La Jornada 17 de noviembre de 1996

Definitiva, sólo la muerte: Roque

Oscar Camacho y Ciro Pérez Silva Desde el despacho de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados, dispuesto a encarar las críticas que le han llovido al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los últimos días, Humberto Roque Villanueva explica y defiende los motivos que llevaron a su fracción parlamentaria a sacar adelante --solos-- una reforma electoral que, desde ahora, considera puede no ser defintiva, porque ``defintiva, sólo la muerte...''

Sin rehuir pregunta alguna, rechaza que los priístas hayan actuado en contra del Presidente de la República; asegura que la decisión de cambiar la iniciativa obedeció a la ``indecisión'' política en que se debatió el PRD para definir el sentido de su voto, y niega que los cambios hayan sido dictados por el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet.

``La decisión de cambiar la iniciativa la tomamos la dirigencia del partido y los diputados priístas. Gobernación no aportó más que puntos de vista técnicos'', sostiene Humberto Roque, quien además rechaza que esa determinación haya provocado ruptura al interior de la clase política del PRI o con el Presidente de la República.

Sin titubeos, asegura que Ernesto Zedillo nunca les dijo: ``O hay consenso o no hay reforma'', y agrega que retrasar ese proceso hubiera puesto en riesgo la realición de los comicios de 1997, y con ello la gobernabilidad del país.

``Y enfrentados a la disyuntiva del consenso o la gobernabilidad, los priístas optamos por esta última'', enfatiza.

Acerca de las críticas de la oposición, el legislador priísta sostiene que a pesar del voto emitido en contra por el PAN, PRD y PT, la reforma aprobada por el PRI incorpora 95 por ciento de los 107 acuerdos de las negociaciones efectuadas en Gobernación, y con ironía reta a panistas y perredistas que cuestionaron el monto del financiamiento público a los partidos:

``Es una buena bandera político-electoral, pero quiero ver si en su momento lo van a cobrar o no.''

No niega que los resultados del domingo influyeron en el ánimo de los priístas, pero asevera que no repercutieron en la decisión de cambiar la iniciativa, y optimista expresa su confianza en que ``no habrá costo político'' para el PRI por esta determinación, pues según él su partido nunca rompió ningún pacto con la oposición.

``Para romper un jarrón, primero tiene que existir el jarrón. Si no, entonces ¿cómo se puede romper...?''

Necesaria, una estrategia de comunicación

La plática con Roque Villanueva comienza con un reconocimiento de que a los priístas les ha faltado una adecuada estrategia de comunicación para dar a conocer su posición, ``expresar nuestra verdad y que los ciudadanos decidan finalmente''.

De manera inusual, conmina a los reporteros: ``Pregúntenme como francotiradores''.

--¿Cuáles fueron los motivos que llevaron al PRI a la decisión de votar solos la reforma electoral?

La respuesta de Humberto Roque es muy amplia.

Comienza precisando que la reforma electoral en su conjunto constó de cuatro etapas: la reforma constitucional, la integración del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), la renovación del Tribunal Electoral y su incorporación a la Suprema Corte y, finalmente, las reformas a seis leyes secundarias, entre ellas el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).

De esas cuatro etapas, el legislador advierte que en las tres primeras hubo consenso y que en torno del Cofipe sólo hubo diferencias en cuanto al financiamiento, es decir, que ``95 por ciento de la reforma se aprobó por consenso''.

Luego, indica que con la seguridad de que el PAN no votaría la reforma a favor, los priístas buscaron de manera fundamental que el PRI y el PRD pudieran votar conjuntamente la iniciativa, pues ``contenía muchas cosas que habían propuesto los perredistas''.

Sin embargo, ``el PRD anunció públicamente que ellos no serían el PAN del sexenio de Zedillo, y sólo alguien que no entendiera nada de política no entendía el mensaje. Con eso dijeron que iban a votarla en contra toda...

``Entonces yo le pregunté --y aquí voy a ser muy cuidadoso en mis expresiones-- al coordinador del PRD, Pedro Etienne, que cómo iban a votar, y él no me dice ni sí, ni no, simplemente que van a decidir hasta el jueves, el mismo día que se tenía que discutir y votar en el pleno.''

Ante esa indecisión política del PRD, los priístas juzgaron que sería ``arriesgado'' y ``ridículo'' que el PRI sacara adelante ``una reforma que quería el PRD, pero con los votos en contra de ese partido. Ese ridículo no hay partido que lo aguante''.

