Asesinan a cinco campesinos en Atoyac
Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 14 de noviembre Cinco campesinos de una familia, incluido un niño de 14 años, fueron asesinados anoche en El Guayabillal, comunidad de la sierra de Atoyac, por seis hombres encapuchados y armados con rifles AK-47.
Las víctimas son el cafeticultor Romualdo Hernández Gómez, de 48 años, y sus hijos: Inocente Hernández Salgado, de 28 años; Santos, de 23; Rubén, de 19, y Heriberto, de 14.
De acuerdo con información proporcionada por Pedro Gómez Blanco, familiar de las víctimas, los hombres armados sacaron a los cinco campesinos de su casa y los acribillaron. Señaló que los agresores golpearon a la señora Abigail Salgado Vázquez, esposa de Romualdo, cuando intentó intervenir para que no se los llevaran.
Con los hechos de ayer, en los últimos seis meses han sido ultimados 25 pobladores de la sierra de Atoyac por grupos con armas de alto poder --uniformados y encapuchados-- que irrumpen por las noches en comunidades y en los caminos. Las víctimas son campesinos identificados en sus comunidades como gente humilde, pacífica y sin conflictos políticos ni personales.
Las autoridades municipales no encuentran explicación a esta ola de violencia, dijo el síndico del ayuntamiento, Secundino Catarino Crispín, quien confirmó la matanza de El Guayabillal comunidad ubicada a unos 60 kilómetros de la cabecera municipal, por un camino de terracería, y señaló que una comisión del ayuntamiento se trasladará a ese lugar en lo alto de la sierra para recabar información de lo ocurrido ayer.
Explicó que la ruta de la sierra atoyaquense, que va de la cabecera municipal a la comunidad Pie de la Cuesta, donde se encuentra El Guayabillal, es de las regiones más incomunicadas del estado, porque los caminos se interrumpen en temporada de lluvias.
Ahí, afirmó, se localizan las comunidades más pobres del municipio.
Dijo que la violencia ha sido frecuente y las corporaciones policiacas del estado no llegan a esas comunidades.
Por su parte, el gobierno municipal ha tratado de formar grupos de policías comunales o auxiliares con integrantes de los mismos poblados, pero ello no se ha podido concretar porque ``nadie se quiere comprometer por temor a la violencia''.
Familiares de las víctimas informaron que muchos campesinos están abandonando sus casas en El Guayabillal, porque temen que sigan los asesinatos.
En la misma región hay otros poblados, como Plan del Carrizo y Agua Fría, donde la mayoría de los habitantes ha emigrado y abandonado sus tierras y sus casas después de que fueron asesinados campesinos conocidos como pacíficos, dedicados a su trabajo y sin conflictos.
En los tres últimos años han ocurrido en esa región asesinatos cometidos por grupos de hombres con armas de alto poder, uniformados como militares y encapuchados.
En ningún caso se han investigado los crímenes, mismos que siguen impunes.
Entre los casos con esa forma de operar se recuerda el asesinato de cuatro campesinos en la comunidad La Cebada, el 27 de septiembre de 1995, cuando llegaron por la noche unos 20 hombres con armas de alto poder, uniformados como militares, que sacaron a los campesinos de su vivienda y los acribillaron a las afueras del pueblo.
En 1996, los asesinatos de características similares se hicieron frecuentes a partir del 20 de mayo, cuando unos 15 hombres armados, uniformados con camisa verde tipo militar y pantalón negro, y con los rostros cubiertos, ejecutaron a tres campesinos en la comunidad San Juan de las Flores.
Desde mayo, la violencia no se ha detenido. Los asesinatos más recientes en esa región de la sierra ocurrieron la semana pasada. El jueves 7, en la comunidad Agua Fría, fue acribillado el campesino Marcial Orbe Zarco, por seis hombres vestidos como militares que irrumpieron en su casa y dijeron: ``Somos del Ejército. ¿Dónde está Marcial?''.
Los uniformados sacaron al campesino y en la puerta de su vivienda le dispararon más de 30 balazos de AK-47.
El pasado viernes 8, en la comunidad El Escorpión, en la misma área, fue asesinado el campesino Ramiro Mesino Galicia, por hombres armados con metralletas AK-47, conocidas como cuernos de chivo, que lo interceptaron en el camino a su parcela.
A finales de mayo, cuando reapareció la ola de violencia en esa región, el procurador general de Justicia estatal, Antonio Hernández Díaz, anunció una operación conjunta de la Policía Judicial Federal, la Judicial y Motorizada del estado y el Ejército Mexicano, para ``peinar la sierra de Atoyac con el fin de combatir a las gavillas que operan en esa región''.
En esa ocasión, el funcionario consideró que ``son grupos presuntamente vinculados con la siembra de enervantes en la entidad''. Cinco meses después, las operaciones anunciadas no se han realizado