La Jornada 16 de noviembre de 1996

1997, otro año de sacrificio, admite Ortiz

Juan Antonio Zúñiga y Roberto González Amador El secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez, reconoció que 1997 será un año más de sacrificio para la población, pero aseguró que el programa económico propuesto por el gobierno hará posible consolidar una plataforma de crecimiento sostenido de largo plazo.

Ante una Cámara de Diputados que, salvo dos excepciones femeninas, no logró profundizar en sus cuestionamientos a la política económica del próximo año, el funcionario consideró que ``a pesar de que es alcanzable, resulta insuficiente'' el objetivo de lograr en 1997 un crecimiento de 4 por ciento del producto interno bruto (PIB). Con este resultado, dijo, la economía mexicana tendrá una expansión de 1 por ciento durante los primeros tres años de gobierno de Ernesto Zedillo.

Ortiz aseguró que la política económica planteada para 1997 no será una repetición de lo hecho en los últimos 14 años, en que la actividad productiva pasó de ciclos expansivos a crisis recurrentes.

Luego de reiterar que en materia económica 1997 es un ``año de transición'', el funcionario llamó a que todos los sectores de la sociedad se propongan hacia adelante definir cuáles son los elementos que deben aportar para alcanzar metas de crecimiento superiores a 6 por ciento.

En ese sentido, advirtió: ``Si la economía mexicana no crece a tasas anuales superiores a 6 por ciento, el esfuerzo para combatir la pobreza quedará en frustración''.

El secretario de Hacienda acudió ayer a la Cámara de Diputados. Durante siete horas intercambió puntos de vista sobre los documentos que sustentarán la política económica del próximo año con legisladores de los cuatro grupos parlamentarios representados en el Congreso. El funcionario recurrió en sus respuestas al dato frío, la ironía y hasta el albur. En esta ocasión no sudó.

Cada uno de los cuatro partidos planteó su posición frente a la propuesta gubernamental. El Partido del Trabajo ubicó el talón de Aquiles en la ausencia de una reforma fiscal que grave fundamentalmente al gran capital; Acción Nacional argumentó que en el programa de política económica hay ausencia de medidas para alcanzar el ``llamado nuevo federalismo que tanta falta le hace al país'', pues, dijo este partido, continúa presente el desarrollo regional desequilibrado e injusto, así como una política centralista y parternalista.

Los pocos cuestionamientos de la bancada del PRI fueron planteados por la diputada Mónica Leñero. La legisladora criticó el esquema de subsidios generalizado que propone el gobierno para 1997, específicamente en la distribución de maíz.

La política gubernamental en esta área, señaló, ha privilegiado a las empresas harineras Minsa y Maseca, que se han hecho con el control del mercado. También cuestionó que en el presupuesto de egresos no exista una definición para atender programas de apoyo a la mujer.

Mientras, el PRD se pronunció contra la política de deuda del gobierno federal y el bajo déficit en la cuenta coriente, calculado en la propuesta oficial.

En voz del diputado Saúl Escobar, el perredismo también criticó el esquema de saneamiento financiero de las carreteras concesionadas, el cual, señaló, empleará dinero público para salvar a empresas privadas. Además impugnó el retraso de seis meses en la entrada en vigor del nuevo sistema de pensiones privado.

Pero en esta ocasión, el grupo parlamentario del PRD, por primera ocasión en las últimas tres Legislaturas, no manifestó un rechazo absoluto a la propuesta económica del gobierno para el año siguiente.

Tras cuestionar la inexistencia de una política industrial, la insuficiencia de miras del gasto público y la ausencia de un sistema de planeación democrática, como lo prevé la Constitución, la diputada Ifigenia Martínez matizó las críticas a su ex alumno: ``Coincidimos en algunos de los objetivos planteados por el gobierno, pero diferimos en las formas de alcanzarlos''.

La legisladora consideró que la política económica propuesta por el gobierno para 1997 quizá propicie alcanzar un crecimiento de alrededor de 4 por ciento, pero agregó que de mantenerse esa política será posible que la economía mexicana alcance en el futuro tasas mayores y sostenerlas a más largo plazo.

Para la diputada, los tres puntos débiles del programa económico son la utilización de la renta petrolera para financiar la deuda externa y el gasto corriente del gobierno federal, en vez de reinvertirla en la industria; una política comercial sin sustento teórico, histórico y pragmático que ha implicado la desindustrialización del país, y una política industrial inexistente.

``El modelo que ustedes proponen para 1997 es el mismo que se ha seguido en los últimos 14 años y que sólo ha llevado a tasas moderadas de crecimiento con caídas periódicas en la actividad económica, cada vez más pronunciadas'', argumentó.

En respuesta, el secretario de Hacienda aseguró que el programa económico del gobierno para 1997 ``no es más de lo mismo ni va a ser una repetición de lo hecho en los últimos 14 años''. Ortiz Martínez reconoció: ``Efectivamente hemos pasado en 14 años ciclos recurrentes de expansión y crisis, pero (en 1997) estamos frente a una oportunidad para consolidar una plataforma que permita altas tasas de crecimiento sostenibles en el largo plazo. Esto no va a ser una repetición del pasado''.

Experto economista, Guillermo Ortiz trastabilló como ecónomo -el que administra la casa- cuando el diputado perredista Marco Rascón intervino para exigirle que respondiera ``con toda precisión'' las siguientes preguntas: ¿Cuánto vale el día de hoy, en la tienda de la esquina, un litro de leche y un kilogramo de tortillas, de cebolla, de arroz, de frijol, un kilo de carne molida popular, un litro de aceite, un kilo de huevo blanco y una pasaje en la pesera?

Los asesores del secretario de Hacienda inmediatamente se movilizaron y le hicieron llegar tarjetas. Finalmente respondió: ``No sé en la tienda de la esquina, pero la tortilla tiene un precio de alrededor de 1.40 pesos el kilo en el Distrito Federal, si se la venden sin papel. Si se la venden con papelito vale como 1.80 más o menos. El litro de leche debe estar como a 3.80 pesos más o menos. Bueno, ya la están subiendo un poco. El huevo. El huevo es un producto delicado, señor diputado. Ha tenido alzas recientemente y andaba como a 10 pesos el huevo. El aceite está 10 pesos el litro y el arroz más o menos a 6 el kilo. Pero no sé si son los precios de la tienda de la esquina, señor diputado''