La reforma definitiva de Zedillo quedó muy lejos, señala Calderón
Mireya Cuéllar Las reformas en materia electoral que ayer aprobó el PRI no son de fondo, no garantizan un régimen verdaderamente democrático y, sobre todo, están muy lejos de ser la ``reforma definitiva y democrática'' que el presidente Zedillo ofreció a la nación, señaló ayer el dirigente nacional del PAN, Felipe Calderón Hinojosa.
``Las resistencias hacia adentro del aparato de poder priísta fueron superiores al esfuerzo de cambio y de consenso que se había generado antes. Más allá de las buenas intenciones presidenciales hay un sistema y un partido que se resiste a perder el poder y, para él, establecer reglas claras, de equidad, equivale a perder el poder'', apuntó.
Sin embargo, dijo Calderón, Acción Nacional es optimista frente a lo ocurrido porque las movilizaciones y los triunfos opositores en las gubernaturas y presidencias municipales llevan a concluir que la transición política mexicana, ``por más que se ha querido presentar como un acto presidencial voluntarista'', se está dando desde la periferia hacia el centro.
``El verdadero cambio político está operando a nivel regional, en los estados y municipios donde se llevan a cabo procesos electorales... donde los mexicanos se están organizando para cambiar de gobierno y de prácticas políticas de manera pacífica'', explicó.
Dijo también que hay aspectos de la reforma, como la configuración del nuevo Consejo General del Instituto Federal Electoral, que son tan importantes como algunos cambios al Cofipe.
A pregunta expresa, refirió que hay la posibilidad legal de que el Presidente vete una reforma legislativa, pero recordó que nunca se ha presentado un caso así.
En la conferencia semanal, Felipe Calderón bromeó con las preguntas enfocadas a la ausencia presidencial y la actitud priísta, y dijo que el PAN seguirá ganando elecciones, con reformas o sin ellas