La Jornada 13 de noviembre de 1996

Ruiz Ferro, Zepeda y Jarquín socavan el proceso de paz, asegura Tacho

Juan Balboa, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 12 de noviembre Para documentar que ``cada vez que hay avances'' en las pláticas de paz entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) surgen ``agresiones'', el comandante Tacho, uno de los dirigentes rebeldes, recordó aquí en forma cronológica cada uno de los sucesos violentos ocurridos en los últimos tiempos en el norte de la entidad.

En la primera conferencia de prensa que ofreció la comandancia zapatista desde que se inició la segunda reunión especial del EZLN con las comisiones de Concordia y Pacificación (Cocopa) y Nacional de Intermediación (Conai), Tacho culpó de estas agresiones al gobernador Julio César Ruiz Ferro y a los funcionarios estatales Eraclio Zepeda y Uriel Jarquín.


El comandante Tacho muestra, en conferencia de prensa,
las bombas lacrimógenas y los casquillos de bala y
cartuchos de escopeta que utilizaron los cuerpos de
Seguridad Pública en el desalojo de maiceros.

Foto: Carlos Cisneros

El objetivo de estos hechos violentos -ocurridos en Tila, Sabanilla, Tumbalá y Salto de Agua- es ``provocar'' el fracaso del proceso de paz entre el gobierno federal y los zapatistas. Los funcionarios del estado provocan que ``nuevas organizaciones indígenas'' se levanten en armas, apuntó.

``Qué casualidad que cuando estamos avanzando en los caminos de paz suceden hechos sangrientos en Chiapas que estorban las negociaciones en San Andrés Larráinzar'', aseguró el comandante zapatista, y agregó: ``No han sido pocas las veces que el gobierno del estado ha buscado el fracaso del proceso de paz''.

El gobierno de Ruiz Ferro, continuó, lo ha manifestado en varias formas y en distintos lugares: con asesinatos, desalojos, amenazas, torturas y desapariciones. ``Ese ha sido el trabajo de Ruiz Ferro, Eraclio Zepeda y Uriel Jarquín'', puntualizó el dirigente rebelde.

Mencionó que el 5 de noviembre, justo cuando se iniciaba la segunda reunión especial entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, la Cocopa y la Conai, fueron quemadas las oficinas de la Coordinación de Organismos no Gubernamentales por la Paz (Conpaz) y secuestrado su administrador, Javier López Montoya. La persecución, explica, es más fuerte: ``deja de ser la amenaza y entran a actuar en contra de las personas que buscamos la paz''.

Se refirió principalmente a la represión ocurrida el sábado anterior en Laja Tendida, municipio de Venustiano Carranza, en donde fueron asesinados tres campesinos productores de maíz; y al secuestro y amenazas de que han sido objeto miembros de organizaciones no gubernamentales (ONG), en particular los de la Conpaz.

Condenó el desalojo violento que sufrieron los indígenas y campesinos productores de maíz. ``No solamente fueron desalojados. Les hicieron una ofensiva grave, los ametrallaron, los asesinaron, utilizaron helicópteros para lanzar gases lacrimógenos y les echaron la culpa de que ellos habían respondido'', indicó y señaló que es extraño ``que los que responden son los que mueren''.

Para ``enseñar la respuesta de estos señores (Ruiz Ferro, Zepeda y Jarquín)'', Tacho pidió a uno de sus compañeros una bolsa de plástico que se encontraba al fondo de la mesa, de donde extrajo una docena de casquillos de diferentes calibres y cartuchos de bombas lacrimógenas. ``Así es como le contestaron a los productores de maíz a cambio de sus demandas'', enfatizó.

``Nosotros vemos que los problemas que han estado sucediendo en estos días son una señal clara de que estos señores no quieren la paz; están provocando el fracaso de este proceso, le están poniendo no sólo obstáculos, le están poniendo dificultades graves'', remató.