Miguel Concha
Llamado a la paz

San Cristóbal de las Casas, Chis. Con un servicio interreligioso en la Catedral de la Paz concluyó hoy por la tarde la Segunda Asamblea Anual del Consejo Internacional de la Paz. Budistas, induistas, musulmanes, y diversas confesiones cristianas oraron juntos, como hermanos, por la paz en Chiapas, México, América Latina y el mundo entero, luego de haberse encontrado por varios días con diferentes grupos civiles y religiosos y de haber conversado con representantes gubernamentales y de comunidades indígenas que pertenecen al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Como resultado de su visita a Chiapas, ``tierra en la que convergen las esperanzas y luchas de muchos pueblos que nutren la creación de nuevas alternativas para la construcción de la paz'', y en la que el pueblo de México ``está forjando nuevos caminos para la paz que pueden iluminar a toda la humanidad'', las personalidades religiosas y espirituales provenientes de diversos continentes se comprometieron a seguir con atención el desarrollo de la paz en Chiapas y la instrumentación de los acuerdos ya alcanzados; a hablar con muchas otras comunidades del mundo para compartir lo que vieron y oyeron durante su visita; a trabajar a través de sus redes para aumentar la conciencia y el apoyo a tantas organizaciones que trabajan por la paz en Chiapas, y a no olvidarlas ni abandonarlas.

En una declaracion final dada a conocer a la prensa, expresaron con realismo y profundidad la actitud con la que realizaron su visita. Como organizaciones espirituales y religiosas, dijeron, vinieron con amor y no a juzgar. Hemos venido, añadieron, con un corazón compasivo y lleno de respeto a todos los individuos y organizaciones que están ahora con conflicto. ``Sabemos que la paz no llegará, a no ser que todas las partes se comprometan abiertamente y con honestidad. Que las relaciones civiles y amigables no vendrán sin compartir el respeto por la dignidad de los demás y sin alejarse de la violencia. Que la paz no vendrá sin la justicia''. Pero también sabemos, subrayaron, que el compromiso, las relaciones civiles y la justicia no son suficientes para fundamentar por sí mismas la paz anhelada. ``La verdadera paz necesita de una transformación de los corazones, requiere el desarrollo de la compasión hacia todos los demás, por lo que son y por lo que han hecho. La paz es el alimento y el perdón que les damos. Es la superación de nuestros enojos, odios y resentimientos. Es el reconocimiento del igual valor y capacidad de todos nosotros, ya que todos pertenecemos a lo divino''.

En él también expresan lo que aprendieron y experimentaron. Las comunidades indígenas y el gobierno están buscando alejarse de la violencia y comprometerse en esfuerzos de paz para resolver disputas centenarias. Las acciones de muchos grupos religiosos y de organizaciones no gubernamentales han incrementado grandemente las posibilidades de una paz con dignidad. Al terminar hacen algunos llamados. Al EZLN lo animan a continuar el camino valiente de los medios pacíficos. ``Les pedimos que resistan volver a la violencia, incluso frente a la provocación''. Lo que ustedes buscan, le dicen, es justo. ``Procurando para sus comunidades justicia y paz con respeto elevan a todo México y a las comunidades de todo el mundo''.

Al gobierno de la República le piden entender que el tipo de resolución de conflcitos que han adoptado no es nuevo: ``En innumerables disputas a través del tiempo, la morosidad, la falta de consideración y de respeto jamás han probado ser un medio efectivo para lograr los acuerdos'', y lo urgen, entre otras cosas, a no caer en la tentación de la violencia para forzar al silencio a aquéllos que llamaron por un cambio. ``Mantengan un camino de diálogo respetuoso y de buena fe. No se tarden en llevar a cabo los cambios justos. Cuando se logren acuerdos, impleméntenlos con rapidez''. Le piden también respetar las culturas indígenas, permitiendo a las comunidades vivir pacífica y fructíferamente en sus tierras, en conformidad con sus deseos y tradiciones.

A las organizaciones de la sociedad civil nacional e internacional las animan a continuar con su trabajo y a seguir asistiendo con el corazón abierto a todos aquellos que se encuentran en necesidad: ``Ayudando a los que lo necesitan y siendo un puente entre las comunidades en conflicto, ustedes hacen progresar la causa de la paz''. Y los animan a dar cuenta clara y fielmente de todo lo que ocurre en Chiapas, sin apresurarse a juzgar y a condenar.