Paramilitares actúan contra la paz con apoyo de autoridades
David Aponte Los grupos paramilitares y las guardias blancas, apoyados por supuestas autoridades civiles, han creado condiciones adversas al proceso de pacificación en Chiapas. Con armas de grueso calibre han desplazado a comunidades ``sospechosas de ser zapatistas'', dijo el obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas, Raúl Vera López.
Más que cambiar la sede del diálogo, es indispensable modificar la situación ``deplorable'' de impunidad con la que actúan estos grupos. ``Aparentemente se está hablando de paz, y por otro lado se dan hechos que no responden a aquello de lo que se está hablando... Esa es la incoherencia'', argumentó.
Por separado, el presidente de la Conferencia de Institutos Religiosos de México, Jorge Ortiz González, manifestó que el traslado de los diálogos a otra parte del país o al extranjero sería lamentable. Mostraría la incapacidad del gobierno y de los actores y representaría un signo del deterioro que viven Chiapas y la nación.
``Nos pondríamos ya al nivel de regímenes militares que no pueden hacerlo en su país y que tienen que buscar otra parte para solucionar sus problemas. De manera que yo creo que es el momento de que el gobierno y los implicados pongan sus mejores esfuerzos para que este diálogo se restablezca y se continúe ahí donde está'', agregó.
En conferencia de prensa, en el contexto de la 61 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el obispo Raúl Vera López comentó que es indispensable mejorar las condiciones en Chiapas. ``No hablamos de inseguridad para los representantes de las partes, sino de lograr una convivencia pacífica de los habitantes de la entidad, sobre todo en la zona norte'', indicó.
``He estado en zonas donde personas son desplazadas por grupos armados y además estos grupos armados entran apoyados, y dan ese testimonio las personas que viven ahí, por grupos que se supone son autoridades civiles, y se echa afuera a las comunidades'', expuso.
Cuando regresan, sus hogares, sus dispensarios, sus tiendas han sido destruidas por las guardias blancas, por los grupos que usan ``armas de este tamaño'', dijo, y describió el armamento con sus manos.
Vera López expresó que independientemente de la existencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de los ``hermanos'' que se levantaron y que ahora buscan una solución política y pacífica al conflicto, ``la aparición de guardias blancas representa una amenaza para cualquier grupo social''.
Son grupos paramilitares que no tienen nombre y que dicen defender al gobierno. Entre ellos y los zapatistas existe una gran diferencia: los primeros actúan con impunidad y los segundos están bajo una ley, agregó el religioso.
Así, el obispo coadjutor de San Cristóbal de las Casas puntualizó que el diálogo debe mantener su sede original, y propuso más bien combatir la situación de impunidad con la que proceden los grupos paramilitares y las guardias blancas contra las poblaciones chiapanecas ``sospechosas'' de apoyar al ELZN.
Al final de la rueda de prensa, una reportera preguntó airada al obispo: ``¿Es usted zapatista?'' El prelado respondió: ``Nosotros estamos con los indígenas, no con las armas''