Casinos: rebelión priísta.
La decisión de posponer la legalización del juego en México, anuncio que presagia la cancelación definitiva, se debe única y exclusivamente al rechazo que encontró en amplios sectores del partido gubernamental.
Correspondió a los legisladores, y no a su dirigente Santiago Oñate Laborde, expresarse con una libertad sin historia ante el propio presidente Ernesto Zedillo y la mirada complaciente del secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet Chemor.
Ellos generaron su oportunidad:
El presidente felicitaba el viernes antepasado a Humberto Roque Villanueva por haber sacado, en contra de los pronósticos, la votación unánime de los diputados del PRI en favor de José Woldenberg y de los consejeros ciudadanos.
La maniobra incluyó un cambio de formato. Se pensó inicialmente en votos secretos, en urnas. Roque cambió el esquema a votación nominal, abierta, y como por arte de magia se acabó la inconformidad manifiesta. Eso gustó a Zedillo.
--El mérito de la votación es de todos, señor Presidente. Los diputados de su partido, de su cámara, quisieran reunirse con usted --habría sugerido Roque--. A todos nos daría mucho gusto saludarlo y escuchar su agradecimiento.
Zedillo convino. Fijó el martes a las 20:30 horas para el saludo, para el agradecimiento en el Casino Militar del Campo Marte, y anunció que lo acompañarían sus colaboradores con asuntos pendientes en la agenda legislativa de fin de año.
Zedillo a diputados: los casinos no son prioridad
Antes de la puntualidad presidencial, el martes 5 de noviembre a las ocho de la noche los parlamentarios fueron distribuidos en dos grupos amplios: los del área económica del lado izquierdo y los especialistas en asuntos políticos a la derecha.
Los secretarios hicieron lo mismo: hacia los primeros fueron Guillermo Ortiz, Carlos Ruiz Sacristán, Herminio Blanco, Arsenio Farell y, acaso confundido en su retraso, el procurador capitalino José Antonio González Fernández. Con los segundos, Silvia Hernández y Emilio Chuayffet.
Un grupo del área política dialogaba animadamente cuando se acercó Zedillo. Testigos dicen que el guanajuatense Jorge Moreno Collado fue quien, entre saludos y bromas más que amigables, tocó el asunto de la polémica con argot de apostador:
--Señor Presidente: estamos discutiendo sobre los casinos. Aunque muchos tenemos inquietudes por lo delicado de esta medida, por la identidad que tenemos con usted y su gobierno, quisiéramos que nos diera ficha...
--No --sonrió, interrumpió, eludió Zedillo--, ustedes tienen muchas fichas. Yo soy el que quiere que ustedes me las den a mí...
A continuación hablaron varios. En la armonía de la noche, el mandatario les dijo que lamentablemente la reforma política tendría que culminarse ya, con consenso o sin él, con votos de la oposición o sin votos ajenos.
Mencionó otros temas que acaso le preocupan, entre ellos las reformas jurídicas para dar vida por fin al Organo Superior de Fiscalización y los presupuestos de ingresos y de egresos para 1997, año de la recuperación.
--¿Y de los casinos? --lo forzaron ante Emilio Chuayffet y Silvia Hernández.
Los dos secretarios hablaron. Silvia en su papel de promotora y Emilio con una institucionalidad que hizo entender a los presentes que no había decisión hasta ese martes, fecha promovida por la Secretaría de Turismo (Sectur) para remitir las iniciativas al Senado de la República.
Varios de los presentes acreditan dos frases al presidente Zedillo. Una:
--He seguido con interés el debate de los casinos, como atiendo todas las opiniones, y lo veo con cierta simpatía, pero no está entre las prioridades de mi gobierno.
Otra, que no cambia el sentido político enunciado aquí el domingo pasado --Casinos: hay iniciativa, no decisión--:
--Queda a la percepción de ustedes, los legisladores...
A las 11:30 de la noche, dados los saludos a todos y palabras de amigo a algunos --``Píndaro, tenemos una cena pendiente en tu casa''-- el Presidente se retiró y dejó a los diputados una certidumbre: no hay prisa por legalizar el juego en México.
Lo que faltaba se confirmó el miércoles. Ese día los líderes camarales, Fernando Ortiz Arana y Humberto Roque Villanueva, estuvieron pendientes de la instrucción que no llegó. La red presidencial jamás timbró.
Oñate convocó, pero sus legisladores dijeron no
Lo del martes es rescatable por la soberanía de los diputados, manifestada al advertir al Presidente de la República que no pasaría la iniciativa, y reclamar un debate con objetividad: ¿se legaliza o no el juego en México?
Pero esta historia de rechazo a la campaña de la Secretaría de Turismo (Sectur) viene de muy atrás. Es documentable desde el miércoles 16 de octubre, día en que el dirigente priísta Santiago Oñate Laborde comenzó el cabildeo.
Para las 18:30 de la fecha citó a las oficinas de Silvia Hernández a varios legisladores de su partido. Acudieron los diputados Juan José Osorio Palacios, Oscar Levín Coppel, Roberto Campa Cifrián y la guerrerense Mónica Leñero, suplente de José Francisco Ruiz Massieu.
Por los senadores la lista fue más amplia y significativa por el peso que tiene en la cámara de Fernando Ortiz Arana, que se deseaba cámara de origen: José Luis Lamadrid, Salvador Rocha Díaz, Trinidad Lanz Cárdenas, Netzahualcóyotl de la Vega y Eduardo Andrade.
