Mezquina actitud opositora para descalificar el proceso de 97: Oñate
José Ureña Con una actitud ``mezquina y egoísta'', los tres partidos de oposición dieron la espalda a la sociedad y, apoyados por ``informantes desinformados, desorientados y pretendidamente desorientadores'', quieren descalificar el proceso de 1997, acusó antenoche Santiago Oñate Laborde.
Durante una reunión de la Comisión Nacional Electoral, el líder priísta agregó que su partido votó solo la reforma cuando decidió no ceder ante la inconsecuencia. Lo hizo ``preservando el valor de lo consensado y dando respuesta al mandato que el pueblo nos impuso en agosto de 1994''.
La reunión sirvió para revisar los resultados de las votaciones de 1996 y reconocer, en voz de Enrique Jackson Ramírez, que los sufragios en favor del PRI se precipitaron más de lo que aumentaron los de otras fuerzas.
``Se perdieron muchos distritos y presidencias municipales. Por ello será necesario, más allá de las cifras y fuera de cualquier autocomplacencia o autoelogio, descubrir los elementos que nos impidieron alcanzar un mayor número de triunfos'', arengó Oñate Laborde.
Ante la mirada de Esteban Moctezuma Barragán, secretario del Consejo Político Nacional del PRI, Oñate, Jackson y el presidente de la Comisión Nacional Electoral, Pedro Vázquez Colmenares, rechazaron haber perdido con votos de castigo.
``Voto de castigo es el que se infligieron los poblanos al elegir a Hinojosa. Voto de castigo es el que se infligieron en Zapopan; el que se infligieron los panistas en Jalisco con (Alberto) Cárdenas'', acotó Oñate.
La reunión comenzó con el discurso del presidente priísta. Habló de la reforma, de cómo el PRI ``participó en un amplio y sincero diálogo con quienes, con buena fe y altura de miras, decidieron transformar nuestras instituciones, estructuras y normas electorales.
``Buscamos en el consenso método. Nunca confundimos método con resultado. Cuando fue posible, dialogamos. Ante la inconsecuencia, no cedimos''. Pero los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT) ``prefirieron abstenerse de cumplir lo acordado en materia de financiamiento público''. En cambio, ``el PRI siempre respetó su palabra''.
En el caso del financiamiento, especificó, hay ``prevalencia del dinero público sobre el privado, transparencia y fiscalización absoluta del origen y destino de los recursos, prohibición total de aportaciones anónimas, reducción sensible de las aportaciones privadas''.
El PRI, indicó Oñate, ``ha esgrimido razones jurídicas, razones políticas. Ha esgrimido la aplicación y el desarrollo de un modelo constitucional que fue consagrado por consenso de todas las fuerzas''.
``Nuestros opositores, al votar en contra de esos acuerdos (...), renunciaron al ideal de la nueva sociedad mexicana. A ella le dieron la espalda.''
Ahora ``pretenden, con una actitud discursiva y de descalificación a ultranza, la deslegitimación anticipada del proceso electoral federal de 97. Ya lo han hecho en el pasado. Se niegan a avanzar. Sólo entienden la política como confrontación estéril. Su responsabilidad se limita a provocar encono, no a construir instituciones''.
Después vinieron otras intervenciones y la confirmación estadística de Jackson Ramírez: de 244 municipios, el PRI ganó 175, con 41 por ciento del total de votos, el PAN con 29.5 y el PRD con 20. De 65 distritos, el PRI retuvo 42 y aceptó su derrota en 23.