La Jornada 22 de noviembre de 1996

Multa de $90 mil a hospital donde murió una paciente por negligencia médica

Tenía 29 años y estaba en su octava semana de embarazo. Sin embargo, dos cirugías realizadas sin estudios completos ni el equipo necesario en el Hospital Santa Teresa de Las Lomas causaron la muerte de Aline, el 19 de enero de 1993. Casi cuatro años después, la Cuarta Sala del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) determinó una multa de 90 mil pesos por omisiones y descuidos del médico responsable.

Este es el segundo caso de responsabilidad profesional médica que termina con sentencia favorable para el quejoso, indicó Luz del Carmen Giese Estrello, presidenta de la Fundación Mexicana para el Mejoramiento de los Servicios de Salud, organismo que ha reportado 300 casos similares al de Aline.

El 47.5 por ciento de los hechos conocidos por la fundación terminaron en muerte de los pacientes, 35.2 con secuelas físicas irreversibles, 14.7 dejó lesiones cerebrales y 2.29 por ciento lesiones por partos y mutilaciones. Aproximadamente 150 de esos casos se encuentran en un proceso de demanda civil o penal, informó Giese Estrello.

Un camino largo, desgastante, lleno de dilaciones e irregularidades es el que se tiene que recorrer cuando el interés es que se haga justicia; que las omisiones, impericias, ignorancia, mal diagnóstico y negligencia médicas sean sancionadas, dijo.

Los obstáculos empiezan porque los agentes del Ministerio Público no conocen la Ley General de Salud y, por lo tanto, no diferencian entre clínicas de primer y tercer nivel ni saben cuál es el equipo médico que debe tener cada una. Después, para integrar la averiguación previa se requiere el expediente clínico que muchas veces llega con enmendaduras y tachaduras, sostuvo.

Una situación como ésta vivió la señora Sonia Castillo, madre de Aline Amuchástegui Castillo. El 17 de enero de 1993 Aline ingresó al Hospital Santa Teresa de Las Lomas. Le diagnosticaron un embarazo extrauterino y le realizaron una operación quirúrgica sin tener los estudios previos completos, además de que no se prestó atención a la tos que padecía.

Según consta en el expediente jurídico, el médico responsable, Francisco Flores Mercado, salió del quirófano dejando en manos de sus ayudantes la conclusión de la cirugía. Al otro día la paciente empezó a sangrar y se hizo necesaria una segunda intervención, durante la cual Aline tuvo una broncoaspiración que tampoco fue atendida porque el hospital no contaba con un ventilador mecánico.

Cuatro horas después, la familia de Aline fue informada de ``algunos problemas'', y el médico les sugirió que la trasladaran a otro hospital. ``Pero era demasiado tarde, mi hija había sufrido un paro cardíaco''.

A partir de entonces, la señora Castillo entabló el proceso judicial en el Juzgado 48 de lo Civil, a cargo de Magdalena Mendoza. El dictamen fue a favor de los médicos, ``sin tomar en cuenta las irregularidades en que incurrieron''.

Los familiares de Aline Amuchástegui apelaron esta decisión ante el TSJDF, cuya cuarta sala revocó la sentencia inicial y multó con 90 mil pesos al nosocomio.

Estas historias ocurren por la falta de medicinas y de equipo médico en los centros hospitalarios públicos y privados, mientras que la Comisión Nacional de Arbitraje Médico recibe un presupuesto mensual de 3 mil 800 pesos para ser ``tutela de los doctores'', manifestó Luz del Carmen Giese.

Comentó que hay una averiguación previa contra el Hospital Infantil Privado, porque durante una inspección sanitaria realizada en 1994 se descubrió que el nosocomio vende medicamentos del sector salud.

La Fundación Mexicana para el Mejoramiento de los Servicios de Salud tuvo acceso recientemente a los resultados de dicha inspección, y fue por ello que presentó la denuncia ante la PGR. (Angeles Cruz)