La Jornada 22 de noviembre de 1996

El PAN, dispuesto al diálogo; para empezar, propone reabrir la reforma

José Ureña El Partido Acción Nacional (PAN) anunció su disposición a atender el llamado gubernamental para la concordia y propuso que el punto de partida para reanudar el diálogo sea la reapertura de la reforma política que aprobó una sola fuerza, la oficial, de las cuatro con registro.

Mientras tanto, precisó el secretario general Juan Antonio García Villa en conferencia de prensa, el presidente Ernesto Zedillo puede traducir esa buena voluntad con su veto a las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).

Los panistas, subrayó el directivo, están a la espera de mayor información del Ejecutivo para saber ``en qué consiste el llamado y de qué manera habremos de encontrar fórmulas para que las elecciones de 1997 no deriven en problemas de estabilidad y de violencia''.

García Villa habló ante los reporteros sobre la postura de su partido al llamado de concordia que el 20 de noviembre hizo el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet.

Del dirigente priísta Santiago Oñate, el dirigente panista pidió expresiones ``más claras y categóricas'', pues como se expresó el 19 de noviembre colocó a la oposición bajo sospecha por el origen de sus recursos y ``no estamos en esa hipótesis o juicio, al que rechazamos''.

Cuando se le preguntó el temario que propondría Acción Nacional para reincorporarse al diálogo, el secretario general sólo mencionó un asunto: reabrir el tema de la reforma electoral.

Lo que se busca es ``que todos cedamos algo'' y el PRI debe hacerlo ``cuando menos en los 16 puntos en que se dio marcha atrás, entre ellos el aspecto de financiamiento... Ellos privilegian el financiamiento público y no es antídoto al privado''.

Casi al final pidió una vigilancia estricta de los recursos manejados por partidos y reclamó al PRI porque, dijo, nunca se negoció que el paquete fuera integral y que si se eliminaba un punto se desconocerían los demás, como parcialmente lo hicieron los senadores y diputados priístas al sacar su reforma. Por lo tanto, ``el PRI podrá quejarse de todo, menos de traición''.

En cuanto al veto presidencial para los cambios al Cofipe, dijo que es falso el argumento de que se ha usado ocasionalmente. Según sus cuentas, las que no acompaño con datos específicos, de 1960 a 1969 hubo al menos 23 ocasiones en que se utilizó ese recurso del titular del Poder Ejecutivo y curiosamente desde 1970 a la fecha no se ha aprovechado