La Jornada 18 de noviembre de 1996

Rechazan bases plan reeleccionista

Mireya Cuéllar e Ismael Romero En breve pero intensa rebelión, los delegados a la 62 Convención Nacional del PAN echaron por tierra el interés que la dirigencia partidista tenía de impulsar reformas a la Constitución, a fin de permitir la reeleción inmediata de diputados y de senadores, como parte de su Plataforma Legislativa Federal 1997-2000, aprobada ayer parcialmente.

Primero a coro y después con su voto, la mayoría se impuso. La dirección partidista recurrió incluso a una de sus figuras nacionales para tratar de influir en el ánimo de los delegados -Diego Fernádez de Cevallos-, pero éste fue abucheado y sus argumentos fueron desoídos.

``¡No! ¡No! ¡No!'', gritaron los convencionistas en el gimnasio Juan de la Barrera, sede del evento.

Alejandro Arvide habló de los beneficios que la experiencia legislativa podría retribuir al partido, pero el joven Mauricio Candiani le recordó que la no reelección es uno de los valores fundacionales del PAN, recogidos del ideario político de Francisco I. Madero, y le dijo que más importante que la experiencia es el contacto social y el compromiso con el pueblo.

El riesgo de la reelección, advirtió, es que se haga extensiva después al Presidente de la República. Y mencionó que Diego Fernández de Cevallos no necesitó de experiencia para ser diputado y coordinador parlamentario en la pasada legislatura.

En seguida tocó el turno a Fernández de Cevallos, quien fue recibido con abucheos. ``Hoy traigo el santo de espaldas'', exclamó, pues minutos antes, cuando habló en calidad de invitado especial, el pleno lo aclamó.

El ex candidato presidencial manifestó que, de Madero a la fecha, existe un México diferente, y que si en esta ocasión perdía el debate, el tiempo le dará la razón.

La reelección se ha dado en la mayoría de los países democráticos, expuso, y señaló que aquí se da de manera simulada. Se pasa de una cámara a otra. Se necesita, dijo, fortalecer la carrera legislativa.

Y en respuesta a Candiani, dijo: ``Porque ya fui diputado y coordinador, supe de mis carencias. Tan malo es el juego chapucero y mezquino de la mudanza de puestos, como el no querer un cambio''.

En respuesta, el convencionista José Cervantes dijo que el congreso de Estados Unidos es ejemplo de cómo la reelección lleva al anquilosamiento y a la falta de creatividad legislativa, que sólo arroja aprobación de leyes como la Helms-Burton.

El PAN, recordó, es el único partido que se ha opuesto a la reelección, y señaló que si experiencia se quiere, que se aproveche la de todos aquellos panistas que se ``columpian'' de una cámara a otra.

Fernández de Cevallos no se dio por vencido y pretendió hablar nuevamente, pero los convencionistas declararon que el tema estaba suficientemente discutido.

Las palabras de Fernández de Cevallos debieron haber surtido algún efecto, porque muchos delegados apoyaron la reelección, pero al final la mayoría se impuso.

Diego mostró la mano al secretario general, Juan Antonio García Villa, y enseguida hizo un giro con el pulgar hacia abajo. Este apretó la mandíbula y meneó la cabeza en sentido negativo.

``Si la hubiéramos trabajado un poco más, la ganábamos'', dijo Diego a periodistas.

``Se fueron con la demagogia'', lamentó Francisco José Paoli, responsable del proyecto de plataforma y secretario de Estudios del partido.

Felipe Calderón, presidente del PAN, de plano no quiso profundizar en el tema.

-¿Insistirán en la próxima convención?

-Los convencionistas ya decidieron -respondió.

-Pero nada es definitivo -insistió el periodista-. Humberto Roque dice que ``sólo la muerte es definitiva''.

-¿Seguro dijo eso? -interrogó sorprendido Calderón, y con ello evadió más preguntas.

La plataforma panista fue aprobada en lo general, y sólo tres de sus ocho capítulos fueron discutidos en lo particular. El debate se tuvo que suspender por la inminente falta de quórum. Pasadas las tres de la tarde, el gimnasio se veía semivacío.

El presidente de debates, Juan de Dios Castro, sometió a votación, y se aprobó, una propuesta de Calderón para discutir los temas pendientes en foros de consulta.

Los resultados se entregarán al Consejo Nacional y se darán a conocer en la próxima convención de marzo de 1997.

Los temas revisados fueron educación, cultura y medios de información, el sistema federal y el económico. Los que se dejaron pendientes fueron los de la cuestión laboral y seguridad social, de seguridad y justicia, de ecología, de asistencia social y del campo.

Al inicio de los trabajos, Fernando Estrada Sámano había expuesto que lo más importante del PAN han sido sus ideas y sus propuestas, y que los redactores del documento habían descuidado todo eso. En el tema económico, afirmó, la plataforma no resistía un examen de secundaria. ``Fue redactada por aspirantes a economistas que no entendían ni el concepto de subsidariedad ni el de rectoría del Estado'', criticó.

Estrada Sámano observó que en el proyecto se habla de ``desarrollo estabilizador'', tema que nunca ha propuesto el PAN. ``Hay poemas de incoherencia sintáctica y cantinflismo puro, con disculpas para Cantinflas'', señaló.

Paoli defendió la plataforma. Dijo que fue resultado de un proceso de consulta democrática y pidió a la Convención -con ironía evidente- que los problemas de sintaxis y de ortografía se dejaran al secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet.

A propuesta del senador Luis H. Alvarez, el tema indígena se dejó para la siguiente convención, debido a que no están resueltas aún las negociaciones sobre el tema en San Andrés Larráinzar.

En el tema de educación, Eduardo Rosales propuso que en el documento se estableciera que la educación que propone el PAN es de ``laicismo positivo'', como la definió Efraín González Morfín. ``No le tengan horror a la palabra'', dijo. Pero su propuesta no prosperó. Paoli argumentó que el término ``laico'' se ha usado como sinónimo de antirreligión, y que la Unesco habla de ``educación libre''. Este concepto fue el que se aprobó.