Organizada por la SSa y la Academia Nacional de Medicina, el 18 de octubre se celebró la I Reunión Nacional sobre la Autopsia. Este procedimiento es uno de los más importantes para el estudio de la enfermedad y ha sido usado de esa manera durante por lo menos 600 años. Además, es un instrumento indispensable para el aprendizaje de la medicina y para la formación de especialistas, no sólo en patología sino en la mayor parte de las especialidades médicas, es la fuente más confiable para elaborar estadísticas de mortalidad, que son fundamentales para planear y llevar a cabo las campañas de salud, y sirve también para mantener y elevar la calidad de la atención médica. A pesar de su enorme utilidad, la práctica de la autopsia ha ido disminuyendo no sólo en las instituciones de salud de México sino en todo el mundo, con graves consecuencias en distintos aspectos de la medicina.
Preocupados por esta situación, la SSA y la Academia Nacional de Medicina formaron una comisión de expertos, encabezada por el doctor Jesús Aguirre García, quienes prepararon una serie de documentos y organizaron la reunión. Para mi sorpresa, pero también para mi enorme satisfacción, cuando llegué había cola para entrar y el auditorio de la Academia estaba lleno, no sólo de especialistas en patología de todo el país sino de directores de hospitales, jefes de enseñanza, administradores y otros funcionarios más, que habían acudido con interés a la convocatoria. El programa de la reunión consistió en cinco presentaciones breves: un panorama general de las autopsias, por el doctor Aguirre García; aspectos legales de la autopsia, por el doctor Oscar Larraza; una propuesta para establecer un Registro Nacional de Autopsias, por el doctor Arturo Angeles Angeles; una revisión de los recursos con que se cuenta y de los que deberían existir para la elaboración de autopsias, por la doctora Cecilia Ridaura Sanz, y una revisión de la autopsia en la enseñanza de la medicina, por el dcotr Aguirre García. Después de un receso los asistentes nos dividimos en cuatro talleres, cada uno dedicado a los temas principales presentados en la reunión general; en estos talleres hubo animada participación de muchos asistentes, quienes contribuyeron con sus opiniones y puntos de vista a enriquecer la información que habían reunido los miembros de la comisión organizadora. Las relatorías y las conclusiones se presentaron en la sesión plenaria que siguió a los talleres.
Debido a la participación entusiasta de las autoridades administrativas, algunos patólogos quedamos convencidos de que en esta ocasión sí se tomarán las decisiones necesarias para dotar a las instituciones de los locales adecuados, del equipo y del personal requerido para esta importante labor académica. Además, siguiendo la estructura del ya existente Registro Nacional Histopatológico del Cáncer, que funciona con éxito desde hace varios años y ha proporcionado información muy valiosa sobre ese grupo de enfermedades, que no se tenía antes, se propuso establecer un Registro Nacional de Autopsias. Este acervo puede convertirse en la base de datos más importante para la salud y la atención médica del país, pues por primera vez en toda nuestra historia podrá contarse con información confiable sobre la frecuencia verdadera de las distintas enfermedades que sufren los mexicanos y sus principales causas de muerte.
Durante la I Reunión se insistió en realizar una campaña entre el público para informarle no sólo de los beneficios que la sociedad deriva de las autopsias, sino para dejar bien claras las diferencias entre la disección y la autopsia, que con frecuencia se confunden. La disección de un cadáver se realiza con objeto de estudiar la anatomía, y cuando es completa abarca todas las estructuras del organismo. En cambio, la autopsia consiste en la evisceración del cadáver, lo que no sólo no lo desfigura sino que permite su mejor conservación durante un tiempo más prolongado. El patólogo conserva los órganos internos para su estudio con el microscopio y otros medios, que le permiten establecer el diagnóstico más completo.
Felicito a mis buenos amigos y colegas, los organizadores de esta I Reunión Nacional sobre la Autopsia, que espero alcance sus importantes y benéficos objetivos, en bien de la salud de la sociedad mexicana.