La Jornada 23 de noviembre de 1996

Recibiría México 5 mil mdd por la venta del sistema de satélites

Víctor Cardoso A partir de la semana entrante, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) abrirá el proceso de venta de los tres satélites que tiene en órbita el país, así como uno más, actualmente en construcción. En el proceso se permitirá la participación de capitales extranjeros hasta con 49 por ciento de las empresas interesadas.

El próximo lunes la dependencia iniciará una consulta para sondear el interés de los posibles inversionistas en adquirir los tres aparatos espaciales que actualmente se encuentran en operación, junto con el que sustituirá al Morelos II, que será lanzado al espacio a finales de 1998.

De acuerdo con el valor de construcción, tan sólo los dos satélites Solidaridad tendrían un valor superior a los 420 millones de dólares.

Sin embargo, se estima que el país podría llegar a obtener hasta 5 mil millones de dólares tanto por la venta de los satélites como por la concesión de las órbitas geoestacionarias. Recientemente la empresa MCI Communications (asociada en México con Banamex-Accival en la telefónica Avantel) pagó 650 millones de dólares por el uso de una órbita donde colocaría un satélite de telecomunicaciones, recordó un funcionario de alto nivel de la SCT.

Hasta donde se supo, algunos grupos empresariales ya se han acercado a la dependencia para solicitar informes técnicos sobre los satélites mexicanos, incluidas algunas empresas extranjeras especializadas en el mercado de telecomunicaciones.

Entre otros, se mencionó al Grupo Televisa, a Carso Global Telecom, pero también a extranjeros como Hughes, que no sólo construye, sino también ya opera 16 satélites; General Electric Americom, con 15 satélites y ATT, con cinco.

Fuentes de la SCT dieron a conocer que el próximo lunes la dependencia publicará en el Diario Oficial de la Federación una ``invitación'' a los inversionistas privados para registrarse en un padrón que permita determinar el nivel de interés que existe sobre la adquisición de los satélites y planear con mayor precisión el proceso de licitación.

Aclararon que esa inscripción es voluntaria y el no hacerlo no alterará el proceso; tampoco representa algún tipo de obligación ni crea derechos, y sólo representa un sondeo que permitirá conocer el grado de interés.

La SCT cuenta con experiencias previas en la conformación de este tipo de padrones, ya que los realizó en las licitaciones para explotar redes públicas de telecomunicaciones (telefonía de larga distancia, particularmente), para terminales portuarias y para concesiones ferroviarias.

Sobre la participación de capitales extranjeros en la operación del sistema satelital mexicano, se explicó que deberá sujetarse a las disposiciones de la Ley de Inversiones Extranjeras. Los inversionistas extranjeros deberán buscar asociaciones con empresarios mexicanos para conformar compañías nacionales con una participación no mayor a 49 por ciento del capital social.

Preparativos para la apertura

El organismo operador del sistema satelital mexicano, Telecomunicaciones de México (Telecomm), desde el año pasado inició la separación administrativa de ese segmento. Recientemente concluyó ese proceso, con lo que el organismo estará en condiciones de entregar información financiera detallada sobre los ingresos de cada uno de los satélites.

Sistema satelital mexicano

Actualmente el país cuenta con tres posiciones ocupadas por los satélites en operación, mediante los cuales se transmiten señales denominadas de servicio fijo, como telefonía inalámbrica, redes privadas de telecomunicaciones, servicios educativos, televisión y radio.

Otras cuatro órbitas para sistemas DBS (Direct Broadcasting Sistems), comercialmente denominados directo al hogar (DTH), cuya vocación se enfoca más al entretenimiento y que también podrán ser licitadas.

Además se dispondrá de otras tres posiciones orbitales, que ya fueron solicitadas a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para una nueva banda de frecuencia denominada Ka, y susceptibles también de concesionarse a la iniciativa privada.

El segmento satelital podrá dividirse en tres unidades de negocio: los satélites mismos, que tendrán la competencia externa; las estaciones terrenas receptoras o telepuertos, encargadas de la recepción y distribución de señales en tierra y, finalmente, la comunicación móvil satelital (Banda L), para la prestación de servicios como la telefonía móvil, radiolocalización de vehículos y comunicaciones en aviones o barcos, etcétera