RETORNO MASIVO DE HUTUS A RUANDA
Afp, Reuter, Ap, Ansa y Pl, Goma, Zaire, 16 de noviembre Más de 200 mil refugiados hutus establecidos hasta hace unos días en el este de Zaire habían llegado a Ruanda este sábado, mientras entre 12 mil y 15 mil personas seguían cruzando cada hora la frontera entre ambos países, después de que rebeldes zaireños expulsaron de la mayor parte de la región a la milicia Interahamwe que, según organizaciones humanitarias, retenía a más de un millón de ruandeses.
Ante la magnitud del éxodo -se calcula que más de 700 mil ruandeses podrían volver a su país la próxima semana-, Estados Unidos admitió la necesidad de reconsiderar la función de la fuerza internacional militar que será enviada a la región africana de los Grandes Lagos, cuyo objetivo original consistía en facilitar la entrega de alimentos y medicinas a más de un millón de refugiados que hasta el miércoles pasado permanecían en la zona.
El jefe del Pentágono, William Perry, dijo esperar un informe de 40 militares estadunidenses desplegados en la región en conflicto para que la Casa Blanca decida la forma en que participará en la misión de paz.
Pero el presidente Bill Clinton subrayó en Honolulu, donde pasa sus vacaciones, que su país sigue adelante con sus preparativos para integrarse en la fuerza internacional en Zaire, en la que también participarán Francia y Gran Bretaña, junto con otras 12 naciones, y cuyo despliegue fue autorizado el viernes por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El primer ministro ruandés, Pierre Celestin Rwigema, reiteró que la fuerza internacional para facilitar la repatriación de refugiados a Ruanda ya no es necesaria, y propuso que ésta se concentre en la reintegración de ``los retornados'' a sus lugares de origen.
La disminución de los combates en la oriental ciudad zaireña de Goma ha permitido a cientos de miles de refugiados cruzar la frontera con Ruanda y establecerse temporalmente en la vecina ciudad ruandesa de Gisenyi, donde fue reabierto un paso fronterizo que el gobierno de Kigali había cerrado algunas horas.
Miles de personas, la mayoría mujeres, niños y ancianos seguían llegando a la ciudad, en cuyos alrededores fueron instalados campamentos, donde comenzaron a ser distribuidos alimentos, mientras se proporcionaba atención médica a numerosos refugiados enfermos aunque, según personal de organizaciones humanitarias, muchos de ellos no lograron cruzar la frontera por carecer de energía para seguir caminando.
El Alto Comisionado de la ONU para Refugiados indicó que por ahora los hutus ruandeses sólo han salido de Zaire por el cruce fronterizo Goma-Gisenyi, cuyo número se calcula entre unas 200 mil y 400 mil personas, pero es imposible saberlo con exactitud.
Reconoció, asimismo, que todavía continúa siendo incierta la suerte de casi medio millón de refugiados ruandeses en diversas zonas del oriente zaireño, que siguen sin recibir ayuda humanitaria y de los cuales miles podrían haber muerto de sed e inanición.
Algunos de los refugiados confirmaron que durante los más de dos años que permanecieron en Ruanda, combatientes de la milicia hutu Interahamwe -principal responsable de la matanza, en 1994, de más de un millón de tutsis ruandeses- controlaron los campamentos donde se establecieron y por la fuerza les impidieron regresar a su país de origen.
Un médico zaireño indicó que este sábado fue declarada una epidemia de cólera en Goma, después que 25 personas contagiadas fueron internadas en hospitales de la ciudad, adonde siguen llegando columnas kilométricas de ruandeses. Miles de ellos fueron obligados por rebeldes zaireños del grupo tutsi banyamulenge, que controlan la zona, a detener su marcha e instalarse a un costado del camino.
La comisión de vigilancia epidemiológica de Goma señaló que las intensas lluvias que siguen precipitándose sobre la ciudad han favorecido la propagación del cólera y destacó que para contener la epidemia, que amenaza la vida de miles de personas, requiere más médicos y vehículos para recoger a los enfermos que se dirigen hacia la frontera