No está lista aún la PGR para aplicar la ley anticrimen
Juan Manuel Venegas Aprobada la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada (Ley Fedo), a la PGR se le vino el tiempo encima y hoy ni siquiera tiene conformados los grupos especializados con los que habrá de combatir los once delitos graves que tipifica la nueva legislación. Es más, según explicó en entrevista el subprocurador de Control de Procesos de la PGR, Moisés Moreno Hernández --autor e impulsor de la ley--, ``apenas estamos viendo la mejor manera de conformar la unidad de élite que propusimos''.
Para el funcionario, estas dilaciones en la organización de la PGR se deben en ``buena medida'' a los retrasos legislativos para aprobar la ley. ``Originalmente se planeó que la nueva legislación entrara en vigor a los seis meses de su aprobación, precisamente para dar margen al establecimiento de la infraestructura necesaria para ello''.
No obstante --añadió-- ``nosotros la presentamos desde el mes de marzo y luego se retrasó hasta el actual periodo de sesiones, porque primero se aprobaron las reformas constitucionales; entonces, si seguíamos alargando el tiempo, daríamos la impresión de que no era tan urgente la ley contra el crimen organizado, por lo que ya estando en las cámaras decidimos que entrara en vigor una vez que fuera aprobada''.
Por esa razón, dijo, ``y aunque ya hay algunos avances, es indudable que tenemos todavía limitaciones'' en cuanto a la organización y estructura para llevar a cabo las funciones que enmarca la ley anticrimen''.
La ley Fedo norma la existencia de grupos policiacos ``altamente especializados'' para el combate al narcotráfico, tráfico de armas, lavado de dinero, robo de autos, secuestros, terrorismo, tráfico de indocumentados, tráfico de órganos, tráfico de menores y asaltos en carreteras.
Y aunque ``desde hace algún tiempo'' se ha venido seleccionando al personal de la PGR que se hará cargo de investigar aquellos delitos, todavía no se han conformado los grupos que corresponderán a cada área.
Apenas, según informó Moreno Hernández, hay un grupo de 15 agentes que fueron enviados a España para capacitarse. ``Ese es el grupo más grande, porque tenemos grupos pequeños de dos o tres personas que se están capacitando por su parte en otros lugares de Europa y en Estados Unidos, concretamente en el Buró Federal de Investigaciones (FBI)''.
Pero además de la capacitación que habrán de cumplir los nuevos agentes que se integrarán a la Unidad de Elite para el combate al crimen organizado, habrá que modificar sustancialmente la estructura interna del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas (INCD).
De entrada --indicó el subprocurador-- ``deberá cambiar de nombre, porque ya no sólo será el instituto encargado de combatir al tráfico de drogas, sino a los otros delitos que tipifica la nueva legislación y, posteriormente, habremos de crear grupos policiacos que atiendan cada una de las áreas; es decir, conformaremos subunidades especializadas en la investigación de cada uno de los ilícitos incluidos'' en la Ley Fedo.
Esto llevará todavía algún tiempo, ya que apenas ``se está analizando cuál sería la mejor forma de conformarlas y establecerlas''.
Respecto al cambio de nombre del instituto, Moreno Hernández explicó que no sólo se trata de ``cambiar por cambiar'', sino que la modificación tiene que ver ``con el fondo del asunto, toda vez que si estamos planteando que el INCD se encargue del combate a la delincuencia organizada en todas sus ramificaciones, pues entonces tendremos que modificar su estructura actual y prever áreas para cada investigación''.
Así, el INCD pasaría a llamarse Instituto Nacional para el Combate a la Delincuencia Organizada.
En torno a la selección del personal especializado, el subprocurador de la República advirtió que, de acuerdo con las nuevas necesidades, ``la PGR será muy estricta en los requisitos para incorporar personal a la lucha contra el crimen organizado, con el propósito de que todos reúnan el perfil ético para la adecuada actuación en las actividades que van a realizar''.
Indicó además que la capacitación en técnicas de investigación ``no es garantía al cien por ciento de incorruptibilidad, pero sí esperamos que que esa situación se presente cada día menos, en la medida en que haya una mejor selección de la gente''.
Cabe señalar que, de acuerdo con las nuevas leyes contra el crimen organizado, los agentes que se integrarán a la Unidad de Elite tendrán, entre otras facultades, las de intervenir llamadas telefónicas ``cuando se tengan las sospechas de redes criminales y previo permisos judicial'', o infiltrarse en las organizaciones delictivas con el propósito de obtener información