Desalojo a tiros en Chiapas; 3 muertos
Juan Balboa y Angeles Mariscal, corresponsales, Laja Tendida, Chis., 9 de noviembre Como una pesadilla colectiva, los pobladores de esta comunidad habitada en su mayoría por militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), recuerdan bien: una bomba lacrimógena caída del cielo a las 6 de la mañana dio inicio al desalojo violento de los productores de maíz, en el cual murieron tres campesinos, varios más resultaron heridos, hubo una docena de desaparecidos y un número no cuantificado de intoxicados.
Desde uno de los dos helicópteros, una voz masculina ordenaba a los policías: ``Denles duro, avancen para que sepan quiénes somos''. Se refería a los campesinos que, presas del miedo y con los ojos ardiendo por los gases lacrimógenos, huían despavoridos al poblado de Laja Tendida, en el municipio de Venustiano Carranza: ``No corran, no que muy hombrecitos, defiéndanse, cabrones''.
Un bloqueo carretero de productores de maíz provocó
un desalojo policiaco-militar que dejó como resultado
tres muertos; la imagen, en la población de Laja Tendida,
donde acusaron a los agentes de agresión y robo.
Foto: Carlos Cisneros
En una operación coordinada desde dos helicópteros, cientos de policías de Seguridad Pública y Judicial del estado y el Ejército Mexicano lanzaron desde los dos extremos de la carretera federal, que comunica al municipio de Venustiano Carranza con Tuxtla Gutiérrez, una lluvia de bombas lacrimógenas, primero, y una andanada de disparos contra unos mil campesinos que se encontraban bloqueando la carretera.
Angel Ramírez Coello fue el primero en caer muerto a la entrada del pueblo; José Luis Ramírez Magdaleno, un joven de 24 años y padre de una niña de 40 días, fue la segunda víctima del desalojo violento al destrozarle una bala el cráneo. José Carmen Tamayo Gómez, militante, como muchos de los inconformes, de la Confederación Nacional Campesina, fue alcanzado por una de las balas disparadas por Seguridad Pública. Sobrevivió seis horas en un hospital de la cabecera municipal de Venustiano Carranza.
Cuando llegaron, relató Pascual Ramírez Vázquez, uno de los representantes de los comisariados ejidales de la zona, les gritamos varias veces que estábamos dispuestos al diálogo. ``Les gritamos varias veces, pero en esos momentos llegó el helicóptero y dio la orden de desalojo a los dos grupos''.
Desde el helicóptero tiraron gases y, a decir de los pobladores, también se hicieron disparos. ``Las personas que estaban en el helicóptero nos decían que no corriéramos, que si no éramos hombrecitos, y nos mentaban la madre'', señaló José Gómez Martínez, uno de los dirigentes del Consejo de Productores de Maíz de Chiapas.
Viudas piden justicia e indemnización
Uvelinda Robles es ahora la viuda más joven y la madre de la niña más pequeña (cuarenta días de nacida) de Laja Tendida. En su humilde casa hecha de trozos de árboles podridos y piso de tierra velaba el cuerpo de José Luis Ramírez Magdaleno. Frente a una caja de madera forrada de una tela gris, lloraba y exigía ``castigo'' para los asesinos de su esposo. ``Nosotros somos muy pobres y sólo pedíamos un mejor precio para nuestro maíz, pero el gobierno nos respondió con balas'', dijo con voz entrecortada por el llanto.
Mostró a los periodistas a su pequeña hija recién nacida: ``Mire, la dejaron sin padre, la dejaron sin comida, la dejaron sin porvenir, la dejaron sola, sin nada''. Aseguró que su vida dependió siempre de ``los pocos pesos'' que obtenía Ramírez Magdaleno de la cosecha del maíz, y se pregunta ahora quién la va a ayudar.
La mujer indicó que las tres familias de los caídos exigirán al gobierno de Ernesto Zedillo indemnización por el asesinato de los campesinos. ``Pediremos -agregó- justicia para que sean castigadas las personas que los asesinaron, pero también necesitamos que nos ayuden para que podamos sobrevivir.''
A un kilómetro de la casa de Uvelinda Robles, justo a las orillas de la carretera Venustiano Carranza-Tuxtla Gutiérrez, un hombre de ochenta años permanecía sentado al lado de ocho mazorcas de maíz y con la mirada perdida. Era José Villanueva Balcazar: ``No tengo nada señor. Los policías se llevaron mis cinco pantalones, los únicos que tengo desde hace varios años, y me robaron mi poquita comida que tenía guardada para la semana''.
Relató que los policías lanzaron gases lacrimógenos contra las casas que se encuentran a un lado de la carretera. Las familias huyeron con sus hijos en los brazos. Los agentes de la Policía de Seguridad Pública del estado entraron en las casas, la mayoría de ellas sin puertas, y escogieron con minuciosidad las cosas que les interesaban.
A Roberto González, propietario de una vulcanizadora, le vaciaron su refrigerador completo: la carne congelada desapareció en el momento que se disipó el humo de los gases lacrimógenos; los refrescos y los bolis (congeladas) se esfumaron, pero no sólo eso; los policías también le robaron alhajas y herramientas de trabajo. En el barullo, por lo menos seis casas fueron robadas.
