La Jornada 18 de noviembre de 1996

EU: reducir a la mitad la pobreza mundial no es una obligación

Ansa, Afp, Ap, Efe y Reuter, Roma, 17 de noviembre La Cumbre Mundial de la Alimentación de Naciones Unidas concluyó este domingo con la propuesta de reducir a la mitad la cifra de 841 millones de personas víctimas del hambre en el mundo para el año 2015, pero la Declaración de Roma y su Plan de Acción se vieron debilitados con las reservas presentadas a última hora por quince países.

La cumbre de cinco días, auspiciada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), adoptó por consenso el miércoles pasado, tras varios meses de negociaciones, un documento que afirma ``el derecho de todos a tener acceso a alimentos adecuados y el derecho fundamental de todos a no pasar hambre''.

Pero Estados Unidos consideró en su escrito de reserva que ``éste es un objetivo o una aspiración'' que ``no plantea ninguna obligación internacional ni reduce la obligación de los gobiernos nacionales hacia sus ciudadanos'', ni es un nuevo derecho de la humanidad consagrado por Naciones Unidas.

Washington, que encabezó a los países industrializados en una petición para convertir el libre comercio en la clave para acabar con la pobreza, ``seguirá suministrando ayudas'' alimentarias, que serán concedidas ``evaluando caso por caso'', aclaró la delegación estadunidense, agregando que no firmó el objetivo de la cumbre según el cual los países deben destinar el 0.7 por ciento de su riqueza económica anual para la ayuda al desarrollo.

En el frente opuesto se ubicaron países como Burundi, Irak y Sudán, cuyas objeciones condenaron el embargo estadunidense que repercute en los niveles de desnutrición de sus pueblos. A estos puntos se sumaron una aclaración por parte del Vaticano y de algunos países con población musulmana sobre el tema de control de la natalidad. El Vaticano reiteró que las referencias a la ``planificación familiar'' de ningún modo sugieren que la Iglesia católica respalde el ``moralmente inaceptable'' control artificial de la natalidad.

Otros países, como Argentina, proclamaron que no respaldan el aborto en aquellos documentos sobre ``servicios de salud reproductiva'', y subrayaron sus propios ``valores religiosos y éticos'' respecto a la planificación familiar.

La Declaración de Roma, adoptada por las 186 naciones en la cumbre y sin carácter obligatorio, fija como ``objetivo inmediato'' reducir en un lapso de 20 años a 400 millones el número de desnutridos en el mundo, frente a los actuales 840 millones.

También exhorta a levantar las barreras comerciales a los alimentos y pide que estos ``no se utilicen como instrumento de presión política y económica'', tema que se vio reflejado en la condena de los embargos por parte de varios oradores, entre ellos el papa Juan Pablo II y el presidente cubano, Fidel Castro.

``La democracia, la promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, y la participación plena y equitativa de hombres y mujeres son indispensables para alcanzar la seguridad alimentaria sostenible para todos'', concluye la declaración.

El Papa Juan Pablo II propuso además que la deuda externa de los países pobres sea reducida considerablemente o anulada; otros países, como Perú, propusieron el canje de deuda externa por logros en materia de seguridad alimentaria.

Pese a los buenos propósitos de la Cumbre, la última de esta magnitud organizada por la ONU en este siglo y en la que el drama de Zaire fue uno de los temas centrales, casi todos los discursos de los vicepresidentes y ministros de Agricultura de América Latina coincidieron en señalar que difícilmente se podrán cumplir las metas si no se implantan medidas relativas a la deuda externa y la libertad de comercio. La vicepresidenta de Ecuador, Rosalía Arteaga, recordó hoy la Cumbre de la Alimentación de 1974, cuyos objetivos ``parecen haber quedado en la retórica''.

Un objetivo mínimo

El director de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, destacó durante una conferencia de prensa que clausuró la cumbre de Roma, que la meta para disminuir a la mitad los 841 millones de personas con hambre en el planeta ``es una meta mínima, pero si la comunidad internacional se vuelca, es obvio que lograremos mejores resultados''.

``Emprendamos una carrera contra reloj y vayamos más allá del objetivo que nos trazamos'', dijo el senegalés Diouf, quien recordó que los documentos finales de la cumbre son fruto de ``complicadas negociaciones'' para lograr la aprobación de todos los países.

Subrayó que los ``principales responsables'' para que se cumplan las metas son los ``gobiernos nacionales, ya que ningún país extranjero u organización internacional puede suplirlos'', aunque agregó que los países ricos tienen la ``obligación moral'' de ayudar a las naciones pobres.


