relacionados con la criminalidad. El crimen, como se da en México, es producto de la miseria''. (Alma E. Muñoz, Emmanuel Salazar corresponsal, y de la corresponsalía en Quintana Roo).