No más tehuacanazos en los interrogatorios
Ricardo Olayo Una nueva técnica, ``la más lejana al agua mineral, chile piquín y la manita de puerco'', será aplicada para 1997 en el interrogatorio de personas por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF). La kinesis es una técnica que basa su análisis en las reacciones corporales de las personas que responden a preguntas y los servidores públicos recibirán instrucciones para su aplicación por parte de especialistas estadunidenses.
El objetivo es convertir a los agentes del Ministerio Público y policías judiciales en ``detectores de mentiras'' humanos que observen la posición de la persona en su silla, sus manos, su mirada, tono de voz y la sudoración, a fin de identificar el momento en que un homicida, un defraudador o cualquier otro presunto delincuente mienten, o bien un testigo.
La técnica kinésica será utilizada en forma cotidiana y no sólo en casos relevantes, informó ayer el director del Instituto de Formación Profesional (IFP), René González de la Vega, quien explicó que el próximo año los agentes del MP y los judiciales aprenderán la técnica en un curso impartido a grupos de 40 a 50 alumnos. ``Todo lo que sirva es válido'', comentó el funcionario en entrevista al referirse a la utilidad de la kinesis. Subrayó que dicha técnica es científica y está alejada de métodos físicos de presión que en algún momento fueron utilizados por los investigadores, como el uso del tehuacán y el chile piquín.
La kinesis no hace prueba plena en los juzgados, pero es una técnica que la PGJDF considera adecuada para que la autoridad profundice en una investigación con base en la lectura de las reacciones de los interrogados, indicó González de la Vega. La técnica no sólo se enfoca a las respuesta corporales, sino también a la manera de hacer las preguntas, afirmó por su parte el director de Delitos Financieros, Enrique Suire, quien viajó a Monterrey para asistir a una demostración de la kinesis, que posteriormente recomendó para su utilización en la PGJDF.
En entrevista, Suire dijo que es obvio que no se puede interrogar de la misma forma a personas de diferente nivel social, por lo que la clave de la kinesis es saber ``interpretar lo que me dice el interrogado y cómo me lo dice''.
En el interrogatorio ``no puedo darme el lujo de enojarme, pero sí debo estar atento a la modulación de la voz, a la posición de sus manos o la forma en que se reacomoda en su asiento después de una pregunta'', explicó.
También debe verse su mirada, la forma de ver de reojo o de frente, y el investigador debe tener la habilidad para hacer sentir al presunto delincuente el agobio por la posibilidad de que mienta, indicó Suire.
La primera ciudad de la República donde se ha puesto en práctica la kinesis es Monterrey, donde el especialista Glen Foster, creador de la técnica adaptada para la materia criminal, incluyó un caso práctico. Foster, ex integrante de la policía de Atlanta, es especialista en el manejo del polígrafo o detector de mentiras y desde hace 15 años aplica la kinesis (está técnica tiene una antigua aplicación en materias psicológicas y psiquiátricas).
Los funcionarios de la PGJDF indicaron que el curso podría ser impartido al final del primer trimestre del año, porque ahora no se tienen recursos frescos para hacer la contratación, además de que desconocen cuál es su costo. Para el curso están considerados también los peritos, quienes conocen el manejo del polígrafo, aparato que es utilizado como una técnica auxiliar en la integración de las investigaciones.
Este polígrafo registra los cambios respiratorios, la frecuencia cardiaca y proporciona con exactitud la sudoración de la piel durante un interrogatorio, según indica el Manual de métodos y técnicas empleadas en servicios periciales por la PGJDF.