La Jornada 23 de noviembre de 1996

AN y PRD pidieron rechazar el monto; no es nuestro conflicto: Woldenberg

José Antonio Román Los desacuerdos en la reforma electoral ``alteran el ambiente político'' que rodeará los comicios federales del próximo año, pero la misión de organizar elecciones limpias, equitativas y no controvertidas ``es realizable'', afirmaron el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, y los ocho consejeros electorales.

En una declaración conjunta sobre la falta de consenso en la aprobación de la ley reglamentaria de la reforma electoral, lamentaron que en el último tramo de las negociaciones los desacuerdos entre los partidos políticos pesaran más.

Por separado, el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, señaló que los comicios de 1997 ``tienen que ser apegados a la ley; absolutamente claros, transparentes e imparciales'', en los que el pueblo de México sea el ``gran ganador'' expresando su voluntad y respetando todos la voluntad del electorado.

Entrevistado brevemente al término de la firma de las Bases de Coordinación Administrativa entre las secretarías de Gobernación, Hacienda y de la Contraloría, el responsable de la política interior se refirió al anuncio de los partidos de oposición de ampararse contra la reforma electoral por ``inconstitucional''. Dijo que con esta acción se demuestra que México vive en un estado de derecho.

En el mismo acto, Arturo Núñez, subsecretario de Gobernación, aceptó que los legisladores tienen el derecho de plantear nuevas reformas a la legislación electoral, pero que para el gobierno ésta tiene carácter de definitiva.

``Hubo consenso en todo, excepto en el tema del financiamiento. El hecho de que el consenso no se haya expresado en el voto de los diputados y senadores a través del proceso legislativo, de todos los partidos, no quita el importante grado de consenso que se logró'', sostuvo.

Asimismo, reconoció que hay otras vías para que se canalicen las inconformidades que alguna fuerza política pueda tener con la reforma o con temas específicos, que es precisamente la acción de ``inconstitucionalidad'' ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Núñez destacó que hasta antes de la reforma recién aprobada, esta solicitud de inconstitucionalidad no se podía hacer en materia electoral.

En la sesión del Instituto Federal Eelectoral, los consejeros electorales y el presidente de ese organismo presentaron una declaración conjunta, en la cual señalaron que las condiciones políticas que actualmente prevalecen, diferentes a las que privaron durante la integración del actual Consejo General, dificultan la tarea encomendada.

Sin embargo, en el texto de dos cuartillas se insiste en que son plenamente realizables los comicios transparentes, porque las bases constitucionales que regirán el proceso electoral y la integración del Consejo General que guiará las tareas del IFE sí fueron resultado de un consenso firme y claro de las fuerzas políticas que habrán de competir en las elecciones.

``Este Consejo valora la vigencia de estos dos consensos clave y conmina a los partidos y ciudadanos a protegerlo'', se indica en el documento.

Asimismo, se reconoce que si bien las leyes reglamentarias en materia electoral ``resultaron inferiores'' a lo que pudieron ser --de haber prosperado el consenso hasta el final--, también es cierto que las leyes vigentes son ``claramente superiores'' a las que reemplazan. ``Este es un avance importante que no debe omitirse ni minusvaluarse''.

En la declaración conjunta, leída por el consejero Emilio Zebadúa González al comienzo de la sesión de ayer del IFE, se destaca también que la estructura del máximo órgano electoral del país ha sido ``positivamente mejorada'', pues se le dotó de condiciones políticas y organizacionales más eficaces.

En este aspecto, la ruptura del consenso entre los diversos partidos políticos no eliminó la capacidad del Instituto Federal Electoral para conducir con éxito el proceso comicial de 1997.

``No desconocemos el hecho de que ha habido una restricción importante de capacidades decisorias en materia de financiamiento de partidos y fijación de topes de campaña. No obstante, no debe omitirse que ésta es una situación transitoria, que desaparecerá una vez terminado el proceso electoral en marcha.

``A fin de cuentas, el Consejo General en particular, y el Instituto Federal Electoral en general, salen fortalecidos en comparación con la situación que guardaban hasta antes de esta reforma.''

En la declaración suscrita por José Woldenberg y los consejeros electorales José Barragán, Alonso Lujambio, Jacqueline Peschard, Jesús Cantú, Mauricio Merino, Jaime Cárdenas, Juan Molinar Horcasitas y Emilio Zebadúa se expresa que hubiesen preferido contar con una ley reglamentaria apoyada por el consenso de todos los partidos políticos, pero se asume el compromiso de atenerse a la ley vigente con todo rigor.

Finalmente, los nueve firmantes ratifican su responsabilidad de que el Instituto Federal Electoral hará plenamente válidos los principios de certeza, legalidad, imparcialidad, independencia y objetividad que permitirán lograr el objetivo fundamental: efectuar elecciones cuyos resultados solamente reflejen la voluntad de la sociedad mexicana, expresada libremente mediante el voto