Además, señala que en el asunto del financiamiento, PAN y PRD iban en contra sólo porque ``es una buena bandera electoral'', y no porque no quieran ese dinero, pues asegura que en su momento ambos partidos ``van a cobrar'' su financiamiento. Entonces, la diputación priísta decide, ``en consulta con nuestro propio partido político, hacer las modificaciones''.

Recuerda, además, que con la intención de lograr que el PRD votara a favor en lo general la reforma, tuvo todavía un encuentro con tres diputados a los que les ofreció revisar casi todos los cambios, menos coaliciones, pues era una decisión de los diputados del PRI que él no podía revertir. Pero al final la respuesta de los perredistas fue ``no''.

--Y el PAN, que siempre vota de manera diferenciada, a favor en lo que está de acuerdo y en contra en lo que no, ¿cuál fue la explicación que les dio para votar todo en contra en esta ocasión?

Al respecto, Roque señala que Acción Nacional sólo le dio una explicación sobre este punto durante la discusión de la reforma constitucional, cuando el coordinador, Ricardo García Cervantes, le manifestó que aceptaban que prevaleciera el financiamiento público sobre el privado, pero con un mayor porcentaje de éste en la ley.

``En la medida en que nos fuimos acercando a la legislación secundaria, me dijeron que la decisión ya no estaba en sus manos, sino del consejo político panista, y que éste había decidido votar en contra.''

--¿Puede asociarse el cambio en la reforma con los resultados de las elecciones del domingo?

--En lo personal no traigo ni tuve en el momento de elección un ánimo depresivo que influyera en cualquier toma de decisiones respecto del Cofipe, pero en el PRI en su conjunto no puedo negar que sí hubo un estado de ánimo negativo, pero eso no influyó en la decisión.

Luego platica cómo un día después de las elecciones, y a pesar ``del coraje y depresión de muchos'', les pidió a los priístas que le dieran un voto de confianza para negociar, con el fin de que el PRD votara a favor. ``Pero aquí el problema fue del PRD, que no aceptó''.

--¿Hasta dónde rompió el PRI el pacto político y hasta dónde puede generar inestabilidad en las próximas elecciones? La oposición los acusa incluso de traición...

--Mi pronóstico personal es que no va a haber inestabilidad política. Las reglas electorales están totalmente claras.

``Por lo que toca al pacto, no se está rompiendo ningún consenso, puesto que éste para la reforma secundaria no existió. Siempre consideramos que la negociación era un paquete, y no se puede aceptar un contrato si no se aceptan todas sus cláusulas'', comenta.

--¿Hubo ruptura entre los priístas, entre Oñate y Chuayffet, por el cambio en el dictamen?

--En esta decisión en particular, le diría que la Secretaría de Gobernación no aportó más que puntos de vista técnicos. ¿Qué pasa si movemos aquí? ¿Qué pasa si movemos allá? No aportó decisiones. Los otros dos lados del triángulo, el PRI y el grupo parlamentario, actuamos en absoluta coordinación y no hubo ruptura.

--La oposición dice que los priístas hicieron quedar mal al Presidente, al no respetar que la reforma saliera por consenso y al modificar la iniciativa.

En una larga respuesta, Roque Villanueva explica que el consenso es deseable, pero no siempre posible, y que ``si se retrasaba más la aprobación de la legislación secundaria para ponerla en consonancia con la reforma electoral, no hubiéramos podido organizar el proceso electoral de 1997'', y con ello también se habría puesto en riesgo la gobernabilidad del país.

Luego, sobre el caso del presidente Zedillo, indicó que ``los priístas de la Cámara sabemos cuál es la filosofía política y el deseo de obtener el consenso, pero nunca nos dijo: `Señores: o hay consenso o no hay reforma'.

``De tal suerte que nosotros, en el ejercicio que nos corresponde realizar de cogobierno, como institución que somos del gobierno de la República, respetando la filosofía política de Ernesto Zedillo y siendo solidarios con él para no retrasar el proceso electoral de 1997, decidimos darle fin a una reforma consensuada en un 95 por ciento.

``Aquí el grupo parlamentario del PRI está con el criterio político del Presidente, cuando dice: `Quiero que las instituciones funcionen y que cada quien asuma su responsabilidad'. Por ello, siempre he dicho que aquí el grupo parlamentario del PRI no tiene ninguna sana distancia con el Presidente de la República.''

--¿Es definitiva la reforma electoral, como dijo el Presidente?

--Cuando el Presidente utilizó el término ``definitiva'', al menos así lo entiendo, se refería a que ahora sí estuviera la fuerza política que en el pasado no estaba: el Partido de la Revolución Democrática. Entonces, es obvio que las instituciones se seguirán reformando en este país porque, defintiva, sólo la muerte..