La Jornada 13 de noviembre de 1996

En Chiapas debe haber solución ya: Zedillo

Elena Gallegos, enviada, Buenos Aires, Argentina, 12 de noviembre Por enésima ocasión se le preguntó al presidente Ernesto Zedillo si estaba dispuesto a entrevistarse con el subcomandante Marcos para poner fin al conflicto en Chiapas a lo que respondió que no lo mueven afanes protagónicos y que simple y sencillamente desea que ``el problema se resuelva y ya''.

Convino en que un contacto entre ambos no es fundamental, ``lo importante es procesar sus demandas e ir ganando confianza recíproca, indispensable en cualquier negociación''.

Recordó, sin embargo, que desde que era presidente electo sostuvo correspondencia particular ``con el señor Guillén conocido como subcomandante Marcos'' y reiteró su confianza en que el gobierno y el EZLN, encontrarán una solución política y concertada, y en que, sin soslayar las causas sociales que lo originaron, el EZLN se transforme en un movimiento político.

En una entrevista que concedió esta noche a una televisora local, Ernesto Zedillo habló de las acciones que su gobierno emprende contra la corrupción no ``sólo meter el polvo a la alfombra''; elogió la madurez alcanzada por los partidos políticos de oposición que han entendido la diferencia entre ser ``adversarios y enemigos'' y aseguró que no gobierna con el hígado.

``Trato de gobernar con la cabeza -repuso-, pero cuando veo asuntos de carácter social tengo que gobernar también, en alguna medida, con el corazón, sin que el corazón me obstruya la capacidad de discernir y de tomar decisiones por más graves que éstas sean''.

Después, volvió a referirse al surgimiento del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y reveló que se ha sido ``muy cauteloso'' en la manera como se le enfrenta y no se ha caído en la tentación ni en la provocación de una represión indiscriminada.

``En México -agregó-, pero sobre todo en América Latina, se han registrado episodios muy traumáticos, ya que en aras de controlar movimientos subversivos y violentos hubo atropellos graves contra derechos humanos fundamentales''.

Nosotros -sostuvo- no queremos que se haga justicia violando los derechos humanos y seguiremos aplicando la ley, gracias a lo cual 50 personas han sido consignadas; seis están libres bajo fianza y ``ellos tendrán que entender que ésta no es la ruta para reivindicar ninguna causa legítima''.

¿No prevé otro efecto tequila?, inquirió Santo Biassatti, conductor del programa televisivo: ``No, de ninguna manera'', respondió para añadir que, por el contrario, México está en franco proceso de recuperación.

También se negó a culpar de lo ocurrido en diciembre de 94 a su antecesor. ¿Los presidentes siempre le echan la culpa a la herencia?, le había dicho el entrevistador, pero Zedillo repitió que él asumió las responsabilidades desde el primer día de diciembre y que él nunca trató de eludir la responsabilidad en la crisis financiera que le tocó vivir.

Respecto a la corrupción tampoco quiso atribuirla sólo a personajes de otras épocas y trajo a colación que en su último informe de gobierno anunció que en los 12 meses anteriores se había consignado a 570 funcionarios por haber cometido desvíos.

También comentó, en relación a los problemas que vive el país, que los presidentes no pueden salir con sombreros de mago a decir ``aquí está la solución a todo'' y que cuando se presentó la crisis él prefirió informar a la gente que tomaría un gran esfuerzo salir de ella.

En cuanto a su relación con la oposición, afirmó que en su administración se ha podido desplegar una relación de trato respetuoso, de aperturas indiscutibles que derivaron en acuerdos políticos sin precedentes (la reforma política constitucional), en la vida del país.

``Debo decir -cerró-, y esa no es una cuestión valorativa de mi parte, que desgraciadamente antes no se habían dado las circunstancias para que hubiera la comunicación política que hoy se tiene''