La Jornada 25 de noviembre de 1996

RUANDA: RETORNO A LA PATRIA

Afp, Efe y Reuter, Stuttgart, 24 de noviembre Representantes militares de 23 países que participarían en el envío de una fuerza al este de Zaire definieron hoy aquí una serie de opciones para emprender una misión ``exclusivamente humanitaria'' para ayudar a los refugiados asentados en la zona, decenas miles de los cuales continuaban su marcha hacia Ruanda.

El general canadiense Maurice Baril, quien comandará esa fuerza militar, explicó que entre las opciones, que, sin embargo no detalló, se prevé instalar un cuartel general en la zona o establecer un puente aéreo.

Baril indicó que ahora las discusiones se centran en las capitales, cuyos gobiernos decidirán la creación de dicha fuerza militar que, sostuvo, se mantendrá ``política y militarmente neutral'' y tendrá como principales misiones apoyar la entrega de ayuda humanitaria a los refugiados asentados en Zaire, además de facilitar su repatriación a Ruanda y otros países de la región de los Grandes Lagos.

Por lo pronto, sigue sin conocerse con exactitud el número de refugiados en el este de Zaire, aunque Baril cifró en 250 mil a los ya localizados, y en 300 mil a los que continúan errantes; pero otras fuentes señalan que cuando mucho son 100 mil, en su mayoría hutus ruandeses, en la región.

Después del retorno de unos 600 mil refugiados a Ruanda, Estados Unidos y otros países que ofrecieron inicialmente enviar soldados a Zaire han objetado el despliegue de una fuerza militar en la zona y su posición al respecto sigue siendo ambigua, pese a los llamados de organizaciones humanitarias sobre la desesperada situación en que aún se encuentran cientos de miles de refugiados, que no han recibido ayuda en por lo menos tres semanas.

Varios miles de refugiados hutus ruandeses regresaron de Zaire este domingo y aunque las autoridades ruandesas registraron a cada uno de ellos indicaron que por ahora no arrestarán a los sospechosos de haber participado en la matanza de cerca de un millón de tutsis y moderados hutus, perpetrada en Ruanda hace dos años.

Organizaciones humanitarias indicaron que entre los refugiados que retornan a Ruanda -la mayoría niños, mujeres y ancianos-, muchos están enfermos de cólera o resultaron heridos, al ser atacados por grupos extremistas de Zaire cuando huían de los encarnizados combates en el este de ese país africano, ahora controlado por los rebeldes zaireños de origen ruandés.

Por primera vez desde hace varias semanas, los insurgentes zaireños permitieron el acceso al territorio que dominan de representantes de organizaciones internacionales, quienes se proponen localizar y coordinar posteriormente la entrega de ayuda humanitaria a los refugiados, informó un periodista de Afp que forma parte de la comitiva.

Según testimonios, unas 200 mil personas, principalmente ruandesas, partieron de campos de refugiados de la región zaireña de Bukavu y tras recorrer un trayecto de unos 100 kilómetros se internaron en las montañas que rodean la carretera Bukavu-Goma.