Electricistas: 259 empresas y oficinas de gobierno no pagan la luz
Judith Calderón Gómez El deterioro de la red de energía eléctrica en el centro de la ciudad de México ha convertido esa zona en un ``polvorín'' que podría estallar en cualquier momento y dejar sin servicio al menos a 2 millones y medio de usuarios, advirtieron ayer integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
En conferencia de prensa, representantes de cuatro corrientes políticas responsabilizaron a la administración de Luz y Fuerza de esta situación, y adelantaron que se requiere una inversión de 10 millones de pesos para renovar el cableado subterráneo del centro.
Expusieron que además de la falta de inversión, hay una tendencia a incrementar el adeudo de Luz y Fuerza. Ese organismo surgió con una deuda con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de 21 mil millones de nuevos pesos. En 1994 dejó de cobrar por servicio de energía a dependencias de gobierno y empresas 485 millones 402 mil 100 pesos, y ha permitido que el contratismo crezca 200 por ciento.
Humberto Plata, jubilado, expuso que si a eso se suma que Luz y Fuerza compra el kilowatt a la CFE en 32 centavos, y lo vende a los grandes consumidores a sólo 22 centavos, se evidencia que no hay una política que garantice el crecimiento económico de la empresa.
El representante de agencias foráneas, Víctor San Juan, aseguró que el centro de la ciudad ``está a punto de reventar'', que lo han informado a las autoridades pero no se les ha hecho caso. ``Parece que esperan que algo suceda para que después le echen la culpa a los trabajadores'', advirtió.
Antonio Almazán, ex integrante de las comisiones mixtas, y Humberto Plata coincidieron en que esta situación y la deuda que se ha dejado crecer por no exigir el pago de energía a 259 oficinas de gobierno y empresas --que en 1994 ya ascendía a 485 millones 402 mil 100 pesos-- puede ser un primer paso para después argumentar que esa empresa es incosteable y por tanto debe privatizarse.
Agrupados en lo que llaman ``Frente de defensa del contrato colectivo, la materia de trabajo y contra la privatización de Luz y Fuerza del Centro'', los agremiados al SME informaron que el adeudo de las dependencias fue menor a lo que se gastó ese mismo año en la nómina de salarios y prestaciones de 45 mil sindicalizados --421 millones 404 mil pesos.
No pagan por la luz 259 oficinas de gobierno y empresas
En el listado de los que tienen el privilegio de que no se les suspenda el servicio de energía a pesar de no cumplir con el pago, están las principales dependencias: Presidencia, las secretarías de Gobernación, de Comunicaciones y Transportes, Comercio y Fomento Industrial, Trabajo y Previsión Social; órganos electorales; bancos como el de México y Nacional de Crédito Rural; empresas con altos ingresos como Exportadora de Sal SA, considerada la principal productora del país por ese concepto y en la cual hay 49 por ciento de inversión japonesa. También integran el listado el 90 por ciento de los municipios del estado de México, a pesar de que en esa entidad se les descuenta a los habitantes una cantidad por ``alumbrado público'' que debería utilizar para saldar el adeudo por ese servicio.
Aumentó 200% el contratismo
Otro de los riesgos de esa empresa es el crecimiento del contratismo, que significa pérdida de materia de trabajo. Aseguran que en esto están involucrados Guillermo Guerrero Villalobo, quien fue director de la Comisión Federal de Electricidad; Jorge Gutiérrez Vera, ex subdirector de Luz y Fuerza, y José Luis Benítez, que fue gerente de distribución. En Toluca, Marco Aguilar, gerente, y en Cuernavaca el ingeniero Luce, entre otros.
La dirección del SME no ha tomado decisiones de fondo
Los conferencistas aseguraron que la situación que prevalece en Luz y Fuerza es conocida por los integrantes de la dirección del SME, encabezada por Pedro Castillo Medellín, y que hasta el momento no se han tomado decisiones de fondo por lo que ya algunos departamentos como agencias foráneas se han manifestado en contra de que la dirección haga cambios al convenio de restructuración de la empresa.