La Jornada 19 de noviembre de 1996

En Brasil, los ex presidentes Itamar Franco y José Sarney se oponen a la venta de la mayor paraestatal minera del continente

Ansa, Afp, Efe y Dpa, Río de Janeiro, 18 de noviembre Los ex presidentes brasileños Itamar Franco y José Sarney lanzaron hoy una campaña nacional contra la anunciada privatización de la empresa estatal Vale do Río Doce, la mayor minera del continente.

A ese movimiento se suma un proyecto del senador izquierdista José Eduardo Dutra, apoyado por representantes de varios partidos, que de ser aprobado, obligará al gobierno a someter al Legislativo todos sus proyectos de privatización. Itamar Franco, quien gobernó el país durante dos años después del juicio político por corrupción que al final de 1992 alejó al entonces presidente Fernando Collor, pidió al actual mandatario, Fernando Henrique Cardoso, que ``mire el pueblo brasileño y no cometa ese acto salvaje''.

El ex presidente Sarney, por su parte, dijo que no se opone, en principio, a la privatización de las empresas estatales, pero señaló que la Vale do Río Doce es ``una agencia de desarrollo'' y ``un brazo estratégico de Brasil''. Las ventas de Vale do Río Doce sumaron el año pasado 6 mil millones de dólares, y la empresa es propietaria de reservas de 38 mil millones de toneladas de hierro en el estado de Carajás.

Por lo pronto, el secretario del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) de Cardoso, Arthur Netto, dijo que aguarda la renuncia de Franco como actual embajador ante la Organización de Estados Americanos, por liderar el movimiento contra la venta de la minera.

Franco y Sarney sostendrán este martes un encuentro para diseñar la estrategia de adhesiones, a la que se sumarían los líderes izquierdistas Luiz Inacio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, y Leonel Brizola, del Partido Democrático Trabalhista, entre otras conocidas figuras políticas brasileñas.

En el ámbito económico, por otra parte, el director de Asuntos Internacionales del Banco Central de Brasil, Gustavo Franco, desmintió la posibilidad de una maxidevaluación del real para solucionar el déficit de la balanza comercial de este año, que suma ya más de 2 mil 600 millones de dólares.

Mientras, el canciller Luiz Felipe Lampreia rechazó las acusaciones del Consejo de Empresarios de América Latina, que aseguró en un informe que Brasil es el país con economía menos abierta de la región.

Otro estudio, de Banco Mundial, acusó al Mercosur de ser un mecanismo disfrazado de proteccionismo y de resistirse a modernizar su aparato productivo.

El canciller advirtió que ``la industria nacional aún no está preparada para enfrentar un `segundo choque liberal' y competir directamente con los países industrializados''