Fue una reunión premonitoria. Con anticipación se hicieron presentes Lamadrid, Rocha, Lanz y Campa Cifrián. Algún ujier sin oficio político los pasó a la terraza y los encerró allá más de una hora, sin cafés ni noticias del acto.
Molestos, decidieron bajar a las oficinas de Silvia Hernández y, previas disculpas, se incorporaron al grupo conformado por Oñate, De la Vega, Andrade, Levín y Leñero. Pasado el trance, la sesión fue de todos los convocados.
Cuatro de ellos estuvieron a favor, diríase que sin condición, porque se les dijo que había respaldo presidencial a la iniciativa: los diputados Leñero y Levín y los senadores Andrade y De la Vega.
Otros cuatro se expresaron en contra, con duros cuestionamientos: el diputado Campa y los senadores Rocha, Lanz y Lamadrid. El tono de rechazo absoluto estuvo a cargo del guanajuatense Rocha Díaz y del jalisciense Lamadrid Souza.
Dos se quedaron neutrales: el jerarca del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Juan José Osorio, obvio representante del sector obrero y seguro informante del líder cetemista Fidel Velázquez Sánchez.
Esa división se prolongó, hasta generar escritos de protesta cuya lectura se dio en la tribuna de la Cámara de Diputados con nombres tamaño Francisco Suárez Dávila, Raúl Ojeda, Rosario Guerra, Sara Musa, Jesús Rodríguez y Rodríguez.
Medida la ausencia de apoyos, la Secretaría de Turismo ha recurrido a su último reducto: declaraciones, manifiestos y acciones de la gente interesada. Se trata de adelantarse a un temor: que se instalen más casinos al sur de Estados Unidos.
Por eso dice uno de los textos entregados por Silvia Hernández a sus correligionarios de partido:
``En su frontera norte, México está perdiendo la batalla en cuanto a la atracción de turistas, debido a que la oferta turística de California, Arizona y Nuevo México comprende ya productos muy sofisticados y atractivos. El estado de Texas, que durante mucho tiempo se mantuvo sin juego en casinos, ha anunciado la apertura de uno en la reservación indígena de Eagle Pass, con lo que seguramente retendrá parte de los tradicionales visitantes a México y atraerá un importante flujo de mexicanos procedentes de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas''.
Las intenciones de Sectur: casinos de Tijuana a Cancún
La folletería entregada a diputados y senadores sólo habla de beneficios. En tres cuadernos se presenta a los casinos como salida a la crisis. No hay razones para temer: casi todas las provincias de Canadá y 36 estados de la Unión Americana tienen casinos.
El cielo prometido: ``El número de visitantes fronterizos a México con motivo de una oferta turística con casino se incrementaría en siete por ciento; al interior del país aumentarían los turistas en más de diez por ciento...''.
Para ello el diseño presentado a los legisladores habla de proyectos --pomposamente llamados Centros Turísticos Integrales-- en varios lugares: Tijuana, Nuevo Laredo o Ciudad Juárez, Los Cabos, Mazatlán, Acapulco, Huatulco y Cancún.
Se dejaría para estudio, para decisión posterior, la posibilidad de incorporar a estos siete lugares al Distrito Federal, y los planes de la Secretaría de Turismo no prevén, cosa rara, ningún lugar aledaño al Golfo de México.
--¿Por qué no se incluye ningún punto del Golfo? --preguntó el martes a la secretaria Silvia Hernández el senador tabasqueño Humberto Mayans Canabal.
--No nos ayudes, compadre --lo censuró el también senador Gustavo Carvajal Moreno, quien hoy saldrá de viaje a Europa para asistir a una reunión de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Tema libre
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) elabora una noticia que ocupará primeras planas y acaso principales en diarios y noticieros a la mitad del mes: el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el tercer trimestre del año fue de nueve por ciento. Décimas arriba o abajo, es muy superior a lo esperado y prepara el terreno para un dígito similar en la cuarta parte del año, de manera que 1996 se cerraría en algo así como cuatro por ciento, un punto arriba de lo programado. Lo que seguramente se ignorará o matizará es que ese cuatro por ciento representa apenas dos terceras partes de la caída histórica de 1995... Nuevos escándalos están por darse en Jalisco, donde cada día se descubren irregularidades y corrupciones de un panismo que ofrecía honradez y buen gobierno. A la suerte de los alcaldes zapopano, Daniel Ituarte, y jocotepense, Lorenzo Camarena, se sumarán Rigoberto González Martínez, de Tepatitlán, y Carlos Dueñas, de El Salto. Hay denuncias que involucran a más panistas, pero las reacciones de las autoridades estatales y del Legislativo son muy lentas... Nuevas condonaciones del IMSS. Esta vez se perdonaron 351 millones de pesos en recargos y créditos que tenían casi 42 mil empresas y así se salvaron 650 mil empleos, afirmó el director de Afiliación y Cobranza del instituto, Gerardo Cajiga... En la semana quedó elaborada la estrategia priísta para Nuevo León, uno de los estados de mayor competencia para 1997: Natividad González Parás para gobernador, Alfonso Martínez Domínguez para alcalde de Monterrey y Jorge Treviño para senador. Eliminado desde el centro, el priísta con mayores posibilidades de triunfo, Ricardo Canavati Tafich, dice a sus paisanos que se sumará a la campaña del PRI y a quien abandere. La postulación de González Parás será en la primera mitad de diciembre