La Jornada 10 de noviembre de 1996

Tyson, noqueado; Ricardo Finito López retuvo su título paja

Agencias, Las Vegas, 9 de noviembre En una de las grandes sorpresas del boxeo en los últimos años, Evander Holyfield le dio una auténtica lección a Mike Tyson, lo vapuleó sin piedad y al final le dio más de diez golpes sin recibir respuesta, para derrotarlo por nocaut técnico en el round once y quitarle el título mundial de peso completo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

En la misma función, el mexicano Ricardo López retuvo el cetro mundial paja del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al noquear en el sexto asalto al sudafricano Morgan Ndumo. El Finito realizó con éxito su defensa 17 y sigue imponiendo marcas y se mantiene invicto en 43 peleas.

Holyfield, quien estaba abajo en las apuestas por 11-1, realizó un combate inteligente. Aprovechó su mayor alcance y técnica y exhibió las carencias de Tyson, quien siempre fue para adelante, pero tan solo para ser vapuleado y sufrir la segunda derrota de su carrera, la primera desde que salió de la cárcel hace año y medio.

Evander hizo honor a su apodo de El Guerrero, detuvo las primeras embestidas de Tyson y después lo controló con base en amarres y a su mayor distancia.

Tyson cayó en el sexto round y en el undécimo fue vapuleado por completo, sin misericordia hasta que el réferi Mitch Halpern se interpuso y detuvo la emotiva contienda, que dejó de pie y en el alarido a los 16 mil 500 aficionados que asistieron al Hotel MGM.

Así, en forma contundente, Holyfield recuperó el título mundial, cuando la mayoría lo ubicaba como víctima y listo para el retiro. De 34 años, sumó su triunfo 33 con 24 nocauts y tres derrotas. Por su parte Tyson tuvo la segunda derrota de su carrera por 45 victorias con 39 nocauts.

En lo único que ganó esta noche fue en el dinero, ya que se embolsó 30 millones de dólares por once del nuevo monarca.

Ahora cambia el futuro de los pesos pesados. Evander enfrentará al también estadunidense Michael Moorer, quien en esta misma función derrotó por nocaut técnico en doce al sudafricano Franz Botha, y retuvo el cetro FIB. Después, el ganador enfrentaría al campeón de la OMB, el británico Henry Akinwande, quien también en pelea previa se impuso por nocaut en diez al ruso Alexander Zolkyn.

Tyson, por su parte, tendrá que esperar y mucho deberá mejorar de lo mostrado esta noche. Si sus anteriores rivales se habían caído de miedo, hoy Holyfield lo puso en su sitio y lo mostró al mundo como un luchador sin recursos y tan sólo esperanzado en un golpe de nocaut que nunca llegó.

El único momento a favor de Tyson fue precisamente en su primer golpe, un gancho de izquierda al rostro que puso en malas condiciones a Evander, quien se recuperó y que en el segundo asalto niveló las acciones y con dos ganchos de derecha se puso lejos de Tyson, quien ya no supo cómo boxear en la distancia corta.

Con base en su depurada técnica, Evander dominó el cuarto round aunque Tyson se mostró peligroso en el quinto con dos potentes impactos, un oper y un gancho de izquierda que pusieron quieto al retador.

Pero en el sexto asalto Holyfield aprovechó un desconcierto de Tyson, que por un cabezazo sufrió una herida en la ceja izquierda. Impulsado con gritos de ¡Holyfield, Holyfield, Evander lanzó un gancho de izquierda al rostro y Tyson, que estaba mal parado, se fue a la lona y cuando se levantó fue totalmente vapuleado hasta que la campana lo salvó. Y entonces Holyfield enfiló al triunfo, mientras que un Tyson desesperado no tuvo recursos.

En el décimo Evander lanzó tres tremendos ganchos de derecha que lanzaron a Tyson contra las cuerdas y se quedó tambaleando, pero esta vez también lo salvó la campana y en el undécimo Evander conectó otro gancho de derecha, Tyson se tambaleó, y lo tundió sin piedad; le dio más de diez golpes sin recibir respuesta y el réferi detuvo la contienda cuando Tyson estaba como habían estado sus víctimas anteriores: indefenso.

En Manchester, el británico Naseem Hamed derrotó hoy al invicto argentino Remigio Molina por nocaut en el segundo , y retuvo su título pluma de la OMB