Se reunió Zedillo con Castro; vítores a ambos en la capital chilena
Elena Gallegos, enviada, y Enrique Gutiérrez, corresponsal, Santiago, 9 de noviembre El presidente Ernesto Zedillo se reunió aquí con Fidel Castro. Entre los temas de la charla figuró la amplia condena que ha merecido la ley Helms-Burton, condena que se reiterará este lunes en el marco de la Cumbre Iberoamericana. El gobierno de México no espera que con la reelección de Bill Clinton esa ley pueda derogarse en un corto plazo.
Castro detalló, por su parte, a Zedillo cómo se ha complicado el panorama económico de la isla a raíz de los últimos ciclones que la han azotado y agradeció la permanente solidaridad de México. ``El primer país -le dijo- que nos brindó ayuda.''
Después del encuentro, el canciller José Angel Gurría aclaró que mediante éste México no pretendía fijar posturas o enviar mensajes a Estados Unidos, luego de la reelección del demócrata Bill Clinton.
Esta es la tercera ocasión -aclaró el canciller mexicano- que ambos se reúnen en privado, el diálogo con Cuba es permanente y la conversación de hoy no obedece a ninguna coyuntura. Incluso, precisó que el gobierno mexicano no espera que con la reelección de Clinton haya una pronta derogación de la controvertida ley Helms-Burton, ``eso no sería sensato aguardarlo''.
El mandatario mexicano fue el primero en llegar. En su avión venía también el primer ministro de Portugal, Antonio Guterres, quien reiterará aquí su postura en torno a la urgente necesidad de regular los riesgos de la globalización.
Reforma, EZLN y EPR, temas que más interesan de México: Gurría
Además de su entrevista con Fidel Castro, Zedillo conversó también con el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández Reyna; almorzó con el rey Juan Carlos I de España. Fue hasta que ambos tomaban café cuando se les sumó el jefe del gobierno español, José María Aznar; un desperfecto en los motores de su avión le impidió llegar a la reunión.
Antes del almuerzo, Ernesto Zedillo acudió al Palacio de la Moneda, en donde fue recibido por el presidente anfitrión, Eduardo Frei. Luego de la charla, en las puertas del Palacio, ambos resumieron ante la prensa los temas abordados en la misma. Allí, Frei confirmó que el año próximo Zedillo efectuará una visita de Estado a este país.
Los dos presidentes acordaron también ampliar las relaciones comerciales. Esto es, además de bienes, planean hacer posible el intercambio de servicios. Chile fue el primer país con el que México signó un Acuerdo de Complementación Económica. Gracias a éste, en los últimos cinco años el intercambio se ha quintuplicado -según aseguró Gurría más tarde- y empresarios mexicanos ya tienen en esta nación inversiones por más de 300 millones de dólares, especialmente en la industria de los alimentos.
Cuando desde una improvisada tarima, Ernesto Zedillo terminó de hacer su síntesis, decenas de personas que lo veían desde la Plaza de la Constitución gritaron ``¡Viva México! ¡Viva el presidente Zedillo!'', y es que aquí miles de chilenos evocan con cariño a México por su actitud frente a la dictadura. México, su refugio.
Zedillo también se encontró con el presidente de Portugal, Jorge Fernando Branco de Sampaio, y luego con Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien le reiteró que esa institución tiene programados créditos para México por 6 mil millones de dólares que se otorgarán en los próximos tres años. En 1996, el Banco habrá abierto líneas de préstamos para el país por mil 600 millones de dólares.
El presidente Fidel Castro se convirtió otra vez, como se va haciendo costumbre en estos foros, en el centro de la atención. Las calles de esta ciudad fueron escenario del alborozo de miles de simpatizantes del comandante. En cambio, los anticastristas -según reportes oficiales- lograron apenas agrupar a un puñado de personas que expresaron esta tarde su rechazo al visitante.
Por la tarde, en uno de los salones del Hyatt, transformado en bunker, ya que allí se hospedó a los 23 jefes de Estado y de gobierno que a partir de mañana comenzarán a debatir sobre el tema de la gobernabilidad y la democracia, Zedillo y Castro se dieron un fuerte abrazo entre flashazos y preguntas de los reporteros que rogaban siquiera por una frase del polémico héroe de la Sierra Maestra.
Por cierto, en el área de salones del Hyatt los presidentes salían de uno para meterse en otro; Aznar se despedía de Alberto Fujimori, de Perú, para conversar después rápidamente con Alvaro Arzú, mandatario de Guatemala. Por cierto, trascendió que uno de los temas que más ocuparon al jefe del gobierno español, incluso lo trató con el presidente Ernesto Zedillo, fue el de acelerar los acuerdos de paz en Guatemala.
Cuando Fidel Castro entró al salón donde lo esperaba Ernesto Zedillo, lo impresionó el número de fotógrafos y reporteros que tras los cordones de seguridad esperaban el encuentro. De espaldas, mirando de frente al presidente mexicano, interrogó:
``¿Todos ellos vienen de tu país?'' Desesperados porque no lograban atrapar la imagen de los dos mandatarios juntos, los fotógrafos gritaban: ``¡Comandante, comandante mire acá!'' Entonces el presdiente Zedillo lo tomó del brazo para que volteara y le dijo: ``Al cabo los ángeles no tienen espalda''.
Y como los informadores no se iban, pese al ruego de las comitivas de que abandonaran el lugar, otra vez Castro se inquietó: ``A poco van a oír todo''. Un reportero se atrevió: ¿Podemos hacer una pregunta?, Zedillo cortó: ``No, ahora no, después del cielo les va a caer algo''.
Y ahí se quedaron a solas, hablando de los problemas de Cuba y de México sobre el que Castro ``se muestra siempre particularmente informado'', contó Gurría.
En una conferencia de prensa, el canciller habló de todos y cada uno de los encuentros y dijo que los temas que más interesaron a los presidentes con los que se reunió Zedillo fueron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el Ejército Popular Revolucionario y la Reforma Política