La Jornada 17 de noviembre de 1996

No se tolerarán abusos ni dispendios a ediles perredistas: López Obrador

Rosa Icela Rodríguez y Alejandra Gudiño, corresponsal, Texcoco, Méx., 16 de noviembre Al hacer un llamado a los próximos presidentes municipales de extracción perredista a mantener ``una ejemplar moral partidista'', el dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, advirtió que su partido no permitirá dispendios ni corrupción o descrédito en la vida personal, y a aquellos que fallen serán expulsados del organismo.

En plena fiesta por los triunfos obtenidos por el Partido de la Revolución Democrática en municipios de Hidalgo, estado de México, Guerrero y Coahuila, el líder perredista les leyó la cartilla a los nuevos representantes populares:


El dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador,
durante el exhorto a los alcaldes de ese partido recientemente
electos.
Foto: Rosa Icela Rodríguez

``No vamos a permitir, óigase bien, que los funcionarios municipales anden en autos de lujo, en tanto que el pueblo no tiene ni para comer; no vamos a permitir las residencias de un año para otro ni los dispendios de los familiares de funcionarios a costa del presupuesto, ni los negocios de amigos y compadres en la obra y proveeduría pública.''

En una alocución inusitada en mensajes de la izquierda en México, López Obrador también les recomendó a los alcaldes electos: ``Cuiden su vida personal. Compartan con sus esposas e hijos la emoción de servir. No sean como los del PRI, que ya en el poder hasta mujer estrenan y son el peor ejemplo para la integración familiar''.

No se detuvo ahí. ``Vean a los hermanos Salinas de Gortari: uno recién casado en Dublín con una colaboradora y otro fotografiado en yates con sus amantes''.

Y se justificó: ``Esto no es mojigatería, sino descrédito moral de los funcionarios, que necesariamente afectan su imagen pública y la del partido al que pertenecen. Cuiden y unan a sus familias, base de la sociedad''. Un aplauso de las mujeres y un murmullo de los hombres cerró la frase del dirigente.

Luego les manifestó: ``La dirigencia del Partido de la Revolución Democrática no solapará ninguna administración que se olvide de los compromisos con el pueblo. No somos el PRI que protege, oculta y defiende a sus autoridades corruptas, ineptas y contrarias al sentir popular. No vamos a cargar desprestigios de quienes, llegados al poder por nuestras siglas, crean que los ayuntamientos son patrimonio personal, así como de sus familiares y amigos. Quien nos falle, se corrige o lo expulsamos del partido. No queremos a la primera manzana podrida que dañe a las demás''.

Enseguida fijó directrices: ``Gobiernos incluyentes, integrados por los mejores cuadros perredistas, destacados miembros de la sociedad civil'', e incluso dijo que el Comité Eejecutivo Nacional ``no se opone a que se invite a colaborar a cuadros valiosos de otros partidos''.

Aclaró que su partido no tolerará ``actitudes de revancha ni de confrontación con los perdedores, porque el gobierno del PRD es para servir, sin distingos partidarios ni políticos ni de clases sociales, y menos de ideologías o credos religiosos. Eso es lo que hacen los priístas, contra ellos votó la gente. No vamos a cometer los mismos errores''.

El pueblo, asqueado de corrupción

Antes felicitó a los 20 alcaldes electos de Guerrero, siete de Hidalgo, uno de Coa-huila y 25 del estado de México ``por las contundentes victorias obtenidas en las urnas'', y les pidió que gobiernen con honradez, eficacia y participación social.

Argumentó que ``el pueblo está harto, asqueado de tanta corrupción; del saqueo al erario público; de las parentelas, compadres y cuates en los cargos públicos; de abusos contra la gente, sobre todo de la más desprotegida''.

Durante toda la mañana de este sábado, el líder perredista se reunió en privado con miembros del Comité Ejecutivo Nacional, con dirigentes y con alcaldes electos; después repitió el mismo discurso ante los simpatizantes perredistas que acudieron a las instalaciones de la Feria del Caballo de Texcoco para celebrar los triunfos electorales.

En un receso de la tronante banda Santa María que tocaba ante unos 2 mil texcocanos, López Obrador señaló que ``el avance extraordinario'' que tuvo el PRD ``no es producto de la casualidad, de las coyunturas o de la buena fortuna'', sino resultado del desarrollo y de la sólida vida institucional que ha permitido la unidad interna y la disciplina democrática.

``Siempre se ha dicho que casa dividida se derrumba, y nosotros no vamos a permitir nunca más ningún germen que nos confronte internamente y nos debilite'', añadió Andrés Manuel López Obrador.

En defensa de la imagen partidista

En un galerón, los nuevos alcaldes escucharon a su líder decir: ``Ustedes llegaron a los cargos ofreciendo no repetir las prácticas y los vicios que están desmoronando al PRI; la gente votó por el PRD porque tiene la esperanza de ya no soportar corrupción, prepotencia ni desatención ni indiferencia ante los reclamos populares, ni abusos de poder y menos impunidad''.

Ahí el dirigente les lanzó la advertencia: ``Si ustedes hacen lo mismo, entonces el pueblo perderá la esperanza, se sentirá traicionado y a la siguiente elección nos cobrará tal abandono como ahora lo hizo con el PRI. Peor aún, si defraudan al pueblo el PRD en su conjunto resentiría gravemente el descrédito de ustedes, dándole la razón a quienes nos atacan calificándonos como una opción no apta para el ejercicio del poder''.

Entre vítores de seguidores eufóricos, López Obrador llamó a los representantes populares electos a ser exactamente ``lo contrario a lo que son el PRI y el PAN, que han demostrado ser opciones de poder, pero no de buen gobierno. Necesitamos hacer un nuevo tipo de administración en México, significado por la honradez, el trabajo, la creatividad, la humildad, la entrega a las causas justas, la buena administración, la atención a la ciudadanía, sin prepotencia ni abusos de poder''.

Al final envió a los nuevos alcaldes a sus comunidades a dar muestras de que los gobiernos perredistas no son ni corruptos ni ineficientes como los del PRI o los del PAN: ``Vamos a darles lo que todos les ofrecen en campaña, pero que después les niegan como autoridad''. Les aclaró que si no actúan bien atentarán contra el partido y frenarán su crecimiento en otras plazas electorales.

Sobre el mensaje de López Obrador hubo múltiples comentarios. Todos estuvieron de acuerdo en lo relativo al manejo transparente de los recursos. Pero lo que causó muchos comentarios fue lo referente a la familia.

Hubo varias lecturas, desde los bromistas como Alejandro Encinas, quien dijo que ``la referencia es para los alcaldes'', el candidato de Ecatepec, José Luis Hernández Cureño, quien señaló sonriente: ``¿No me equivoqué de partido?'', hasta el coordinador de brigadistas de Almoloya, Adelaido López: ``Todo me gustó, menos lo de la monogamia''.

Y mientras el barzonista Manuel Ortega, miembro del Comité Ejecutivo Nacional, con su sombrero norteño pidió a La Jornada decir: ``Eso no se oyó p'al norte del país''; un feliz Samuel del Villar consideró que el discurso del líder perredista ``refleja los sentimientos de la nación, asqueada de la inmoralidad, del escándalo como forma de gobierno. (López Obrador) ofreció parámetros de lo que deben ser las administraciones municipales'', y admitió que el presidente nacional del PRD en otros aspectos ``tiene una posición más radical'' que la suya propia.

Al término del evento, los reporteros le preguntaron a López Obrador: ``¿El discurso lo escribió antes o después de ver la página cuatro de La Jornada?'', a lo que el líder perredista respondió: ``No tengo comentarios''