La Jornada 19 de noviembre de 1996

Marcos: ahora toca al gobierno decidir entre guerra y paz

Hermann Bellinghausen, enviado, La Realidad, Chis., 18 de noviembre ``Si no fuera por los combatientes insurgentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional el gobierno nunca haría caso, el mundo nos olvidaría y nuestra palabra estaría perdida'', dijo anoche el subcomandante Marcos en el Aguascalientes de este ejido.

``Hace tres años, en 1993, recibimos de las comunidades del sureste mexicano el bastón de la guerra y nos preparamos para matar y para morir. Hace 13 años estábamos listos para lo mismo. Hoy estamos listos para morir y para vivir. Hace 13 años nos preparamos para la guerra. Hoy estamos listos para la guerra y para la paz. Estamos listos para destruir y para construir, estamos listos para aguantar y para convivir'', expresó.

Ante medio centenar de insurgentes y varios cientos de indígenas de la región tojolabal, el subcomandante Marcos aseveró: ``Ahora le toca al gobierno escoger; si quiere guerra, nos va a encontrar, y si quiere paz, también nos va a encontrar''.

Durante el acto militar con que celebró el EZLN su decimotercer aniversario, el mayor Moisés tomó la palabra en primer término. Dijo: ``Ya tenemos esta experiencia. Hemos visto nuevas necesidades de nuestro trabajo para continuar como ha-bíamos dicho, como explicábamos y platicábamos, decíamos que nuestra lucha combina las otras formas de lucha. O sea que no nada más con las armas, ahora ustedes son los que ven que estamos haciendo lo político, lo ideológico, y esto es muy interesante''.

El mando zapatista se dirigió, con un respeto sobrecogedor, a los civiles de las comunidades: ``Estamos dándole tiempo, no estamos sacando los plomos en el cañón, pero sí estamos disparando nuestro pensamiento, nuestra palabra, de cómo estamos hablándole al pueblo y cómo atacamos políticamente al mal gobierno''.

Destacó: ``Eso debemos tener en nuestra cabeza, porque las ganas de enfrentar al enemigo sí las hay. Juntos estamos aquí pues, ahorita, pueblos e insurgentes, cuando ya nos damos cuenta: si no podemos obtener nuestras demandas por la vía política, aún tenemos lo otro''.

Tanto Moisés como Marcos insistieron en la disposición para la paz del EZLN. El primero concluyó diciendo: ``Tenemos que darle tiempo a cada terreno de nuestra lucha. Vamos a ampliar el sentido de nuestra lucha''.

El acto propiamente militar fue sobrio y duró poco más de media hora. Acompañaba a los mandos zapatistas el comandante Tacho, en silencio.

En su oportunidad, el subcomandante Marcos se dirigió ``a las tropas insurgentes, a las tropas milicianas, a las bases de apoyo del EZLN'', y señaló: ``Hace 13 años nacimos en las montañas del sureste mexicano y nacimos para mandar. Hoy obedecemos. Hace tres años, en el décimo año del EZLN, las comunidades indígenas rebeldes tomaron el mando de nuestro ejército y se convirtieron en el Comité Clandestino Revolucionario Indígena, Comandancia General de nuestro ejército. Durante estos tres años de guerra, nuestros jefes indígenas nos han conducido por buen camino. Primero en los combates y después en los diálogos y las crisis que ha tenido el conflicto de nuestras fuerzas en contra del supremo gobierno''.

Enseguida, el subcomandante Marcos enumeró los acontecimientos del año anterior, a partir de la ``crisis de los Aguascalientes'', cuando ``el gobierno pretendía destruir los que se estaban construyendo''. Finalmente, gracias a la movilización de la opinión pública y al reconocimiento de que estos centros tenían el objetivo de mejorar las condiciones de vida cultural y social de las comunidades, se pudo resolver la crisis y el gobierno tuvo que echar atrás sus planes guerreros, señaló.

Recordó el lanzamiento de la cuarta Declaración de la selva Lacandona, el primero de enero, y la celebración del Foro Nacional Indígena. ``Entonces llegaron los integrantes de etnias de todo el país a encontrarse con nuestros jefes indígenas, y a buscar juntos la salida al problema de todos los indígenas en México''.

Siguió con la firma de los primeros acuerdos en San Andrés, ``que todavía no son cumplidos a cabalidad por el gobierno''; la Mesa sobre Democracia y Justicia y los encuentros Continental e Intercontinental por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo; el Foro Especial para la Reforma del Estado, luego de la ``crisis de mayo'', cuando el gobierno acusó de terroristas a los zapatistas, ``hasta que tuvo que reconocer que estas fuerzas son combatientes y no terroristas'', y la suspensión del diálogo de San Andrés por una ``orden de los pueblos y bases de apoyo''.

Acto seguido, Marcos se refirió a la salida de la comandante Ramona: ``Una mujer, miembro del CCRI de nuestro ejército, rompe el cerco militar y político y sale de la selva Lacandona y llega a la capital del país, para llevar el mensaje de todos nosotros y de todos los pueblos zapatistas a otros hermanos indígenas en el Congreso Nacional Indígena''.

El subcomandante Marcos concluyó su recuento con la instalación de la Coseve. ``Durante todos estos eventos y situaciones, los insurgentes del EZLN han tenido siempre listos el arma y el corazón. Este corazón y estas armas que tienen nuestros hermanos y nuestras hermanas insurgentes, han tenido siempre listos el arma y el corazón, con lo cual han obligado al gobierno, al mundo y a la sociedad mexicana a seguir atentos las demandas de los pueblos indios, y también han presionado al gobierno a que se comprometa en serio a cumplir las demandas de los pueblos.

``Llegamos a esta guerra de tres años sin opción entre vivir o morir'', prosiguió el jefe militar del Ejército Zapatista. ``La única opción que tuvimos fue entre la muerte digna y la indigna, y escogimos la muerte mejor, la muerte del combatiente, la del que pelea luchando. Hoy le toca al poderoso escoger entre la guerra y la paz, y cualquiera de las dos cosas que escoja encontrará una respuesta consecuente de los zapatistas.''

En su discurso, el subcomandante Marcos agregó: ``Ahora nos toca escuchar la palabra del gobierno, si es que quiere paz, tiene que dar muestras. Nosotros ya dimos muchas señales. Si es que quieren guerra, pueden venir cuando quieran por nosotros y salir con el costo de una guerra en todas partes''. Para rematar, saludó ``a las tres divisiones del sureste que forman el Primer Cuerpo del Ejército del Sureste, que hoy se encuentran celebrando este festejo en todos los cuarteles de nuestro ejército y en los pueblos''.

Durante la conclusión de este acto, con motivo del decimotercer aniversario de la fundación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el estratega rebelde señaló: ``Repetimos el compromiso del general Vicente Guerrero en la lucha por la primera Independencia de México. Vivir por la patria o morir por la libertad.

``Estamos dispuestos a vivir si esta patria es libre, si es justa, si es democrática. O si no, estamos dispuestos a pelear y a morir por que esta patria sea libre, sea justa y sea democrática''