En Oventic, mensaje de paz y no violencia de líderes espirituales de varias partes del mundo
Elio Henríquez, corresponsal, Oventic, Chis., 20 de noviembre Líderes espirituales de varios países, que integran el Consejo de Paz, se reunieron hoy aquí con una delegación del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), encabezada por el comandante David, quien les pidió que desde sus posiciones busquen la forma de encontrar una paz justa y digna para las comunidades indígenas.
En su visita a esta comunidad, el Consejo de Paz trajo a los indígenas zapatistas ``un mensaje de no violencia y paz'', lo cual ``no quiere decir que hay que dejarse vencer''.
Uno de los integrantes del Consejo de
Paz, a su llegada
a este ejido. Foto: Raúl Ortega
La comitiva del Consejo de Paz, guiada por el obispo Samuel Ruiz García, llegó a las 11:30 horas de hoy a este ejido de San Andrés Larráinzar, al que David llamó ``el corazón digno de los indígenas zapatistas del EZLN''. El grupo fue recibido por diez comandantes, quienes durante varias horas explicaron los motivos y objetivos de su alzamiento armado.
En la amplia explicación, David reiteró que las causas principales del levantamiento del 1o. de enero ``no son más que la injusticia, el hambre, la miseria, la marginación, la gran explotación, el sufrimiento, la muerte de nuestros pueblos indígenas de Chiapas y de México''.
Los indígenas, agregó el dirigente zapatista, nunca han vivido como seres humano, porque desde hace muchos años han sido despojados de su riqueza y su libertad, ``pero llegó el momento en que los mismos pueblos indígenas comenzaron a tomar conciencia de su realidad por medio de su reflexión y el análisis, y también del estudio de la palabra de Dios, y así empezaron a despertarse''.
Sin embargo, señaló, la respuesta del gobierno a esos movimientos pacíficos y políticos fueron sólo promesas, engaños y después represión y violencia contra las comunidades. Por eso las luchas justas del pueblo comenzaron a crecer, pues se dieron cuenta de que la fuerza viene de la unidad y de la toma de conciencia del pueblo.
Ante los representantes del Consejo de Paz, que fueron recibidos en uno de los auditorios del Aguascalientes II, David expresó que, después de reclamar mediante las leyes sus derechos a ser tomados en cuenta como pueblos, y no obtener respuestas, ``vimos que se cerraba el camino y que los gobernantes no entenderían nuestros clamores''. Insistió: ``no nos alzamos en armas porque nos guste morir o matar; fue porque ya no teníamos otros caminos''.
Por parte del Consejo de Paz -organización compuesta por líderes espirituales de diversos países del mundo, entre ellos varios premios Nobel, de los cuales ninguno asistió-, un monje budista del Tíbet les expresó que contarán ``con toda nuestra ayuda moral y deseos de que salgan victoriosos de esta lucha''.
Otro integrante afirmó: ``Viviremos el resto de nuestras vidas apoyando su lucha''.