Seguirá la lucha por un precio justo
``Nosotros empezamos a organizarnos para pedirle al gobierno un precio justo a nuestro maíz. La respuesta usted la vio, nos reprimieron y mataron a tres de nuestros compañeros. Ahora más que nunca continuaremos nuestra lucha por un precio más elevado del maíz'', aseguró José Gómez Martínez, uno de los digentes del Consejo de Productores de Maíz de Chiapas, organización que aglutina a cerca de 50 mil productores del grano de 15 municipios de la entidad.
El pasado martes, miles de productores de maíz iniciaron movilizaciones en la capital del estado y en municipios cercanos en exigencia de un nuevo precio por tonelada del grano: de los mil 270 pesos por tonelada de maíz que establece actualmente el gobierno federal, los campesinos chiapanecos iniciaron su movimiento para demandar el pago de 2 mil 500 pesos por tonelada.
``Todos los productore nos reunimos y sacamos el costo promedio de lo que cuesta cosechar una tonelada de maíz. Concluimos que el precio es bajo. Se lo dijimos al gobierno el pasado 5 de noviembre y no nos hizo caso. Bloqueamos la carretera federal de Chiapa de Corzo y nos prometió que nos recibiría; una vez más fue pura mentira. Ahora nos agrede y mata compañeros'', aseguraron cuatro comisariados ejidales entrevistados por los corresponsales de La Jornada.
Advirtieron que la mayoría de los productores de maíz están dispuestos a continuar las movilizaciones hasta lograr sus demandas. Precisaron que dentro del movimiento existen militantes de los partidos de la Revolución Democrática y del Revolucionario Institucional, así como de las organizaciones campesinas oficiales e independientes del gobierno.
Una comisión de los productores del grano se entrevistó el viernes por la noche con los dirigentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, entre ellos el subcomandante Marcos. Los campesinos le pidieron al EZLN su apoyo para lograr que el gobierno autorice el aumento del precio de maíz por tonelada.
``Les fuimos a pedir directamente, sin temor ni miedo al gobierno, su apoyo. Ellos nos dijieron que por qué tan tarde nos habíamos levantado cuando tantos años hemos sufrido. Ahora que ustedes vinieron con la necesidad y viendo que el gobierno los ha humillado por tantos años, ahora estamos con ustedes'', les aseguraron los comandantes zapatistas.
Hoy por la mañana, los dirigentes del Consejo de Productores de Maíz de Chiapas se comunicaron por teléfono a San Cristóbal de las Casas para informar al EZLN de la agresión que habían sufrido por parte de las fuerzas policiacas y del propio Ejército Mexicano. ``Estamos seguros que los zapatistas nos van ayudar'', reafirmó Rogelio Vázquez, uno de los productores.
Reconoce el gobierno 3 fallecimientos
El gobierno interino de Chiapas divulgó hoy por la tarde que tan sólo una persona murió y cinco más resultaron heridas por arma de fuego, entre ellos ``cuatro policías y un manifestante''. Informó que la persona que falleció es José del Carmen Tamayo Gómez, quien era militante de la CNC. Sin embargo, por la noche dio a conocer que, en efecto, eran tres los muertos luego del desalojo.
De acuerdo con el boletín oficial número 1740 de la Dirección General de Comunicación Social del gobierno del estado de Chiapas, en la mañana del viernes ``fueron desalojados los bloqueos carreteros en los ejidos Ricardo Flores Magón, Miguel Hidalgo y Laja Tendida, que durante más de 48 horas mantuvo un grupo de personas, tiempo en que cometieron actos de vandalismo y pillaje, al romper cristales y privar de la libertad y golpear a varias personas''.
En la parte superior del boletín se lee: ``Desalojan a vándalos que durante 48 horas agredieron a automovilistas en Flores Magón'', y en el cuerpo se señala que ``personas de Laja Tendida, Ricardo Flores Magón y Miguel Hidalgo, ilegalmente cerraron el tráfico de la vía Venustiano Carranza-Tuxtla Gutiérrez, lo que provocó malestar y daño entre los automovilistas, ocasionó la muerte de especies menores que eran transportadas para su comercialización en mercados de la región y la pérdida de miles de pesos en artíuculos perecederos''.
Agregó: ``Asimismo, 50 vehículos fueron desmantelados y uno más quemado; en tanto que a la unidad de Cometra número 1323 le robaron dos escopetas calibre 12 y dos pistolas calibre 38, así como más de 880 mil pesos en efectivo. El grupo manifestante también saqueó a varios camiones de empresas particulares dedicadas al comercio de alimentos''.
Por la noche, en un segundo boletín, Comunicación Social del gobierno dio a conocer que la Procuraduría General de Justicia de Chiapas inició las averiguaciones previas 3151/CAJ4/96 y 3153/ CAJ4/96 para esclarecer los hechos ocurridos en los ejidos Laja Tendida, Miguel Hidalgo y Ricardo Flores Magón, del municipio de Venustiano Carranza.
Según el documento, ``por la noche de este mismo día, al realizar las primeras diligencias, las autoridades judiciales pudieron finalmente confirmar el deceso de tres personas por lesiones producidas por armas de fuego. Los cuerpos encontrados son de José Ramírez Magdaleno, Angel Ramírez y José del Carmen Tamayo''