Ansa, Afp, Efe, Reuter y Pl, Roma, 17 de noviembre El presidente cubano, Fidel Castro, volvió hoy a convertirse en el centro de la atención durante una multitudinaria rueda de prensa en la que dijo que una visita a su país del papa Juan Pablo II, con quien se entrevistará el próximo martes, podría ``influir'' en el levantamiento del bloqueo estadunidense contra Cuba.

``Creo que el bloqueo puede ser eliminado mediante el esfuerzo colectivo de todos los países de la tierra'', señaló Castro en la rueda de prensa de clausura de la Cumbre Mundial de la Alimentación de Naciones Unidas, en la que fue la gran estrella de la conversación con casi mil periodistas.

``En Cuba no se puede vender ni una aspirina para el dolor de cabeza, ni un medicamento para curar un cáncer y salvar una vida'', dijo el líder cubano al hablar sobre los efectos del bloqueo impuesto hace 35 años, y al que calificó de ``intento de genocidio''.

Pero Castro destacó que a pesar del bloqueo, en Cuba nunca fueron cerrados hospitales ni escuelas, hecho que definió como ``un milagro'', y citó como otros éxitos de los más de 30 años de revolución la expectativa de vida de 76 años, la reducida mortalidad infantil y la producción de algunas medicinas, como la vacuna contra la hepatitis B.

Ante una pregunta sobre su discurso del sábado, que se llevó el aplauso más prolongado en una cumbre en la que prevaleció la retórica, Castro afirmó que ``digo lo que puedo, y seguiré diciéndolo''.

En este sentido, insistió en que ``no me cabe en la cabeza que dentro de 20 años todavía haya 400 millones de personas en estado de desnutrición, porque eso significa que al menos cien millones de ellos morirán de hambre''.

``El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, es posible que ahora, una vez concluida la campaña presidencial, y a pesar de que los republicanos tienen mayoría en el Congreso, pueda hacer algo para acatar el acuerdo de la Cumbre de la Alimentación en contra de los bloqueos y embargos'', añadió.

El veterano líder cubano citó incluso la Biblia, aunque se distanció de Juan Pablo II en cuanto al controvertido tema del control de la natalidad. ``Como dice la Biblia, alguna vez sólo eran Adán y Eva, y eso era todo. Pero ahora somos seis mil millones''.

``Y este crecimiento debe planificarse, tener control de la natalidad. Creo que mucha gente está convencida de esto. Y creo que la Iglesia católica también lo está, pero cada uno lo entiende a su manera, y hay que respetarlo'', dijo Castro.

Agregó que ``el aborto no es saludable, ni conveniente ni recomendable. Pero la ley en Cuba lo autoriza. Tampoco el divorcio es saludable ni recomendable, pero la ley lo autoriza, porque no se puede obligar a convivir a dos que ya no están de acuerdo''.

Sobre su encuentro con el Papa, previsto para el próximo martes, Castro afirmó que trae ``un mensaje de amistad'', y afirmó que ``en materia de teología no me voy a meter para nada''.

Descartó además que una eventual visita a Cuba del jefe de la Iglesia católica pudiera eliminar el bloqueo estadunidense, pero reconoció que podría ``influir'' el hecho de que el pontífice ha condenado el embargo en varias oportunidades.

Interrogado sobre si ``la visita del Papa podría ser el próximo verano cubano, pese al calor'', Castro bromeó, al asegurar que ``este Papa resiste el calor, el frío, y todos los climas habidos y por haber''. La única pregunta que por un momento le hizo perder el excelente humor que mostraba fue la formulada en torno a los derechos humanos en Cuba. ``Hemos hecho milagros con lo poco que tenemos. ¿Cómo lo hemos logrado? Con la revolución. No tenemos que hacer otra apertura que se llame contrarevolución'', afirmó.

La rueda de prensa, en la que Castro fue ovacionado por buena parte de los periodistas en repetidas ocasiones, comenzó con un pequeño incidente, cuando una media docena de hombres y mujeres se subieron a las sillas de la sala para romper simbólicamente la Declaración de Roma aprobada por la cumbre.

Los políticos y medios de prensa italianos continuaron hoy expresando su entusiasmo por la vista de Castro, quien llegó la víspera a Roma y que esta noche cenó con el presidente honorario de la FIAT, Giovanni Agnelli, y con la hermana de éste, Susanna, quien fuera canciller de Italia, en el palacio romano de la familia, propietaria de uno de los grupos automovilísticos e industriales más importantes del país.

Ante la cordial acogida dispensada a Castro, la comisionada de la Unión Europea para los derechos humanos, Emma Bonino, dijo hoy en conferencia de prensa que está ``amargada'' por ver como se recibía a un ``dictador''.